Wednesday, December 18, 2013

La falta de legitimidad se mantiene

 



VALENTÍN ARENAS AMIGÓ | EL UNIVERSAL
lunes 16 de diciembre de 2013 12:00 AM

Lo menos que podía esperar el Suplente del Teniente era que las elecciones municipales lejos de reforzar su precaria legitimidad en el cargo se la confirmaran. Según cifras del CNE, de mayoría oficialista, de un total de 5.494.536, que representaron menos del el 60% del REP, apoyaron a los candidatos postulados por el PSUV 5.213.190 o sea, el 48,69% mientras que 5.494.356 (51,31%) electores apoyaron a los candidatos de la oposición, la MUD y otros más. Se mantuvo así la pequeña diferencia favorable a la oposición que existió el 14 de abril pasado que el CNE corrigiendo al soberano reconoció a favor de Maduro. Desde abril 2012 a diciembre del 2013 el resultado presentado por Tibisay resultó tan conflictivo e inaceptable que los nervios hicieron que esta vez la rectora presidenta se confundiera y mencionara una asistencia nada menos que del 98%. Explicable este error por los nervios que la causó.

Estos resultados permiten algunas conclusiones:
1 ) La duda sobre la imparcialidad del CNE quedó confirmada al no asistir a votar el 40% de los electores.
2 ) Esta reducida asistencia, no obstante, confirmó que de aquellos que participaron el porcentaje mayor perteneció a la oposición lo que expresa que la legitimidad de origen del Presidente fáctico que tenemos no pudo ser confirmada por el pueblo, el soberano único. Debilidad institucional.

3 ) Aquellos municipios claves, desde la Alcaldía Metropolitana hasta Mérida, Táchira, Maracaibo, Valencia, Lara etc., fueron ganados a pesar del ventajismo oficial de un poder central autoritario que simula un ejercicio democrático del poder. Qué fuerte es la cultura democrática del venezolano que ha podido resistir quince años de asedio y ahí está intacta mostrando su fortaleza.

Raúl Castro con Mandela. Que un político, símbolo de la esclavitud de un pueblo durante cincuenta años acudiera al funeral de Mandela, símbolo de la dignidad y la libertad humana, nos ha motivado a contar una historia de la que fuimos testigos. Corría el año 1947. Fidel y su hermano Raúl estudiaban bachillerato en el Colegio de Belén (San Ignacio, de los Padres Jesuitas) en La Habana. El padre Larrucea, prefecto del colegio, me muestra una carta dirigida al padre de ambos hermanos, alumnos del colegio, pues quiere ser prudente y no transmitir el disgusto que sentía. Me la enseña porque quiere mi opinión. La carta, en resumen, decía lo siguiente: "Sr. Castro con mi respeto deseo expresarle, después de pensarlo bien, que con su hijo Fidel nos quedamos porque haciendo un esfuerzo pensamos que podemos sacar algo de él, pero a Raúl se lo regresamos a casa porque es inútil lo que se haga con ese muchacho".

Cordialmente... (firma). Saque usted su conclusión.

Profesor de Instituciones
Políticas de la UCAB.
Correo: alenri@gmail.com





Fuente
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