Wednesday, April 22, 2020

"Estamos llamados a echarnos al hombro las estructuras mundiales enfermas para curarlas"


"La pandemia ha descubierto de un modo inesperado cómo hemos organizado nuestra convivencia"

Arturo Sosa, sj.: "Estamos llamados a echarnos al hombro las estructuras mundiales enfermas para curarlas"



Arturo Sosa, superior general de los jesuitas en el mundo SIC


"Sin rebajar nada a tanto sufrimiento, tanto dolor que ella ha producido, desearía que la muerte injusta de decenas de miles de seres humanos a causa de la pandemia pueda abrir nuestros ojos a otras muchas situaciones en las que mueren también decenas de miles de seres humanos sin que nos ocupemos de ellos"

El General de los jesuitas, filósofo, teólogo y doctor en Ciencias Políticas anima a no retomar la vieja normalidad tras la pandemia, sino a dedicar "nuestra energía a los esfuerzos reales, sistemáticos y compartidos para cambiar la estructura de injusticia que caracteriza el mundo actual"

"El colapso de los servicios sanitarios con ocasión de la pandemia puede abrirnos los ojos a los millones de seres humanos permanentemente desatendidos en sus condiciones de vida e impedidos de una vida sana y de ser curados cuando lo necesitan"

"Hay enormes diferencias en las condiciones en las que padecemos la pandemia. La lección que se puede derivar de esta tormenta puede ser muy diversa según la barca en la que se atraviesa. Otra vez los más pobres resultan los más afectados"


20.04.2020 | Juan Salvador Pérez

(Revista Sic).- En esta entrevista contamos con las reflexiones del padre Arturo Sosa s.j, sacerdote jesuita venezolano, superior general de la Compañía de Jesús en el mundo. Filósofo, teólogo y doctor en Ciencias Políticas. Fue director de la Revista SIC (1979-1996) y del Centro Gumilla (1985-1994). Superior de la Compañía de Jesús en Venezuela (1996-2004) y Rector de la Universidad Católica del Táchira.

Una pandemia nos pone cara a cara con la muerte, por más «de gripe» que la queramos maquillar… C. S. Lewis nos aconsejaba que cuando llegase el final, dejásemos que este nos encuentre haciendo cosas sensibles y humanas (rezando, trabajando, enseñando, leyendo, escuchando música, bañando a los niños, jugando al tenis, conversando con los amigos y una cerveza en la mano), y no amontonados y muertos de miedo. Pero hoy, sin duda, estamos todos más en lo segundo que en lo primero, ¿por qué?

Más bien nos pone cara a cara con la vida que tenemos. Nos descubre de un modo inesperado cómo vivimos, cómo hemos organizado nuestra convivencia, cuáles han sido las motivaciones reales para decisiones tomadas en el pasado que hacen más difícil afrontar con éxito una crisis como la que desata una pandemia. Una crisis que descubre la crisis de humanidad, del tipo de sociedad en el que vivimos y hemos llegado a considerar normal.


Domingo de Ramos en cuarentena


Se le teme a la muerte de esa “normalidad”, a la que parece que muchos quisieran volver lo antes posible sin considerar lo que la crisis de la pandemia ha descubierto como componentes de la injusticia estructural de la sociedad y el mundo en el que vivimos.

Esta pandemia no es el fin de la historia ni el final de la vida humana. Sin rebajar nada a tanto sufrimiento, tanto dolor que ella ha producido, desearía que la muerte injusta de decenas de miles de seres humanos a causa de ella pueda abrir nuestros ojos a otras muchas situaciones en las que mueren también decenas de miles de seres humanos sin que nos ocupemos de ellos ni de las injusticias que las causan. Por ejemplo, el colapso de los servicios sanitarios con ocasión de la pandemia puede abrirnos los ojos a los millones de seres humanos permanentemente desatendidos en sus condiciones de vida e impedidos de una vida sana y de ser curados cuando lo necesitan.

