Tuesday, April 29, 2014

Los Jesuitas, la orden bajo la que se formó Bergoglio



Entre los méritos que se les atribuyen figura "la preocupación por aprender y valorar la lengua indígena y el esfuerzo por mejorar la vida de los nuevos creyentes ".


13/03/13 - 18:27

La historia en Argentina de los Jesuitas, como el flamante Papa Francisco, está señalada por el empeño en la educación y las misiones populares, pese a las persecuciones, según la página web de la orden.

Tras la expulsión que sufrieron en 1767 de los territorios de la corona española en América, su regreso a Argentina se registra el 9 de agosto de 1836.

"La vuelta de los Jesuitas a la cuenca del Plata, luego de la expulsión de 1767, ha de ubicarse en el período histórico de la Restauración, que quedó signado por extenuantes y a menudo inútiles polémicas", dice la Orden en su web.

La Compañía de Jesús, fundada por San Ignacio de Loyola en 1540, "no se libró de este torbellino. El siglo XIX, en medida mayor quizá que el XVIII, fue un siglo de exilios y hasta de mártires".

"La Orden conoció al menos unas 70 veces el ostracismo entre las naciones europeas y americanas. A pesar de la inestable situación política en 1836, los Jesuitas se dedicaron con ahínco a la educación y a las misiones populares".

La orden se radicó en zonas de los alrededores de Buenos Aires como San Isidro y San Fernando, y también por los campos de Zárate, Luján, Areco y Baradero, a unos 150 km al norte de la capital.

Tras haber llegado al país por primera vez en 1585, uno de los testimonios más fuertes de la presencia jesuítica son actualmente las ruinas de las Misiones en esa provincia.

Otra impactante prueba de su obra son las llamadas Estancias, magníficos templos y palacios en la provincia de Córdoba.

"En 1838tomaron posesión de la capilla de Regina Martyrum. Allí se instaló el noviciado (formación de la orden) y más tarde el seminario diocesano", explica la Orden en su web.

En 1843 recibieron el decreto por el cual se les ordenaba la secularización y como alternativa, la expulsión de Buenos Aires. Pero "continuaron trabajando en Córdoba hasta 1847, donde quedó el noviciado de la Misión y para establecerse luego en La Rioja y en Catamarca".

La persecución siguió y "la expulsión de los Jesuitas se generalizó en 1848, pero de todas maneras, algunos continuaron su misión en San Juan, Mendoza y Salta".
Entre los méritos que se les atribuyen figura "la preocupación por aprender y valorar la lengua indígena y el esfuerzo por mejorar la vida de los nuevos creyentes en las reducciones".

La impronta educativa de los Jesuitas en Argentina los llevó a convertir las Estancias en centros de formación y en la creación de la primera Universidad en la ciudad de Córdoba, a unos 700 Km al noroeste de la capital.

En Buenos Aires, una de las Universidades más populares es la del Salvador, creada por la orden.

Egresado de la escuela secundaria como técnico químico, al cumplir 22 años Bergolgio se une a la Compañía de Jesús donde estudia Humanidades y obtiene una licenciatura en Filosofía. Fue ordenado sacerdote en 1969.

Fuente: AFP


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El trabajo de educación del Servicio Jesuita a Refugiados en Alepo ayuda a recuperar un sentido de normalidad en las vidas de los niños que, de otra manera, perderían años de oportunidades para aprender, desarrollarse y crecer.
    


Chicago, 15 de abril de 2014 – La Universidad Loyola de Chicago acogió el simposio del proyecto ART WORKS, 'Santuario y Sustento: Siria y el clamor de los refugiados', que tuvo lugar el lunes, 7 de abril. Estudiosos, profesores, profesionales y refugiados examinaron la actual crisis política en Siria desde diferentes perspectivas y disciplinas. Durante este simposio de un día, Angela Wells habló en nombre del Servicio Jesuita a Refugiados sobre la asistencia humanitaria y la intervención religiosa.

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Buenos días, soy Angela Wells, egresada de la Universidad Loyola de Chicago y en la actualidad trabajo en el departamento de comunicación del Servicio Jesuita a Refugiados, en Roma, Italia.

Antes que nada quisiera empezar diciéndoles que no soy siria ni he trabajado en Siria, pero gracias a mi trabajo he podido conocer a docenas de personas, que han trabajado sin descanso en medio de esta guerra brutal, a quienes espero saber representar hoy.

