Saturday, December 29, 2018

desenmascarando a los jesuitas. ( 1 de 12 )

El silencio que pesa sobre los abusos en la Compañía de Jesús


por Alejandra Carmona López

31 octubre, 2018



Las últimas declaraciones de Marcelo Gidi aparecieron en días agitados para los jesuitas, porque hace dos semanas la Congregación para la Doctrina de la Fe les ordenó abrir un proceso contra el sacerdote Jaime Guzmán Astaburuaga, por denuncias de abusos a menores, y eso puso inevitablemente el foco sobre una de las comunidades eclesiásticas de las que menos se había hablado públicamente, hasta ahora, en este contexto de crisis que atraviesa la Iglesia católica. Las víctimas acusan indolencia cada vez que golpearon las puertas para denunciar a sacerdotes [ACTUALIZADA. Ver N de la R al final de la nota]


"Ezzati tiene que aclarar toda su participación en todo lo que se le imputa, porque mientras no se aclare eso, las pedidas de perdón de él no tienen llegada, no son acogidas por nadie”, dijo Marcelo Gidi, el respetado sacerdote de la Compañía de Jesús, el fin de semana en la revista Sábado. Sus palabras causaron felicidad entre quienes pedían más sacerdotes como él en redes sociales, pero también provocaron incomprensión entre aquellos que han golpeado –sin resultados– las puertas de los jesuitas para relatar los abusos a que fueron sometidos.

Las declaraciones de Gidi aparecieron en días agitados para la Compañía de Jesús, porque hace dos semanas la Congregación para la Doctrina de la Fe les ordenó abrir un proceso contra el sacerdote Jaime Guzmán Astaburuaga, por denuncias de abusos a menores, y eso puso inevitablemente el foco sobre una de las comunidades eclesiásticas de las que menos se había hablado públicamente, hasta ahora, en este contexto de crisis que atraviesa la Iglesia católica.

Entre quienes miraron con incomprensión la entrevista de Gidi, estaba Francisco (su nombre fue cambiado), uno de los denunciantes de Eugenio Valenzuela, ex provincial de los jesuitas que el año 2013 dejó su cargo por “conductas imprudentes”, según explicó la congregación en ese momento. Al ver la portada de la revista Sábado, recordó las palabras que el propio Gidi le mencionó después que él comenzó una cruzada para denunciar a su agresor.

Francisco se había acercado a Gidi para intentar darle algún tipo guía sobre qué puertas debía tocar para ser escuchado. Aún recuerda lo que el sacerdote le contestó: “No puedes esperar tú que cualquier hijo de vecino nos diga qué tenemos que hacer nosotros”.

Francisco quedó helado, pero eso activó en él una última esperanza. Junto a Sebastián y Julio –otras dos víctimas– decidieron enviar una carta al general de la Compañía de Jesús en Roma y la respuesta que recibieron fue insólita: “Nos contestó que como el denunciado era el mismo provincial, no podía hacer nada”, a lo que le respondió que "si sus leyes no les permiten tomar ninguna acción, ¡cambien sus leyes!”. No recibieron respuesta y tiempo después se enteraron de que Valenzuela dejaba su cargo, pero en una nebulosa que –según los denunciantes– nunca fue tratada ni asumida de manera coherente por los jesuitas.

La primera denuncia de Francisco y otras dos personas abusadas por Valenzuela fue el año 2011, pero fue en 1998 cuando sintió por la lascivia del sacerdote que era su director espiritual.

Los casos en contra Eugenio Valenzuela conmocionaron a la comunidad jesuita, pero todo fue tratado sin mayor profundidad ante los medios de comunicación y sin dar mayores detalles –pese a que había más historias de abusos que ya nadie podía desconocer–, y fue reemplazado por Cristián del Campo.


Monday, December 10, 2018

Tres sacerdotes jesuitas figuran en una lista de acusados de abuso sexual a menores en San Antonio



Los excléricos ya fallecidos, Alfonso Madrid, quien sirvió en la Iglesia Católica de Nuestra Señora de Guadalupe; Francis M. Landwermeyer, que trabajó en las escuelas secundarias central católica y antoniana y en la iglesia católica Santa Cecilia; y Austin N. Park, también padre de la iglesia Nuestra Señora de Guadalupe, figuran en la lista publicada por la congregación.

"Las palabras no pueden ser suficientes para expresar nuestro dolor y vergüenza por lo que ocurrió", dijo el padre Ronald Mercier, líder de la Provincia Central y del Sur, en un comunicado.

