Sunday, August 27, 2017

Un puente entre la Iglesia y el mundo de la ciencia



Lunes 21.08.2017 | Última actualización | 18:33
18:31

José Gabriel Funes



El astrónomo y sacerdote jesuita cordobés estuvo diez años al frente del Observatorio Vaticano. Disertará en Santa Fe.





“Nuestra misión no consiste en hacerle los horóscopos al Papa, ni bautizar extraterrestres. Tampoco queremos probar que la Biblia tiene razón utilizando la astronomía como mero instrumento”. Foto: Archivo El Litoral



José Gabriel Funes Un puente entre la Iglesia y el mundo de la ciencia El astrónomo y sacerdote jesuita cordobés estuvo diez años al frente del Observatorio Vaticano. Disertará en Santa Fe. El astrónomo y sacerdote jesuita cordobés estuvo diez años al frente del Observatorio Vaticano. Disertará en Santa Fe.


Redacción de El Litoral

politica@ellitoral.com
Prensa UCSF


“Ciencia y Fe. Origen y fin del Universo” será el tema que desarrollará el P. José Gabriel Funes SJ, sacerdote astrónomo que visitará la Universidad Católica de Santa Fe, el próximo 5 de septiembre.


Funes, cordobés de nacimiento, astrónomo y jesuita, dirigió el Observatorio Vaticano durante diez años. Luego de pasar por la Universidad Nacional de Córdoba, y de su ordenación sacerdotal, retomó sus estudios sobre astronomía. Se unió al Observatorio Vaticano como investigador en el año 2000 y a partir de allí se lo conoce como el astrónomo del Papa.


El Observatorio Vaticano


A principios del siglo XX, el por entonces Papa, Pío X, encomendó la guía del Observatorio a los jesuitas. Desde entonces la Compañía de Jesús ha contribuido a esta obra de la Santa Sede proveyendo jesuitas que han recibido una formación científica en algún campo de la investigación astronómica.


Con el crecimiento de la ciudad de Roma sede original-, en 1933 el Observatorio debió ser trasladado a la residencia veraniega del Papa en Castel Gandolfo a unos 25 km de Roma. Es allí donde aún hoy está la sede del Observatorio, en la que se encuentra un museo con una importante colección de meteoritos y se realizan escuelas de postgrado y congresos.


El traslado a Arizona respondió a causas similares. Los astrónomos, en su afán de buscar cielos oscuros que les permitan observar los objetos más débiles y lejanos del universo, han buscado lugares desérticos y montañosos donde construir las cúpulas de sus grandes telescopios.


En 1980 los jesuitas astrónomos del Observatorio Vaticano llegaron al desierto de Sonora en búsqueda de cielos estrellados, alejados de las grandes ciudades. Por un acuerdo con el Departamento de Astronomía de la Universidad de Arizona, en la actualidad el Observatorio Vaticano tiene un grupo de investigación en Tucson. En 1993 fue inaugurado el telescopio vaticano en Mount Graham, a 3.100 metros de altura, que se utiliza para la investigación astronómica.


Los temas que se investigan abarcan todo el universo: el sistema solar, las estrellas de nuestra galaxia, las otras galaxias y el Big Bang.


En particular, Funes se ha dedicado a estudiar la formación de estrellas en el universo local, la historia de la formación estelar en la galaxia NGC 5128 y de otras galaxias del mismo tipo. Estas son galaxias “cercanas”, es decir, la luz que nos llega de sus estrellas salió de aquellas galaxias hace no más de 100 millones de años.


Ciencia y fe


Funes ha explicitado de manera clara la misión de los astrónomos: “Dicho en pocas palabras, nuestra misión no consiste en hacerle los horóscopos al Papa, ni bautizar extraterrestres. Tampoco queremos probar que la Biblia tiene razón utilizando la astronomía como mero instrumento. Nuestra misión es caminar junto con los científicos de nuestro tiempo, en particular con los astrónomos. Queremos participar del cansancio de la búsqueda, del entusiasmo y de la alegría que comporta el descubrimiento científico, es decir, tratamos de promover la ciencia sólida y verdadera de acuerdo al deseo de León XIII cuando fundó el Observatorio Vaticano”.