Para que el final nos encuentre haciendo cosas sensibles y humanas, nuestra vida tiene que estar llena de humanidad en las cosas sencillas de cada día, pero también puede encontrarnos dedicando nuestra energía a los esfuerzos reales, sistemáticos y compartidos para cambiar la estructura de injusticia que caracteriza el mundo actual, que impide que la mayoría de los seres humanos no puedan tener una vida digna, que amenaza la suerte del medio ambiente, de la naturaleza y de la humanidad del único planeta que tenemos.


Cristo del Corcovado. Homenaje al personal sanitario


Pareciera que uno de los principales «enfermos» del Covid–19 es el Sistema de Libertades. El protocolo asumido por los países es el del confinamiento, la cuarentena general obligatoria, el sitio de las ciudades, prohibiciones, en fin… el autoritarismo ante la crisis, como única forma de manejo de la situación ¿acaso no era posible mantener el Sistema de Libertades en pleno? ¿No somos capaces de ser obedientes y libres a la vez?

Tampoco la crisis de la democracia, la fragilidad del compromiso ciudadano o los brotes de anti-política, de nacionalismos miopes y la multiplicación de los liderazgos personalistas que propician el autoritarismo son producto de la pandemia Covid-19. Ella ha servido para que veamos más claros estos preocupantes signos presentes en los regímenes políticos en diversas partes del mundo.

Las medidas tomadas por la mayoría de los gobiernos tienen sentido para combatir una amenaza hasta ahora desconocida. Ejercer la autoridad para ayudar a preservar la vida no contradice un sistema de libertades si es ejercida por gobiernos democráticamente legítimos. Ciudadanos conscientes de la necesidad de contribuir al Bien Común que significa atender la salud y la vida de la población pueden entender y acatar este tipo de medidas sin sentir amenazada su libertad. Un gobierno democráticamente legítimo puede tener una relación con sus ciudadanos que le permita ejercer esta autoridad en virtud de la responsabilidad con la que ha sido investido por los propios ciudadanos en un ambiente de comunicación libre y fluida que permita un acatamiento consciente de medidas razonables aunque supongan sacrificios.

"Es la ocasión de renovar la conciencia democrática, de pensar una estrategia de reiniciar la producción de bienes y servicios que incluya a los 'descartados'"

Otra cosa es, como lamentable sucede, aprovecharse de la pandemia para acelerar la tendencia personalista y autoritaria de un gobierno con escasa legitimidad democrática. O aprovecharse de la pandemia para buscar aumentar el influjo de un determinado Estado en la correlación de fuerzas en el mundo.

Desde una conciencia ciudadana global, es decir, sintiéndonos ciudadanos del mundo porque conscientemente nos comprometemos a contribuir al Bien Común de la humanidad, la pandemia puede ser una ocasión para ir más allá de acatar la medidas razonables, para evitar una expansión que la haga inmanejable y proponer cambios significativos en el sistema económico, político y social dominante en el mundo de hoy. Es la ocasión de renovar la conciencia democrática, de pensar una estrategia de reiniciar la producción de bienes y servicios que incluya a los “descartados” y acelere las medidas necesarias para revertir el deterioro del medio ambiente. Es una ocasión para promover la libertad de pensamiento y la libertad de expresión, de abrir las puertas de una educación integral y de calidad a millones de jóvenes que la desean y renovar los sistemas educativos para ponerlos a la altura de las exigencias de los jóvenes de hoy y las futuras generaciones.

Quisiera retomar aquel viejo y conocido dilema de Epicuro, ante todo este revuelo de pandemia. «O Dios no quiso o Dios no pudo evitar el mal en el mundo», en cualquiera de estas dos premisas, el ser humano se cuestiona al final la existencia de Dios, o al menos la existencia de un Dios bueno y todopoderoso, pero nosotros los creyentes insistimos en que Dios es Amor (Deus caritas est) ¿cómo nos mantenemos allí?



Movimientos restringidos ante la epidemia de coronavirus ANSA


A Dios nadie le ha visto jamás: el Hijo único, que está en el seno del Padre, él lo ha contado (Jn 1,18). Este versículo del prólogo del IV evangelio es mejor punto de partida para esta pregunta que el llamado “dilema de Epicuro”, pues no ha sido comprobado que lo haya formulado, en todo caso, si lo hizo fue mucho antes de la existencia de Jesús.