El Servicio Jesuita a Refugiados trabaja en 50 países en todo el mundo, pero desde mi experiencia en los últimos dos años, he sido testigo de cómo la organización casi duplica su labor al aumentar su trabajo en Oriente Medio y, en particular, en Siria.

Contexto en Siria. El enfoque del JRS a la asistencia humanitaria en Oriente Medio se desarrolló de forma natural a partir de los proyectos locales ya existentes que se pusieron en marcha en 2008, cuando el JRS comenzó a ayudar a los refugiados iraquíes y subsaharianos que habían huido a Turquía, Jordania, Siria y Líbano. Trabajando desde dentro de las estructuras jesuitas sirias, regionales e internacionales ya existentes, la participación comunitaria y el liderazgo ha sido siempre clave para nuestros proyectos en Siria.

Cuando el conflicto estalló hace tres años en Siria, estas redes de base se ampliaron ostensiblemente para llegar a otros actores humanitarios locales, y también para colaborar con líderes de las comunidades musulmanas en las zonas donde trabaja el JRS.

El JRS ha creado de esta forma una red multirreligiosa y multiétnica de hasta 600 personas, entre voluntarios y personal, que trabajan en Damasco, Homs y Alepo. En 2013, sirvieron a 300.000 personas dentro de Siria.

Estado actual de Siria. La necesidad de esta ayuda crece día a día. Como habrán escuchado en las sesiones anteriores, este conflicto ha causado la muerte innecesaria de más de 130.000 personas y el desplazamiento - tanto interno como externo- de casi nueve millones de sirios, es decir, más de tres veces la población de la ciudad de Chicago.

En la actualidad, cerca de 230.000 personas dentro de Siria viven en zonas bajo asedio, lo que significa que no tienen acceso a comida, medicinas o a las comodidades básicas. Las tasas de desnutrición van en aumento y el riesgo de morir de hambre es real; muchas personas sobreviven a base de aceitunas y lentejas.

La sociedad civil. En respuesta a la gravedad de este desastre humanitario, el Servicio Jesuita a Refugiados basa su trabajo en las enseñanzas sociales de la Iglesia católica y sirve a todos los necesitados sin discriminación, independientemente de su fe.

Esto, per se, se basa en el derecho humano fundamental de toda persona a la seguridad y la dignidad. Como organización confesional, nos sentimos inspirados por las palabras y los actos de Jesús en el Evangelio, así como por el Papa Francisco, quien en su llamamiento por la paz en Siria, el pasado otoño, enfatizó que "ayudar a la población siria, independientemente de la diversidad étnica o la religión, es la forma más directa de contribuir a la paz y construir una sociedad abierta y acogedora para todos aquellos que la conforman".

Dentro de Siria, el JRS pone todos sus esfuerzos para hacer realidad este ideal propuesto por el Papa Francisco, trabajando bajo los principios de neutralidad, no violencia e inclusión.

Si bien gran parte de la atención de los medios de comunicación del mundo occidental sobre Siria se centra en los actores de la violencia, yo querría centrarme hoy en los sirios y sirias que trabajan en armonía olvidando las divisiones religiosas, étnicas y políticas para construir, como decimos nosotros, "una cultura del encuentro y del diálogo".

Los miembros de nuestro equipo en Siria son sirios 100 por 100: médicos, ingenieros, maestros, mecánicos, estudiantes de secundaria y universitarios, padres y madres, abuelos y abuelas. Representan a esa mayoría silenciosa de sirios que no han recurrido a la violencia; que siguen trabajando para conseguir hacer realidad su deseo de paz participando en iniciativas humanitarias de base.

Creo que el siguiente video, realizado a principios del año pasado sobre el terreno, refleja cómo influye en el país la labor que se está llevando a cabo desde la sociedad civil.

Esta película se presentó hace más de un año y desde entonces las tasas de desplazamiento, los niveles de inseguridad y el número de muertes han aumentado trágicamente. Hoy en día, unos 9,3 millones de sirios necesitan ayuda urgente.

Para hacer este trabajo, estos miembros del equipo y otros han puesto sus vidas en peligro. Algunos han sido arrestados, otros se desplazaron y algunos se enfrentan a tensiones dentro de sus propias comunidades por su involucración en el JRS, pero constantemente nos recuerdan que ellos permanecen unidos, tal y como dijo uno de los voluntarios, "a pesar de sus diferencias" y quiero hacer hincapié en esto como nuestra base para la acción.

