Saturday, May 28, 2011

Padre General ha mandado dos cartas a toda la Compañía para anunciar una reforma de la Curia


Vol. XV, no. 5 14 marzo 2011


Padre General


A toda la Compañía

Algunos cambios en el Gobierno Central de la Compañía



Queridos hermanos en Cristo:



Cuando fui elegido General, la Compañía de Jesús me ofreció como apoyo un equipo de personas que forman la que llamamos tradicionalmente la Curia General. No dejo de estimar y admirar la generosidad y eficacia de este equipo, y la importante ayuda que supone para mí en mi misión como Superior General.


Al mismo tiempo la Congregación General 35 me dio una serie de orientaciones para gobernar la Compañía, y me pidió que hiciera una "revisión integral del gobierno central" (Decreto 5, n.9). A lo largo de los últimos meses he tenido oportunidad de hablar con los superiores mayores y otros jesuitas pertenecientes a diversas conferencias, sobre las líneas generales de lo que estoy realizando como respuesta a este mandato de la CG 35. Con esta carta pretendo informar a la Compañía del estado actual de esta revisión.


Permítanme, antes de nada, dejar constancia de que los asuntos ordinarios de la Compañía (asuntos como, por ejemplo, nombramiento de superiores, admisión a últimos votos, dimisiones, erección de comunidades, informes sobre las visitas y la economía, etc.) seguirán recibiendo el excelente tratamiento fruto de casi 500 años de experiencia y sabiduría acumuladas por la Compañía. Los cambios que pretendemos realizar tienen que ver, sobre todo, con nuestra capacidad para gestionar asuntos relacionados con nuestra misión, con la flexibilidad, profundidad y creatividad que exigen este concreto momento histórico y la vida de la Iglesia.


Los principales cambios se pueden resumir en cuatro puntos:


1. Reestructuración de los secretariados de la Curia.

2. Constitución de una pequeña "Comisión para la Misión" dentro del Consejo General.

3. Creación de un "Grupo de Reflexión" en Roma, para mantener una reflexión permanente

4. Otras modificaciones.


1. Con ayuda de los consejeros generales, estamos procediendo a reestructurar los Secretariados. La estructura vigente hasta ahora estaba organizada sobre todo según sectores apostólicos. Así, por ejemplo, un Secretariado para la Justicia Social supervisaba los centros sociales, un Secretariado para la Espiritualidad tenía que ver con los centros de espiritualidad, y así sucesivamente. En adelante sin embargo, para servir mejor a nuestra misión, de acuerdo con el pensamiento y las palabras de la reciente Congregación General, he decidido reestructurar los secretariados de la siguiente manera:


A- Habrá tres Secretariados (provisionalmente hablaremos de "secretariados centrales") cuyo cometido y responsabilidades responderán a algunas dimensiones importantes de nuestra misión que debe tener presentes todo sector apostólico. De este modo habrá secretariados para (1) El Servicio de la Fe, (2) La Promoción de la Justicia, y (3) La Colaboración con Otros.

B- Algún apostolato concreto que afecta a gran parte de la misión de la Compañía, y que requiere animación y coordinación, tendrá asimismo un secretariado. Estoy pensando en Educación Secundaria y Básica, en Educación Superior, y en el Apostolado Intelectual. Estos secretarios sectoriales residirán en Roma o no, dependiendo de las necesidades y las posibilidades concretas.

C- Otros campos de misión (como por ejemplo Diálogo Inter-religioso, Comunicaciones, etc.) recibirán animación y supervisión a través de redes. Ya hemos puesto en funcionamiento una red que se ocupa del Diálogo Inter-religioso y Ecuménico.


2. Para centrar mejor nuestro interés por la misión y hacer que nuestro modo de tratar los asuntos apostólicos sea más receptivo, voy a formar una pequeña Comisión dentro del Consejo General para tratar, discernir y proponer temas que tengan que ver con nuestra misión común. Esta comisión estará constituida por los tres secretarios centrales, dos consejeros generales y el General mismo. Nos reuniremos semanalmente, y dedicaremos a ello tanto tiempo como requieran las materias que debamos considerar.


3. Para que me ayude mantener de manera regular una reflexión sobre las diferentes realidades que conciernen a nuestra misión y poder comprenderlas más profundamente, he constituido, con base en Roma, lo que podría llamarse el "Grupo de Reflexión de la Gregoriana" (nos reunimos en la Universidad Gregoriana). Desde enero de este año hemos venido teniendo una reunión mensual sobre temas de relieve que yo someto a la consideración del grupo. El grupo está formado por jesuitas de seis disciplinas diferentes y de seis distintas nacionalidades, que han aceptado generosamente este trabajo adicional para prestarme su ayuda. Los miembros que en este momento constituyen el grupo son el P. Giovanni Cucci (ITA - Cultura - de la Civiltà Cattolica), P. José Funes (ARU - Ciencia, Astronomía - Observatorio Astronómico Vaticano), P. Michael Paul Gallagher (HIB - Teología - Universidad Gregoriana), P. Daniel McDonald (WIS - Sociología - Universidad Gregoriana), P. Theoneste Nkeramihigo (RWB - Filosofía - Universidad Gregoriana) y P. Hans Zollner (GER - Psicología - Universidad Gregoriana).


4. Finalmente, a la luz de los cambios que acabo de mencionar, y tras haberlo sometido a la consideración del Consejo General, he pensado que las colaboraciones que he venido solicitando a los dos consejeros no residentes (PP. Mark Rotsaert y Arturo Sosa) no eran ya necesarias. Quiero agradecer los PP. Rotsaert y Sosa el servicio tan valioso y generoso que han prestado como Consejeros Generales a lo largo de los últimos tres años. Confío en que, aunque ya no figuren como Consejeros Generales, podré contar con su ayuda y su consejo siempre que lo necesite.


Los cambios mencionados responden a la jamás olvidada invitación que nos hacen la Compañía y nuestra tradición a que no perdamos nunca de vista el objetivo de nuestra Compañía y a que busquemos los instrumentos más adecuados que nos ayuden a discernir la voluntad de Dios y a responder de modo generoso y eficaz a la llamada que Cristo nos hace a servirle en el mundo de hoy. El Santo Padre ha repetido una y otra vez que la Iglesia sigue contando con nosotros para la importante tarea de la evangelización, con aquella hondura en la reflexión y en la espiritualidad que la Compañía ha sabido siempre ofrecer. Ésta es nuestra misión: Supone una gran alegría el poder contribuir, aunque sea sólo en una mínima parte, en la obra redentora de Dios. Deseamos continuar siendo capaces de ser y hacer cada vez más como miembros de la misión de Cristo.


Permítanme concluir esta carta agradeciendo sinceramente a todos aquellos que me ayudan actualmente en el gobierno la Compañía. Me lleno de admiración cuando constato la competencia de su trabajo y la humilde generosidad de su dedicación. Sin ellos mi misión de gobernar la Compañía se vería grandemente disminuida. Ruego a todos, por tanto, que eleven su oración para que el Señor les bendiga a todos ellos abundantemente y llene sus días gozo y consolación.


Con todo agradecimiento en el Señor,

Adolfo Nicolás, S.I.

Superior General


Roma, 25 de febrero de 2011

Fuente

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