Detrás de la palabra de “dios” se esconden muchas idolatrías y no pocas ideologías que manipulan a los seres humanos usando un lenguaje aparentemente religioso. Por eso es necesario empezar por preguntarnos de qué “dios” estamos hablando. Si se trata del Dios de Jesús, a quien él reconoce como Padre misericordioso y nos lo revela a través de dedicar la vida a hacer el bien y entregarla por amor en la Cruz, condenado por los representantes de otros “dioses”, entonces, es fácil encontrar a Dios al lado de nosotros en esta pandemia, al lado de quienes han sido contagiados, de quienes los cuidan de tantísimas maneras o toman decisiones buscando evitar su expansión.

La pandemia ha abierto nuevas ventanas para descubrir el compromiso de Dios con la humanidad a lo largo de toda su historia. Un Dios que nunca ha sido indiferente a la condición humana y escogió el camino de la encarnación en la pequeñez de un pequeño pueblo y una familia pobre para mostrar el camino de la liberación humana desde el amor. Un Dios que no cesa de actuar en la historia, pero que depende de que nosotros nos demos cuenta de su presencia actuante, y escojamos esa forma de vida y acción para hacer de la historia humana una historia de amor que salva.


Favelas


No pocas han sido las pestes que han azotado a la humanidad y han cambiado el rostro de la vida de los seres humanos, su comportamiento social… Pero sobre todo destaca la conducta de los cristianos ante estas circunstancias. En 1591, Luis de Gonzaga se echa encima a aquel enfermo gravísimo que se encuentra tirado en la calle y lo lleva hasta el hospital, contagiando así el tifo que lo mataría. ¿Qué significa para el cristiano de hoy echarnos al hombro a ese enfermo?

En primer lugar, significa cuidar efectivamente a todos los enfermos, digo a todos los que se han contagiado del Covid-19, pero también a todos los aquejados por toda clase de enfermedades que nadie atiende en todas partes del mundo. Esta pandemia ha puesto de manifiesto los límites de los sistemas de atención a la salud que dejan por fuera a miles de millones de personas que siguen muriendo de enfermedades curables por ausencia de que alguien, la sociedad, se los eche al hombro.

Además, como cristianos, estamos llamados a echarnos al hombro las estructuras mundiales enfermas para curarlas, es decir, estamos llamados a comprometernos eficazmente en la transformación del actual orden mundial, que muestra cada día más sus limitaciones para crear las condiciones de una vida humana digna para todas las personas, todos los pueblos y sus culturas.

"La lección que se puede derivar de esta tormenta puede ser muy diversa según la barca en la que se atraviesa"

Boccaccio comienza su novela Decameron (1352) –precisamente saliendo de la Peste Bubónica que asoló Italia– con esta frase: «Humano es apiadarse de los afligidos». ¿Será la humanidad más solidaria después de superada esta pandemia? ¿Habremos aprendido la lección?

No podemos ser ingenuamente optimistas ni pensar que la percepción de la pandemia automáticamente nos une. En alguna parte, que no recuerdo en este momento, leí que la humanidad está en la misma tormenta, pero no todos en el mismo barco. Hay enormes diferencias en las condiciones en las que padecemos la pandemia. La lección que se puede derivar de esta tormenta puede ser muy diversa según la barca en la que se atraviesa. Otra vez los más pobres resultan los más afectados.

La pandemia está siendo aprovechada por algunos para consolidar su poder o hacer crecer sus beneficios particulares en muchos terrenos de la vida. Otros han reforzado sus egoísmos o han confirmado sus miradas discriminadoras. Muchos se han hecho preguntas que no saben responder. Es también responsabilidad de quienes nos sentimos discípulos de Jesucristo, el crucificado-resucitado, no dejar pasar esta ocasión para entender mejor la misión a la que hemos sido convocados y comprometernos en buscar y hallar nuevos modelos de relaciones entre los seres humanos y con el medio ambiente y dedicarnos con todas nuestras energías a ponerlos en práctica.