El espacio creado por el JRS para que los actores locales consigan cambiar las cosas, promover la paz y la reconciliación en base al respeto a la dignidad de cada persona, independientemente de las diferencias, es algo fundamental para el trabajo en Siria, que se lleva a cabo principalmente en dos frentes:

Presencia del JRS en Siria. La primera, que es la ayuda de emergencia a las personas más necesitadas, consiste en el suministro de alimentos, kits de higiene, atención sanitaria básica, apoyo alquiler, así como la gestión de los refugios. Por ejemplo, el equipo de la cocina de campaña en Alepo está formado en su totalidad por voluntarios y sirve hasta 10.000 comidas calientes cada día.

La segunda actividad en importancia es la provisión de oportunidades educativas y el apoyo psicosocial a cerca de 10.000 niños, niñas y mujeres. Se estima que dos millones de niños sirios ya no van a la escuela.

Durante las situaciones de emergencia, muchas organizaciones internacionales suelen relegar la educación a un segundo plano, pero el JRS cree que la educación debe brindarse a la vez que se proporciona alimento y refugio.

La educación restablece la normalidad en medio del caos de la guerra, especialmente en los niños que no pueden permitirse el lujo de perder años de aprendizaje, desarrollo y crecimiento. El JRS insiste en la educación, convencido y con la esperanza de poder contribuir a la reconciliación mediante la promoción de la convivencia entre personas de diferentes orígenes socioeconómicos y confesionales.

Multiconfesionalidad e inclusión. Del personal y los voluntarios de Siria, la mitad son de tradición musulmana y la otra mitad de la cristiana y, en toda la región, el 80 por ciento de las personas que atendemos son musulmanas.

Nuestro personal difiere en sus opiniones políticas, pero, a su vez, está en condiciones de trabajar hombro con hombro como sirios. Esto no quiere decir que no haya tensiones, sino que se colocan por encima de la violencia absurda dando ejemplo a sus comunidades al trabajar por la paz.

Todos los días hay ejemplos de cooperación multirreligiosa en nuestros proyectos, pero de entre estos quiero destacar la iniciativa de Fadi*, un ciudadano de Alepo, de 27 años, que puso en marcha una red a principios de 2012.

Su misión era crear un grupo que se resistiera a usar las armas y disuadiera a otros de recurrir a ellas en el caso que la violencia llegase a Alepo.

La red comenzó con nueve miembros, pero se unió con el JRS y ahora cuenta con 500 jóvenes y adultos, musulmanes y cristianos, que rezan y trabajan juntos en proyectos del JRS.

A pesar de que desde entonces la violencia ha devastado Alepo, ellos se mantienen no violentos, trabajando para ofrecer ayuda humanitaria a miles de familias afectadas por la violencia en Alepo.

La reflexión de Fadi. En una reciente reflexión, Fadi escribió: "A través de las acciones conjuntas, las diferencias desaparecieron y pude conocer la verdadera Alepo... al otro", a aquel a quien me enseñaron a despreciar y temer... y ¿por qué? Por ninguna razón real, que no sea porque es diferente.

Estos hechos a pensar, a no tener miedo. Me quitó la venda que cubría mis ojos.

Ese "otro" le dio sentido a mi vida. Recuperé mi humanidad. Me convertí en parte de una familia de verdad a la que amaba y adoraba; la familia de mi hogar, Siria.

Nuestra verdadera misión es difundir la esperanza, asegurar a nuestros vecinos que somos sus hijos y que nunca nos vamos a olvidar de ellos".

Creo que la perspectiva de Fadi pone de relieve cómo al responder a los conflictos humanitarios de una forma en el que se incluya a todos se puede ayudar a las comunidades a resistirse a la lógica de la guerra que amenaza con destruirlos.

Hacia adelante. Desde hace un tiempo, Fadi fue reubicado en el Líbano, donde el ACNUR registra 2.500 refugiados al día. En Turquía, Jordania y el Líbano, el ACNUR ha inscrito a un total de 2,5 millones de refugiados. El JRS, que trabaja con voluntarios como Fadi, proporciona asistencia urgente y apoyo educativo y psicosocial en estos tres países bajo enormes limitaciones de recursos.