Esta misión exige que el Observatorio sea un puente entre la Iglesia y el mundo de la ciencia, promoviendo el diálogo interdisciplinario.


Sobre la pregunta acerca de cómo se compatibiliza la Ciencia y Dios, la función sacerdotal y la de astrónomo, Funes comenta “es posible buscar y encontrar a Dios en todas las cosas. En todo amar y servir. Observando en el telescopio vaticano, dando clases en la Universidad, escribiendo artículos científicos o diciendo misa a los híspanos, Dios me viene al encuentro”.


En Castel Gandolfo: “Deum Creatorem venite adoremus”.




Foto: Archivo El Litoral



Con esas palabras, en septiembre de 2015 y en el octogésimo aniversario de fundación del Oservatorio Astronómico Vaticano, el Papa Francisco recordó a las de su antecesor Pío XI en la inauguración de la specola de Castel Gandolfo; la expresión está inmortalizada en la base de uno de los telescopios de la residencia papal. El Observatorio Astronómico Vaticano es un instituto de investigación científica que depende directamente de la Santa Sede. Fue creado en 1891, cuando el Papa León XIII quiso demostrar que la Iglesia no estaba opuesta al desarrollo científico y que, por el contrario, deseaba promover la ciencia de gran calidad. El Observatorio fue dividido en 1981: mantiene su tradicional cuartel general, más la biblioteca y el museo en Italia, pero trasladó el telescopio a Monte Graham (Arizona).




>>> Conferencias en la UCSF
El Dr. José Gabriel Funes SJ brindará dos conferencias sobre: “Ciencia y Fe. Origen y fin del Universo”, el 5 de septiembre en la universidad Católica de Santa Fe (Echagüe 7151). La primera, destinada a alumnos de 4º y 5º año de escuelas secundarias, será de 10 a 12 hs. en el aula 1.27. Luego, de 18 a 20 hs. será conferencia para docentes, alumnos de la Universidad y público en general, en el aula 1.28.
Para mayores informes sobre estas actividades o inscripción, comunicarse telefónicamente al: 0342-4603030 interno 191/ 144 o vía mail a vrecform@ucsf.edu.ar / jae@arquisantafe.org.ar.



Saturday, August 26, 2017

Encuentro Regional del Servicio Jesuita a Refugiados Latinoamérica y el Caribe sobre Medios de Vida



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Bogotá, Colombia. 20 de agosto de 2017.- Durante la semana del 14 al 18 de agosto se llevó a cabo el Encuentro Regional sobre Medios de Vida en Bogotá. La jornada contó con la participación de miembros del SJR pertenecientes a los equipos de Ecuador, Colombia y Venezuela.

La línea de medios de vida ha sido una apuesta clave en la búsqueda de soluciones duraderas a la situación de las personas desplazadas, refugiadas y retornadas. Para ello, desde el SJR trabajamos para el auto-sostenimiento de las familias acompañadas a través del fortalecimiento de sus capacidades con procesos que propenden por garantizar la seguridad alimentaria, o la generación de ingresos a través de emprendimientos o iniciativas productivas, en contextos rurales y urbanos, gracias a la capacitación, dotación de capital semilla y seguimiento técnico.

Así mismo se realizan acciones para facilitar la inserción las PSDR al mercado laboral por medio de capacitaciones para fortalecer los conocimientos técnicos en artes y oficios específicos, y talleres sobre empleabilidad que permitirán que las PSDR adquieran habilidades, herramientas y conocimientos mínimos para la búsqueda de empleo.

Los objetivos de este encuentro regional fueron:


Promover un espacio de intercambio de experiencias que favoreciera el reconocimiento de buenas prácticas en la implementación de futuras intervenciones de las líneas estratégicas priorizadas en el proyecto “En las fronteras de Colombia” el cual se ha ejecutado durante tres años en las zonas fronterizas de Colombia-Ecuador y Colombia-Venezuela.
Promover un intercambio de experiencias de terreno, conceptos comunes, principios, buenas prácticas y modos de proceder y herramientas de los equipos en la línea de Medios de Vida.
Avanzar hacia la construcción de un manual práctico (handbook) regional para la implementación de iniciativas de Medios de Vida.