Cristo del coronavirus

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Los jesuitas aclaran su participación en la iniciativa “#Mascarillaxvida” que auspicia la alcaldía del DN


Los jesuitas aclaran su participación en la iniciativa “#Mascarillaxvida” que auspicia la alcaldía del DN

Por El Día
-16 abril, 2020


La mascarilla debe quedar cómoda para evitar tocarla frecuentemente con las manos.

SANTO DOMINGO.-La compañía de Jesús ponderó hoy la iniciativa de la Alcaldía del Distrito Nacional de distribuir mascarillas, empero, precisó que aceptó participar en la actividad en barrios marginados y bajo condiciones específicas.

Mediante un comunicado, los jesuitas explican que el 14 de abril la prensa nacional informó que la “Alcaldía del Distrito Nacional entregará 1 millón de mascarillas y guantes”.

«El alcalde del Distrito Nacional, David Collado, anunció que esta acción era fruto del acuerdo público-privado “Santo Domingo Aliado”, conformado por un grupo de empresas que donaron recursos para este fin. Explicó que la entrega vendría acompañada de una campaña de educación sobre el uso de mascarillas y guantes, el distanciamiento social y otras medidas de higiene para evitar posibles contagios», indica el comunicado de los jesuitas.

Señala que en esa misma información de la alcaldía se establecía que los insumos serían entregados al Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), el cual canalizaría los materiales con los sacerdotes jesuitas.

Dijo que no obstante, hoy jueves 16 de abril, apareció en varios periódicos una portadilla con la publicidad “¡Ponte el Flow!, #Mascarillaxvida. Un millón de mascarillas para la Capital”.

La propaganda precisa que “el PNUD mediante un estudio identificará los sectores marginados de la ciudad e iniciará la distribución este viernes 17 de abril del 2020 vía los jesuitas, Compañía de Jesús”.

Sobre este asunto, la Compañía de Jesús aclara lo siguiente:

-Valoramos como muy positiva esta iniciativa.

– La Compañía de Jesús ha aceptado la invitación para participar de este proyecto específicamente en los territorios de las parroquias acompañadas por los jesuitas en los barrios La Ciénaga,

Guachupita, Los Guandules, 27 de Febrero, El Manguito y La Yuca, con las cantidades de

materiales que le sean asignadas tomando en cuenta el número de personas residentes en dichos barrios.

– La Compañía de Jesús se dispone a realizar esta labor como parte de las acciones de respuesta a la pandemia que viene realizando en conjunto con la pastoral social de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

– Solo daremos inicio a la distribución de estas donaciones cuando estén listos los mecanismos e instrumentos educativos que han prometido los promotores de esta iniciativa, y exclusivamente en los territorios mencionados arriba.

-Solo nos comprometemos a distribuir mascarillas de tela. Entendemos que la distribución de los otros tipos de mascarillas ha de ser coordinada directamente con las instancias correspondientes del Ministerio de Salud Pública y el Servicio Nacional de Salud.




Sunday, April 5, 2020

Los jesuitas, la otra militancia



Esto de aparecer como “soldado” de una causa no es sólo patrimonio de algunas facciones políticas. El nuevo Papa proviene de una orden, la Compañía de Jesús, que se formó originalmente como una organización mística combatiente.

El “militante” alude hoy al partidario de una ideología política. Sin embargo, el sentido etimológico del término, según la Real Academia Española, lo vincula estrechamente a “militar”.

Aunque el vocablo ha sido despojada de esta connotación castrense –se puede militar tanto en un partido político como en un club deportivo-, no debe perderse de vista su trasfondo bélico.

Militante es el participio activo del verbo militar. Y el verbo militar significa servir en la guerra o en la milicia. He aquí el sentido primario, el lazo ancestral, de la palabra en cuestión.

La lingüista Ivonne Bordelois dice que todas las palabras tienen un aura, enlazada con su pasado primigenio. La etimología, así, puede decir semánticamente mucho más que el uso corriente.

Ciertos sentidos preciosos –o terribles- se van escapando con el correr del tiempo. Y siempre es interese rescatar el arquetipo esencial que contenía originariamente el término.