La comunidad internacional podría hacer grandes contribuciones para poner fin a este conflicto, no con apoyo militar – ya que la violencia sólo engendra violencia – sino emulando el enfoque de actores de la sociedad civil como Fadi y su equipo.

El apoyo a los agentes locales y a la ayuda humanitaria dentro de Siria y en los países vecinos es crucial. Un aumento de las concesiones para el reasentamiento en los EE.UU., Europa y otros países que estén dispuestos, salvaría muchas familias demasiado vulnerables para sobrevivir a la dureza del campamento o de los asentamientos urbanos.

Los esfuerzos diplomáticos de la comunidad internacional deben dirigirse a los grupos armados para que pongan fin al uso de la sociedad civil como arma de guerra y dejen de interferir en las operaciones humanitarias.

En definitiva, las negociaciones de paz deben incluir una participación significativa de los sirios no violentos teniendo en cuenta todas las clases sociales, así como todos los grupos étnicos y  religiosos, si vamos a pavimentar el camino hacia una sociedad en la que, después del conflicto, los derechos humanos de todas y todos los sirios estén protegidos.

Siria, nuestro hogar. Quiero terminar hoy con un comentario final de Fadi, quien, creo yo, podría ser parte de una Siria en paz después del conflicto en la medida que su voz sea escuchada hoy.

"La guerra de Siria se convirtió en un punto de inflexión oscuro en la vida de cada sirio.

A pesar de toda la ignorancia que nos ciega a todos, nuestra comunidad se las arregló para encender velas en la oscuridad de la ignorancia mortal.

Poco a poco, pequeñas comunidades se formarían donde los ciudadanos se unirían por una causa noble: Siria, nuestro hogar.

Aquí, en el Líbano, mi corazón sufre por el hogar que tuve que dejar hace un año. Echo de menos mi cama, mis amigos, mi mundo, mi futuro, que ha sido destruido... Todo esto me hace sentir el dolor de los demás, y eso me hace humano.

Pero todavía puedo ver la luz en los ojos de nuestros hermanos más jóvenes que no conocen el significado de la guerra. ¿Cuál es la culpa de un hijo en la guerra de sus adultos? Estamos aquí para servir, acompañar y defenderlos".

Angela Wells, Asistente de comunicación internacional del JRS


Fuente
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Jesuitas en Sonora, 400 años de evangelización indígena



Indígenas de Camoa, Sonora, agradecieron con rituales y ceremoniales los 400 años de ser la primera comunidad que fue evangelizada por las misiones jesuitas

Por Tomado de: / Televisa

Dia de publicación: 2014-04-27


CIUDAD DE MÉXICO, México, abr. 27, 2017.- Las primeras misiones Jesuitas se establecieron en Sonora, en 1614, para evangelizar a indígenas Mayos, Yaquis, Guarijios, Pimas, Seris y O' patas.


Con una fiesta, las etnias de Sonora agradecieron con rituales y ceremoniales en Camoa, Navojoa, la primera comunidad indígena que fue evangelizada hace 400 años por las misiones jesuitas.


'Camoa es una de los pueblos que fue fundada y peregrinado por el padre Pedro Méndez, y para nosotros los pueblos indígenas que estamos reunidos en este pueblo de Camoa pues somos los Yaquis, Mayos, Guarijios y Pymas', comentó Juana Youcupiccio, Indígena Guarijio.


'A través de 1614, en esos años. Hoy nos toca convivir con la asistencia de diversas de la cuestión católica entre nosotros', explicó el indígena Gobernador Mayo.


'Celebramos 400 años de evangelización desde la llegada del misionero Pedro Méndez a nuestros pueblos Mayo, Yaqui y después con los O'patas', indicó David Joseph Beaumont Pfeifer, misionero franciscano.


Es el Padre David Beaumont, quien desde su llegada de Nueva York hace 23 convive con indígenas del norte y sur de Sonora.


'Yo como misionero, cada día descubro algo nuevo y yo creo que nuestros pueblos tienen una espiritualidad que es una inmensa riqueza', agregó Beaumont.


Los pueblos indios de Sonora reconocen a los misioneros franciscanos a través de danzas, sones y alimentos tradicionales.


Las religiosas franciscanas también recorren todos los rincones de Sonora.


'Me ha tocado recorrer con el padre caminos por las misiones, guarijios, pimas, yaquis, mayos y tener esta ocasión de celebrar con este apóstol creo que nos impulsa a todos a seguir lanzando a la misión', Ana Patricia, religiosa.