Para cumplir con estas metas contamos con el compartir de experiencias y diálogo de saberes entre los equipos, y con invitados externos que aportaran luces a los retos que enfrentan los territorios. Desde el Servicio Público de Empleo, Everardo Marín socializó el Modelo de cierre de brechas, propuesta que busca mejorar los niveles de empleabilidad para víctimas del conflicto armado. Así mismo, Angélica López subdirectora del SJR Colombia y magister en desarrollo rural realizó una ponencia sobre sostenibilidad e impacto ambiental, de cara a la vulnerabilidad y amenaza que representan los cambios ambientales, así como nuestra responsabilidad para tener proyectos sostenibles.

Del mismo modo, Zully Laverde coordinadora del Equipo de Connacionales Víctimas en el Exterior de la Unidad para las Víctimas en Colombia y quien dialogó sobre los avances y dificultades que ha tenido la implementación de la Ley en los países fronterizos donde el SJR hace presencia, con especial énfasis en los aspectos relacionados con la reparación integral a las víctimas. Finalmente Pablo Cortés investigador y doctorando del Instituto de Derechos Humanos Pedro Arrupe de la Universidad de Deusto (España) realizó una ponencia sobre el enfoque de protección y resiliencia para la intervención en asentamientos urbanos informales.

Este espacio nos permitió reflexionar y compartir las buenas prácticas y lecciones aprendidas, y ser un llamado a la acción desde nuestras potencialidades. Resaltando que desde nuestra misión, una buena parte del éxito de estos procesos de estabilización socioeconómica, se debe al acompañamiento técnico y psicosocial continuo, que muchas veces parte de esos primeros acercamientos con las familias en la búsqueda de su regularización o reconocimiento de derechos por parte de los Estados.

Como apuesta regional, nos vamos vinculado como un sólo cuerpo que tiene proyecciones comunes y propone soluciones conjuntas para un mejor beneficio de la población en situación de refugio y desplazamiento en la región de Latinoamérica y el Caribe.


SERVICIO JESUITA A REFUGIADOS LATINOAMERICA Y EL CARIBE





Estos Jesuitas





EL AUTOR es periodista. Reside en Santo Domingo.



Por: MANUEL HERNANDEZ VILLETA

Fecha: agosto 04, 2017

Tenemos un sabor amargo de los religiosos, sobre todo cualquier variante de la iglesia católica, metida en política-partidista. La iglesia siempre ha tenido un lado oscuro, que se aparta de su prédica cristiana, para entrar al enlodado terreno de las pasiones humanas.

Lo mejor para los religiosos es quedarse con olor de incienso, llevando a cabo su prédica y no dando saltos al vacío que los colocan en una posición partidista. La lucha contra la corrupción es de todos. Hay que enfrentar a los que toman el dinero público y enviarlos a la cárcel.

En una agenda tan dispersa en un intento de frente de masas, como la Marcha Verde, la decisión de apoyo de los Jesuitas es un mal paso. El principal problema dominicano es el hambre, la miseria extrema, la mala distribución de la riqueza. La corrupción es uno de sus efectos colaterales.

Si los Jesuitas deciden integrar a su sermón la lucha contra la corrupción, lo veo bien, pero que salgan a la calle con una bandera partidista en mano, es una mala decisión. No se van a pisar la tierra de los barrios buscando reivindicaciones, sino entran en una lucha anticorrupción donde tienen amplia participación los empresarios y se habla hasta del brazo político de la embajada de los Estados Unidos.
Cierto que en la Macha Verde hay remanentes de izquierda, derechistas inconfesables, mercaderes de la política que van a ella tratando de conseguir posiciones para venderse al mejor postor, y también mujeres y hombres que luchan contra los excesos, la corrupción de funcionarios y el enriquecimiento ilícito sin cuartel ni control.

Los curas no pueden tratar de salir a la palestra nacional, dejando inconclusa la agenda por el desarrollo y el bienestar de la colectividad. Una iglesia que no sea auto-critica no me parece que es la que debe llevar banderas en luchas particulares.