La llegada al papado del cardenal Jorge Bergoglio significa el encumbramiento en la Jefatura de la Iglesia Católica de un jesuita. Es decir de alguien que proviene de las filas de una orden religiosa que en su origen actuó como un verdadero ejército en defensa del catolicismo.

Fundada por el noble y militar vasco Ignacio de Loyola en 1536, la llamada “Compañía de Jesús” fue creada como respuesta no institucional a la reforma protestante en su veloz avance por Europa en el siglo XVI.

La obediencia ciega al papa y la disciplina militar –la mayoría de sus integrantes entonces eran hombres de armas- fueron su sello fundacional “para seguir y cargar la cruz de Jesús” como “soldados” de la Iglesia.

Ese lema aún se trasmite tanto en los seminarios como en los colegios que los jesuitas tienen en más de 120 países del mundo. En realidad, en su origen la Compañía de Jesús fue un ejército sin espadas.

El ariete que utilizó no fueron propiamente las armas, sino la lucha en el campo de la cultura y la educación. Donde llegaron, los jesuitas fundaron colegios, universidades, bibliotecas y seminarios.

En América, la educación estuvo acompañada de innovadores sistemas de explotación agraria que asociaba a los pueblos originarios, sobre todo guaraníes. Las llamadas Misiones Jesuíticas se asentaron así en áreas comprendidas entre los ríos Paraguay, Paraná y Uruguay.

El poder jesuita se expandió por Europa y todo el mundo. Sus miembros se ganaron el favor de las elites europeas, logrando gran influencia en los centros de decisión. Hasta que cayeron finalmente en desgracia.

Fueron expulsados de todos lados por parte de los gobiernos, al tiempo que el mismísimo Papa Clemente XIV dispuso que la orden fuese disuelta en 1773, una suspensión que se prolongó durante 40 años.

El declive jesuita coincidió con la expansión de la masonería, una organización que propició el avance del Iluminismo, y que estaba en guerra abierta contra la monarquía y el papado.

En los últimos años los miembros de la Compañía de Jesús se acercaron a grupos provenientes de la izquierda marxista. De esta alianza surgió la llamada “teología de la liberación”, una suerte de mixtura entre el cristianismo y el comunismo.

Como sea, los jesuitas se vieron siempre a sí mismos como un grupo militante que iba a la guerra.




Saturday, April 4, 2020

#SemanaSantaenCasa, la propuesta jesuita para vivir esta Pascua





(Jesuitas)


La Semana Santa es un momento central de la vida de los cristianos y cristianas. En nuestras comunidades acostumbramos a tener durante estos días una serie de vivencias personales y comunitarias que marcan profundamente nuestra vida espiritual.

¿Cómo celebrar la Pascua en el contexto actual? Estamos obligados a mantener un aislamiento que nos impide compartir comunitariamente las celebraciones y expresiones de fe del modo en que lo hacemos habitualmente.

La Compañía de Jesús ha preparado una propuesta para vivir la #SemanaSantaenCasa, buscando el modo de transformar en oportunidad los límites del confinamiento, con dos actitudes fundamentales: sencillez y profundidad.

Esta propuesta combina la retransmisión en directo de los oficios del Triduo Pascual con reflexiones diarias que, en fomato de vídeo, introducirán el sentido de cada día. Además, se realizará una oferta de materiales específicos dirigidos a grupos y comunidades de jóvenes, a familias y al mundo de las procesiones.

El material y las propuestas se podrán seguir a través de:
el canal de Instagram @serjesuita que va a proporcionar cada una de las propuestas siguiendo el horario que sugerimos el Canal Youtube Jesuitas ESP desde el que se realizarán las retransmisiones de los oficios y se publicará la inspiración diaria.
la página web www.infosj.es desde la que se podrá acceder a los contenidos y materiales que ponemos a disposición de comunidades y familias.