Y es así como a lo largo de 9 meses la orden de misioneros recorrerán todo Sonora para conmemorar la unión entre los pueblos indígenas del noroeste del país.



http://noticieros.televisa.com/mexico-estados/1404/jesuitas-sonora-400-anos-evangelizacion-indigena/

Fuente: http://www.dossierpolitico.com/vernoticias.php?artid=142421&relacion=&tipo=Sonora&categoria=1
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Adolfo Nicolás: “La justicia social con exclusión no es justicia”








El padre general Adolfo Nicolás Pachón, la máxima autoridad de la Compañía de Jesús en el mundo / Leonardo Guzmán




La máxima autoridad de la Compañía de Jesús en el mundo llegó al país y tuvo un primer encuentro público con representantes de Fe y Alegría. “El mundo está de vuelta de las ideologías. Necesitamos más causas que ideologías, más totalidad que intereses de grupo”, expresó


EDGAR LÓPEZ 28 de abril 2014 - 08:51 pm


El padre general Adolfo Nicolás Pachón, la máxima autoridad de la Compañía de Jesús en el mundo, llegó a Venezuela con una invitación a transformar la sociedad sin exclusión alguna: “La lucha por la justicia social debe avanzar con respeto a todos”.

Su primer acto público fue una reunión con los representantes de los principales programas de Fe y Alegría, que sirven a aproximadamente 300.000 personas en el país y constituyen “productos de exportación” que exhiben orgullosos los jesuitas venezolanos.

Fue un evento sin mayores protocolos y sin cámaras de televisión que reunió a aproximadamente 150 personas en el salón Padre José María Velaz del Colegio Fe y Alegría de La Rinconada, cuya entrada fue adornada con un arco de globos rojos y blancos.

“Íntimos y sencillos. Así serán todas las actividades que desarrollará el padre general durante su visita a Venezuela”, indicó el provincial de la Compañía de Jesús en el país, Arturo Peraza.

Nicolás Pachón entró al lugar flanqueado por dos niños. Los que quisieron se le pudieron acercar, tomarse un selfie y conversar con él. Pero, eso sí, solo para asuntos de la iglesia; nada de discusiones políticas y menos sobre la turbulenta coyuntura venezolana.

Fue una reunión de amigos que se tuteaban. Su sencillez y cercanía contrastan con el gran alcance y la influencia que se le atribuye a la orden religiosa fundada por San Ignacio de Loyola en 1540. En 2014 celebran el bicentenario de su restauración, pues la congregación estuvo proscrita durante 40 años hasta 1814.

El prepósito de la Compañía de Jesús ofreció un saludo breve. Prefirió darle más tiempo al conversatorio con los activistas de Fe y Alegría.

“La espiritualidad ignaciana procura la transformación de la persona, pero el fin último es la transformación de la sociedad. Queremos comprometernos en esa transformación”, dijo Nicolás Pachón, al señalar que el medio idóneo es la educación de calidad y la promoción de la capacidad crítica y el discernimiento. Pero advirtió que toda transformación verdaderamente trascendente toma mucho tiempo, por lo cual hay que ser perseverantes.

“En el siglo XX hemos visto muchas ideologías que solo han dejado dolor, sufrimiento y alienación. El mundo está de vuelta de las ideologías. Necesitamos más causas que ideologías, más totalidad que intereses de grupo. Ver la totalidad de la sociedad”, expresó.

Y se explicó un poco más al señalar que en otros países hay grupos que requieren una atención especial porque fueron excluidos durante mucho tiempo, pero resulta contraproducente si se convierte en una atención exclusiva y termina causando otro tipo de exclusión.

“Si yo solo defiendo a un grupo, eso nos enfrenta unos a otros. Tenemos que contribuir a mejorar la vida de todos, de lo contrario la justicia social no será justicia”, agregó

El papa Francisco es jesuita y Nicolás Pachón afirmó que su aporte a la “recreación” de la Iglesia Católica consiste en insistir en lo esencial: “Este papa está aportando una jerarquización de los valores, ha contribuido a enseñar el evangelio de la manera más sencilla. Francisco ha citado a su abuela Rosa como fuente de sabiduría, al recordar que ella le decía, por ejemplo: ‘La mortaja no tiene bolsillos’. Yo he aprendido mucho del papa, que acepta la imperfección de lo humano”.