Los jesuitas han sido una vanguardia de la iglesia en demandas sociales, pero también son uno de los responsables de que se intensifique la emigración haitiana ilegal en el país. Juegan muchas caras, y su apoyo a la Marcha Verde es una de tantas.


La iglesia que rehúye la prédica social, y que no busca acabar con las desigualdades comunitarias, la mala distribución de las riquezas, y poner fin a la vil explotación de las mayoría, no puede ponerse una chamara verde para vender la idea de una renovación y de nueva capacidad de lucha que se tiene que demostrar en la práctica.

El hombre es él y su coyuntura. Las pugnas internas de la iglesia no deben llevar a la desesperación a sus soldados de avanzada.

JPM

Fuente



Saturday, August 5, 2017

Venezuela, Francisco y la carta jesuita



Pascual Albanese

4 de agosto de 2017



El Papa Francisco posa junto a Nicolás Maduro en el Vaticano en octubre del 2016 (AP)


El llamado del Papa Francisco al régimen de Nicolás Maduro para que suspenda el funcionamiento de la Asamblea Constituyente surgida de las elecciones del domingo pasado es la respuesta obligada de la Santa Sede al dramático agravamiento de la crisis venezolana. Pero más allá del imperativo moral que impulsa la apelación papal, conviene prestar atención a su "timing" político. Francisco apostó siempre a una transición política que evite un baño de sangre. En las actuales circunstancias, esa alternativa requiere inevitablemente el concurso de las Fuerzas Armadas, último reducto de un gobierno en crisis.


Francisco tiene un asesoramiento de primer nivel sobre lo que ocurre en Venezuela. El Secretario de Estado y virtual canciller del Vaticano, monseñor Pietro Paolo Parolin, se desempeñó como Nuncio Papal en Caracas durante el gobierno de Hugo Chávez, antes de cumplir idénticas funciones en Hanoi, donde tuvo a su cargo nada menos que la recomposición de las relaciones entre la Iglesia Católica y el régimen comunista de Vietnam. Tras el fracaso de las gestiones mediadoras que el Vaticano intentó realizar entre Maduro y la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), esas reconocidas dotes diplomáticas de Parolin están ahora nuevamente a prueba.


Pero junto a Parolin y su diplomacia oficial, el Francisco guarda otro as debajo de la manga: el Superior General de la Compañía de Jesús, Arturo Sosa Abascal, electo el año pasado Superior General de la Compañía de Jesús (una orden históricamente habilitada a cumplir ciertas "misiones especiales" por cuenta del Papado), es uno de los más prestigiosos politicólogos venezolanos y conoce en profundidad los bastidores del régimen "chavista".


En su momento, la designación de Sosa Abascal, el primer no europeo en asumir como jefe de los jesuitas (una función caracterizada informalmente en los círculos eclesiásticos con el polémico título de "Papa Negro"), fue interpretada como un presagio. De hecho, Sosa Abascal fue autor de una descripción precisa de la naturaleza del régimen "chavista", al que caracterizó como "un sistema de dominación, no un sistema político que tiene legitimidad para funcionar tranquilamente". Puntualizó también que es "un sistema militar- cívico, porque lo militar es más importante".


Esa interpretación de Sosa Abascal, cada vez más rubricada por los acontecimientos, coincide con la opinión del padre Luis Ugalde, director del Centro de reflexión y Planificación Educativa (CERPE) de los jesuitas venezolano, quien señala que el "país necesita un "nuevo Wolfgang Larrazabal", en alusión al almirante que encabezó la sublevación que en 1958 derrocó al dictador Marcos Pérez Jiménez y encabezó un gobierno de transición hasta el restablecimiento de la democracia.


Un detalle no menor: Sosa Abascal fue profesor de la Academia Militar de Venezuela. Es probable el "Papa Negro" haya quedado a cargo de materializar políticamente aquello que la diplomacia oficial de este "Papa Blanco" (el primero de formación jesuítica en la historia de la Iglesia), no está en condiciones de realizar.


El autor es Vicepresidente del Instituto de Planeamiento Estratégico (IPE). Ex Subsecretario de Planeamiento Estratégico de la Presidencia de la Nación.