Concretamente, invitamos a las personas que quieren sumarse a #SemanaSantaenCasa a seguir este horario básico orientativo:
A partir de la 10.00h, encontraréis en nuestro Canal Youtube un vídeo con la inspiración del día, a modo de introducción de la jornada, de Jueves Santo a Domingo de Pascua inclusive. Se encargarán de ofrecer estas reflexiones los jesuitas Carlos Domínguez y Dani Villanueva, Lola Vegas, esclava del Sagrado Corazón de Jesús y Mariola López, religiosa del Sagrado Corazón.
De 12.00h a 14.00h se invita a compartir unos momentos en grupo a través de encuentros online con las propias comunidades cristianas, grupos, parroquias…
De 16.00h a 18.00h es el momento para materiales específicos. Se están preparando actividades adecuadas para las familias con hijos/as pequeños que encontraréis en semanasantaencasa.es, y la red MAG+S lanzará propuestas para los grupos de jóvenes. Por su parte, el equipo de jesuitas que forma VocesSJ acompañará estos días con el proyecto “La procesión va por dentro”, que ofrecerá en su canal youtube vídeos que ahondan en las tradiciones de Semana Santa más emblemáticas de nuestro país.
A las 18.30h tendrá lugar la celebración de los oficios del Jueves y el Viernes Santo, en retransmisión en directo desde la Parroquia de San Francisco de Borja de Madrid. En el caso de la Vigilia Pascual del Sábado, será a las 21:30h.
Y a las 22.15h se celebrará la Hora Santa del Jueves, también desde la misma Parroquia. Los otros días planteamos a esta hora realizar un rato de silencio y oración, en familia.

Además, el martes 7 de abril a las 18:00h se celebrará una ceremonia penitencial y el Domingo de Pascua, la retransmisión de la Eucaristía, en horario aún por determinar.

Vigilia de oración “desde casa al corazón del mundo”, el viernes 3 de abril

Como previa a la Semana Santa, este viernes 3 de abril se retransmitirá una vigilia de oración, en la que participarán diversos testimonios. Se trata de una iniciativa que está organizada por el sector social de la Compañía de Jesús en España y que pondrá el acento en las personas más vulnerables, buscando transmitir esperanza y búsqueda de sentido. Se podrá seguir en el Canal Youtube, en este enlace.

Pascua Familiar

La propuesta de Pascua Familiar empieza ya este viernes, 3 de abril, hasta el Domingo de Pascua y se podrá encontrar a partir de mañana en la web www.semanasantaencasa.es.

Quiere fomentar el espacio del hogar y las relaciones familiares para vivir este tiempo de Semana Santa, recuperando el espíritu de las iglesias domésticas.

La iniciativa se dirige a toda la familia y se compone de una actividad diaria sencilla, de unos 30-45 minutos, con símbolos y gestos. Se incluyen también actividades pensadas para los más pequeños. Se trata sobretodo de potenciar el espacio físico del hogar, prescindiendo de lo online, tan presente estos días, y buscando la calidez de una comunicación más cercana.

#SemanaSantaenCasa con MAG+S

Muchos jóvenes se han quedado este año sin la posibilidad de celebrar juntos la Pascua Joven, como es habitual. Se trata de encuentros en los que lo comunitario es fundamental. Es por ello que la Pastoral MAG+S quiere ofrecer a los jóvenes de nuestra red la posibilidad de tener un espacio donde compartir lo vivido estos días, a pesar de las dificultades.

La propuesta para jóvenes se va a trazar en dos momentos: los Círculos MAG+S online, como dinámica en grupo y la Actividad MAG+S, una actividad diaria que invita a salir de la pantalla y profundizar individualmente en los miesterios de Semana Santa.

Encontraréis información sobre cómo participar en estas actividades en la página web www.magis.es.

“La procesión va por dentro”

Ante la suspensión de las procesiones de Semana Santa, este proyecto impulsado por un grupo de entusiastas y amantes de la Semana Santa, ofrecerá una decena de vídeos que se publicarán entre el Domingo de Ramos y el Domingo de Resurrección en el canal Youtube Voces SJ.

Se trata de unas piezas que, a través de la palabra, la imagen y la música, ahondan en las vivencias de las semanas de Pasión más emblemáticas de nuestro país: desde las tradicionales procesiones castellanas de Valladolid o Segovia hasta las que emanan sentimientos más multitudinarios como la de Sevilla o Málaga, amén de la entrega de los desfiles de Murcia, entre otros.