Uno de los últimos en hacerle preguntas fue un niño: “¿Por qué quiso entregar su vida a Dios?”. El padre Nicolás sonrío como quien está en un brete: “Me hice sacerdote con los jesuitas por su desapego a lo material, su concentración en lo importante y su libertad”.

En el tono familiar que caracterizó el encuentro con Fe y Alegría, reivindicó la libertad como requisito para servir a los demás y lograr la plenitud personal.



La agenda



El padre Adolfo Nicolás Pachón llegó al país procedente de Guyana el lunes a mediodía y a las 4:00 pm comenzó el encuentro con Fe y Alegría.

El martes 29 de abril estará en la Universidad Católica Andrés Bello. A las 11:00 am se dirigirá a comunidad ucabista en el Aula Magna de esa casa de estudios. En la tarde oficiará una misa en el sector Las Torres, en la parte alta de La Vega.

El miércoles 30 de abril estará en Maracaibo.

El jueves primero de mayo ofrecerá una misa en el patio del Colegio San Ignacio, en Caracas.

El viernes 2 de mayo partirá a Cuba y a México.


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Tuesday, April 22, 2014

La Iglesia católica en Corea del Sur ha pasado del 1% de fieles, al 10%, en apenas 50 años



Y de 81 curas a 4.600





Católicos de Corea del Sur en Misa


Actualizado 21 octubre 2013



Giorgio Bernardelli / Vatican Insider









¿Cómo consigue la Iglesia de Corea más de 100.000 bautizos de adultos cada año?





El cura del país más ateo del mundo: Gerald Hammond cruza 2 veces al año el «telón de bambú»





En Corea del Norte los católicos fingen que cuentan habichuelas para rezar el Rosario


Si la Iglesia católica fuera una empresa, hablaríamos de Corea del Sur como el mercado emergente más prometedor. Pero la Iglesia católica no es una empresa.

Y es por este motivo que la visita que llevó a cabo hace pocos días el prefecto de la Congregación para la Evangelización de los pueblos, el cardenal Fernando Filoni, fue muy interesante para entender cuál es la mirada con la que se ve desde Roma ese país que alguno definió como "el tigre asiático de la Iglesia".

Balance de la Iglesia en Corea del sur

El motivo del viaje fueron los 50 años de la institución de la diócesis de Suwon, la segunda más importante del país después de la de Seúl, pero muchos de los encuentros que tuvo y de los discursos que pronunció el cardenal en el arco de una semana fueron también una oportunidad para trazar un balance más completo.

Es un balance que arroja cifras extraordinarias y que fue resumido por el mismo Filoni en el discurso que pronunció ante los obispos del país: "no podemos no sorprendernos por el crecimiento de las Iglesias particulares en las que el Señor les ha puesto. En 1949 la población católica de Corea rozaba el 1,1% y había solamente 81 sacerdotes y 46 parroquias; inmediatamente después del Concilio Vaticano II, la población cristiana aumentó a 2,5%, y a cincuenta años de ese evento, hoy, los católicos son el 10,3%, los sacerdotes más de 4600, los religiosos y las religiosas más de 10.000. Y también deseo expresar todo mi aprecio por los cientos de misioneros presentes en alrededor de 80 países, a través de quienes esta Iglesia responde generosamente al anhelo de la evangelización del mundo".


...pero hay algunos peligros

Pero, justamente porque una Iglesia no solo vive de números, el cardenal no dejó de señalar algunos peligros ante los que incluso un catolicismo tan florecedor debe estar en guardia.

"En un país con elevada propensión tecnológica -dijo Filoni en el discurso a los laicos pronunciado en Seúl- un peligro está representado por la tendencia a la burocratización o al eficientismo, casi despersonalizando o despersonalizándose, según un estilo de tipo burocrático-administrativo, como si la Iglesia fuera una compañía de ganancias o una Ong pía, como ha advertido en muchas ocasiones Papa Francisco".



Campaña Evangelization Twenty Twenty

Anotación que la agencia Eglise d´Asie -la agencia de las Missions Etrangéres de Paris, histórica presencia misionera en Asia- no dudó en comparar con la ambiciosa campaña Evangelization Twenty Twenty, promovida por la Conferencia Episcopal Coreana, que indicó el objetivo de llegar a alcanzar el 20% de católicos en la población total para 2020.


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