ROMA USARÁ A LAS IGLESIAS PARA QUITARNOS NUESTRA LIBERTAD
La inspiración declara que los eventos que preceden a la segunda venida de Cristo serán más misteriosos que la misma venida en sí. Sobrevivirán solamente los que hayan llegado a ser participes de la naturaleza divina. (Véase 1888 Materials, 332).
Solamente los que obedecen la ley divina podrán reconocer la voz de Dios y discernir correctamente la verdad. (Véase Patriarcas y profetas, p. 83).
Un conflicto desconcertante y descomunal lucha por las almas de los hombres: el Papa con su nuevo orden mundial jerárquico, carismático y ecuménico trata de infiltrar, debilitar y poner de lado la advertencia ‘temed a Dios’ de la escritura y el panorama eterno del mensaje de los tres ángeles sin disparar un solo tiro.
El propósito de Roma es subyugar bajo su poder a todo el mundo y a cada individuo. Ésta es su estrategia. Ella intenta controlar a todos los seres humanos, sus pensamientos y sus acciones.
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Tiene a su disposición los más experimentados expertos en intriga, fraude e inteligencia para lograr sus propósitos. Tiene el registro de cerca de 1500 años de lo que ha dado resultado o no.
“El antiguo senado romano mismo no pudo tramar para dominar al mundo con mayor certeza de éxito (que los jesuitas)” (Malachi Martín, The Jesuits [Los jesuitas], p. 27).
América necesita comprender cuál es el propósito que gira en torno a la constitución. “El Papa Pío IX, en su encíclica del 15 de agosto de 1854, dice: ‘Las doctrinas o extravagancias absurdas y erróneas en favor de la libertad de conciencia, son unos de los errores más pestilentes: una de las pestes más temibles en un estado’. El mismo Papa, en su encíclica del 8 de diciembre de 1864, anatematizó ‘a los que sostienen la libertad de conciencia y de culto’ como también ‘a cuantos aseveran que la iglesia no puede emplear la fuerza’” (Josiah Strong, Our Country [Nuestro país], capítulo 5, párrafos 2 al 4. El conflicto de los siglos, p. 621).
El plan de Roma es destruir nuestra libertad resguardada por nuestra constitución y su declaración de derechos. Las mismas iglesias serán su instrumento.
“En nuestro país, que se jacta de la libertad, se acabará la libertad religiosa” (Maranatha, p. 191).
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No hay mejor manera de lograr sus designios que infiltrar a las iglesias para ponerlas en armonía con las creencias y propósitos de Roma, y luego usar estas iglesias protestantes infiltradas para dominar y controlar el gobierno. La orden jesuita fue creada para usar este enfoque y método en oposición a la reforma y lo han usado con éxito una y otra vez.
No hay mejor manera de lograr sus designios que infiltrar a las iglesias para ponerlas en armonía con las creencias y propósitos de Roma, y luego usar estas iglesias protestantes infiltradas para dominar y controlar el gobierno. La orden jesuita fue creada para usar este enfoque y método en oposición a la reforma y lo han usado con éxito una y otra vez.
Una vez que ha subyugado a las iglesias y a través de éstas al gobierno de los Estados Unidos, la profecía declara en Apocalipsis 13 que ésta usará las fuerzas poderosas de los Estados Unidos para subyugar al mundo entero.
Apocalipsis también declara que ella será sumamente próspera en sus esfuerzos, y tendrá éxito en persuadir a todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. Apocalipsis 13:8.
Las iglesias protestantes han revertido su acariciada postura hacia Roma durante los siglos XVI al XIX. En las dos últimas décadas hemos visto el desarrollo de una alianza fenomenal.
Las iglesias fundamentalistas y carismáticas ya demuestran claramente que han sido infiltradas por su creencia dispensacionalista, una estratagema de interpretación profética desarrollada por el jesuita Francisco Ribera, en su oposición a la reforma para destruir el protestantismo.
Una segunda característica importante de su condición es la armonía con Roma de causa común en asuntos político religiosos. La alianza fundamentalista carismática con el catolicismo romano y la Casa Blanca está bien documentada por el conocido autor Lawrence Lader en La Política, el Poder, y la Iglesia.
El movimiento carismático (espiritismo bajo un disfraz cristiano), saltó todas las fronteras y ha unificado a todas las iglesias. Roma, el protestantismo apóstata y el espiritismo se han unido a través del vínculo del movimiento carismático que otrora era una tendencia despreciada. En el movimiento carismático, el catolicismo romano ha encontrado un instrumento por excelencia para atraer a sí mismo a todas las iglesias..
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