Mercier dijo que el supuesto abuso por parte de los tres sacerdotes ocurrió en los años sesenta y setenta, pero no especificó dónde. No obstante, aclaró que cada uno tenía más de una denuncia contra él.

Los tres padres trabajaban en múltiples ciudades. Park, por ejemplo, tenía 17 tareas pastorales en total.

La Arquidiócesis de San Antonio dijo este viernes que la parroquia de Nuestra Señora de Guadalupe había sido informada de las denuncias contra Madrid en 2015. Los jesuitas han servido a la parroquia desde 1932, pero la abandonarán este mes debido a la escasez de sacerdotes.

Madrid, quien murió en 1982 antes de que se recibieran las acusaciones, también trabajó en Jesuit High School en Nueva Orleans, una parroquia en Albuquerque y dos en El Paso, según el anuncio.

Landwermeyer, quien murió este año, fue destituido del ministerio en 2010 y dejó la orden y el sacerdocio el año siguiente, señalaron los jesuítas. El padre trabajó en escuelas jesuitas en Dallas, Shreveport, Nueva Orleans y Tampa, y en las universidades Marquette y Loyola, entre otras funciones.

Según la arquidiócesis, Landwermeyer trabajó en San Antonio desde 1990 hasta 2004, sirviendo como pastor en la iglesia de Santa Cecilia, y como vicario parroquial y en residencia en la Iglesia de Nuestra Señora de Guadalupe y la Iglesia de Santa Brígida.

La arquidiócesis "no conoce ninguna denuncia de que Landwermeyer abusó sexualmente de niños en la arquidiócesis", indica el comunicado. "La arquidiócesis verificará esto con la provincia jesuita".

Park murió en 2013 y ya estaba fuera del ministerio debido a que sufría de demencia cuando se recibieron las denuncias. El supuesto abuso ocurrió en los años sesenta.

La arquidiócesis "mantiene su firme compromiso de restaurar la confianza y curar las heridas de cualquier persona que pueda haber sido herida por el abuso sexual. La arquidiócesis continuará trabajando para hacer de cada parroquia, escuela e institución católica un puerto seguro para todos ".

Por su parte, los jesuitas enfatizaron que tienen una política de cero tolerancia con respecto a los casos de conducta inapropiada entre un sacerdote y un menor. Los protocolos y procedimientos han estado en vigor desde 2002, cuando la Conferencia de Obispos Católicos de los Estados Unidos emitió la Carta para la Protección de los Niños y los Jóvenes.




Sunday, December 2, 2018

19 años promoviendo la colaboración entre los servidores de la misma misión de Cristo


El pasado martes 27 de noviembre de 2018, la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina y el Caribe (CPAL) cumplió 19 años, casi dos décadas dedicadas a promover, articular, estimular e incentivar la colaboración entre hombres y mujeres, trabajando por una misma Misión, la Misión de Cristo.


Jueves 29 de Noviembre de 2018




A lo largo de estos años, la CPAL ha inspirado su ruta de acción en el Proyecto Apostólico Común (PAC); columna vertebral del trabajo de la Compañía de Jesús en nuestro continente, que guía la planificación global de los sectores, redes y obras interprovinciales. Esto, le ha permitido ampliar su visión de los 18 países que la conforman, creciendo en la construcción de redes, colaboración y comunicación, trabajando cada día más en el “qué hacer” con y/por el otro.

Somos un Cuerpo para la Misión: Colaboradores jesuitas y laicos conformamos un solo sujeto apostólico que refuerza, potencia e impulsa nuestra Misión. Es por esto, que hoy podemos decir que la CPAL ha tenido grandes avances significativos con aciertos y algunos desaciertos, pero con el ánimo intacto de seguir fortaleciendo nuestra labor en beneficio de una realidad mejor.

La CPAL en números:

 


12 Provincias en 18 países de América Latina y Caribe.
14 Redes Apostólicas.
17 Centros de Espiritualidad.
40 Centros Sociales.
42 Equipos de atención a migrantes (RJM).
190 Parroquias y templos.
100 y más Radios.
89 Colegios, en 19 países, con 131.244 estudiantes.
30 Universidades, en 14 países.
2.000 Servicios Educativos de Fe y Alegría en 22 países, con 1.500.000 de participantes.
Servicio Jesuita a la Panamazonía (SJPAM) integrado por 9 países.