VARIOS AUTORES
01.10.2019
“Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida”, escribió a principios de este año Arturo Sosa Abascal, S.J., Superior General de la Compañía de Jesús, en una carta dirigida a todos los jesuitas del mundo a propósito de la promulgación de las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús (febrero, 2019).
Las Preferencias nos convocan a cuidar de nuestra casa común, a trabajar, con profundidad evangélica, en la protección y renovación de la creación de Dios, que hoy está gritando como nunca antes, luchando por ser liberada.
La crisis ambiental afecta de manera particular a los pobres y a los vulnerables. Se necesita urgentemente la acción por parte de los cristianos y de toda la gente de buena voluntad.
Si queremos ser custodios honestos de este maravilloso planeta, naciones y pueblos enteros necesitan una conversión ecológica.
Aún podemos cambiar el rumbo de la historia, describió en la Encíclica Laudato Sí el Papa Francisco en 2015.
Los centros jesuitas de educación superior en todo el planeta desean identificar áreas en las que pueden marcar la diferencia y contribuir a un cambio de mente y de corazón.
El complejo ecológico de la Universidad Iberoamericana Torreón es considerado el segundo gran “pulmón” de la ciudad, después del Bosque Venustiano Carranza, por ello, en primera instancia trabajamos en clasificar y en provocar una cultura del cuidado de la flora existente en la Universidad, a través del proyecto de clasificación e identificación de árboles, se colocaron placas con información básica de cada especie y recomendaciones de cuidados, entre otros datos, para generar así no sólo información, sino una cultura de conciencia ambiental.
Con el objeto de fortalecer el compromiso social de la Universidad y el cuidado de la casa común, determinados por el modo de ser y de proceder de los jesuitas, que buscan encontrar a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en Él, recientemente se abrió el espacio Biodiversidad Ibero Torreón, proyecto que identificó la fauna que cohabita en el campus universitario para proporcionar información básica sobre sus características, alimentación y cuidados, con la finalidad de cumplir su compromiso ecológico con la comunidad educativa y el entorno.
El proyecto no sólo es una invitación a conocer esta clasificación de la biodiversidad Ibero, su verdadera razón es producir un cambio en las personas y cuidar de nuestra casa común, como nos impulsa la cuarta Preferencia apostólica jesuita.
“Es muy noble asumir el deber de cuidar la creación con pequeñas acciones cotidianas, y es maravilloso que la educación sea capaz de motivarlas hasta conformar un estilo de vida”, escribió a principios de este año Arturo Sosa Abascal, S.J., Superior General de la Compañía de Jesús, en una carta dirigida a todos los jesuitas del mundo a propósito de la promulgación de las Preferencias Apostólicas Universales de la Compañía de Jesús (febrero, 2019).
Las Preferencias nos convocan a cuidar de nuestra casa común, a trabajar, con profundidad evangélica, en la protección y renovación de la creación de Dios, que hoy está gritando como nunca antes, luchando por ser liberada.
La crisis ambiental afecta de manera particular a los pobres y a los vulnerables. Se necesita urgentemente la acción por parte de los cristianos y de toda la gente de buena voluntad.
Si queremos ser custodios honestos de este maravilloso planeta, naciones y pueblos enteros necesitan una conversión ecológica.
Aún podemos cambiar el rumbo de la historia, describió en la Encíclica Laudato Sí el Papa Francisco en 2015.
Los centros jesuitas de educación superior en todo el planeta desean identificar áreas en las que pueden marcar la diferencia y contribuir a un cambio de mente y de corazón.
El complejo ecológico de la Universidad Iberoamericana Torreón es considerado el segundo gran “pulmón” de la ciudad, después del Bosque Venustiano Carranza, por ello, en primera instancia trabajamos en clasificar y en provocar una cultura del cuidado de la flora existente en la Universidad, a través del proyecto de clasificación e identificación de árboles, se colocaron placas con información básica de cada especie y recomendaciones de cuidados, entre otros datos, para generar así no sólo información, sino una cultura de conciencia ambiental.
Con el objeto de fortalecer el compromiso social de la Universidad y el cuidado de la casa común, determinados por el modo de ser y de proceder de los jesuitas, que buscan encontrar a Dios en todas las cosas y a todas las cosas en Él, recientemente se abrió el espacio Biodiversidad Ibero Torreón, proyecto que identificó la fauna que cohabita en el campus universitario para proporcionar información básica sobre sus características, alimentación y cuidados, con la finalidad de cumplir su compromiso ecológico con la comunidad educativa y el entorno.
El proyecto no sólo es una invitación a conocer esta clasificación de la biodiversidad Ibero, su verdadera razón es producir un cambio en las personas y cuidar de nuestra casa común, como nos impulsa la cuarta Preferencia apostólica jesuita.
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