Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Mateo 10:26
Sunday, May 30, 2021
Wednesday, May 19, 2021
Papa Francisco nombra a jesuita nuevo obispo de Hong Kong
Associated Press
Updated: May 19, 2021 3:17 a.m.
ROMA (AP) — El papa Francisco nombró el lunes un nuevo obispo para Hong Kong, dando el respaldo a su propia orden jesuita en la región, el reverendo P. Stephen Chow Sau-Yan, para el cargo políticamente delicado.
Chow, oriundo de Hong Kong, fue formado en Estados Unidos e Irlanda antes de profesar sus votos finales en 2007. Dirigió dos escuelas operadas por jesuitas al tiempo que impartía cursos en la Universidad de Hong Kong antes de hacerse provincial de los Jesuitas en la región de China en 2018.
Reemplazará al obispo finado Michael Yeong Ming-cheung, quien falleció en 2019.
La nominación se da en un periodo delicado en las relaciones entre China y la Santa Sede, luego del acuerdo histórico de 2018 sobre las nominaciones de obispos en la China continental. Los detractores han dicho que el Vaticano traicionaron a la Iglesia independiente china al firmar el acuerdo, el cual permite que el gobierno chino tenga voz en el nombramiento de los obispos.
Francisco se ha abstenido a comentar sobre las tensiones políticas en Hong Kong, presumiblemente para no encolerizar a Beijing.
Uno de los críticos más abiertos de Francisco es el obispo emérito de Hong Kong, el cardenal Joseph Zen, quien se jubiló en 2009. Él ha criticado duramente el acuerdo del Vaticano con Beijing.
Thursday, May 13, 2021
Arturo Sosa, superior de los jesuitas: «La pandemia puede ser la oportunidad de reconstruir lo que se ha roto»
hace 1 día

El superior general de la compañía de Jesús, el venezolano Arturo Sosa, estuvo presente durante la presentación del libro En camino con Ignacio (S, en el que muestra su visión del mundo con ocasión del Año Ignaciano.
La pandemia «para la Humanidad puede ser la oportunidad» de «reconstruir lo que se ha roto con otra mirada» y «llegar al fondo» de las numerosas heridas que ha mostrado esta emergencia sanitaria sobre «la pobreza, la desigualdad», explicó en el acto que se llevó a cabo la Curia General de la compañía de Jesús en Roma.
En camino con Ignacio es una larga entrevista en la que, de la mano del periodista español Darío Menor, Sosa repasa los retos actuales de la Iglesia católica y la Compañía de Jesús, pero también la situación de Venezuela, el escenario abierto por la pandemia o la relación con el primer papa jesuita de la Historia.
La obra, que nace en el contexto del 500 aniversario de la conversión de san Ignacio y ha sido traducida a 10 idiomas, es «un libro-instrumento» que analiza «el mundo de hoy, además de recordar la vida y la trayectoria de Sosa», explicó a la Agencia EFE Darío Menor.
El superior jesuita no eludió ninguna pregunta en el libro, «incluso algunas tan incómodas como si se enamoró, si tuvo novia, su ideología política o su interesante relación con Chávez», según Menor.
De hecho, en uno de los pasajes del libro profundiza sobre su relación con el fallecido presidente venezolano, con quien tenía abierto un canal de comunicación, lo que «no impidió que Sosa lo criticase» de forma contundente por sus políticas.
Monday, May 10, 2021
Compañía de Jesús se posiciona sobre asignación de vacunas de COVID-19
Publicado: Lunes, 10 Mayo 2021

El Secretariado de Justicia Social y Ecología y las seis Conferencias Provinciales de la Compañía de Jesús se manifiestan en un comunicado conjunto sobre la asignación global de las vacunas del COVID-19.
La Compañía de Jesús solicita justicia en la asignación global de las vacunas del COVID-19
Mientras se aceleran las campañas de vacunación contra el COVID-19 en los países más ricos del mundo, la Compañía de Jesús se une a las llamadas que solicitan esfuerzos concretos para garantizar un marco de asignación de vacunas equitativo y justo. En la actualidad, el 87% de las vacunas administradas han ido a parar a los países de renta alta o media-alta, mientras que los países de renta baja sólo han recibido el 0,2% de las vacunas disponibles. Más de 3.200.000 personas han muerto a causa del COVID 19 en el mundo.
En la encíclica Fratelli Tutti, el Papa Francisco nos invita a darnos cuenta de que todos estamos en el mismo barco, pero hace hincapié en las desigualdades existentes exacerbadas por la pandemia de COVID-19. Destaca cómo las naciones del mundo no han cooperado para garantizar una distribución justa de los recursos, especialmente entre nuestros hermanos y hermanas más desfavorecidos. Nos insta garantizar que todas las personas tengan igual acceso a la asistencia.
El P. Arturo Sosa, Superior General de la Compañía de Jesús, afirma: "El COVID-19 nos está mostrando que somos una sola humanidad y cómo la superación de la crisis es posible cuando tomamos conciencia de la importancia de velar por el bien común y de tomar en serio nuestra propia responsabilidad individual. Sólo podemos vivir como un solo cuerpo".
La Comisión COVID-19 del Vaticano, así como la Declaración de Líderes Religiosos del 27 de abril, han desaconsejado enérgicamente el nacionalismo de las vacunas, rechazando la explotación comercial inherente a las disputas sobre los derechos de patente y solicitando una solidaridad humana más profunda en la lucha contra el virus.
Nosotros, como organizaciones de la Compañía de Jesús, comprometidas con la defensa de la dignidad de todas las personas, especialmente de las comunidades marginadas y vulnerables de todo el mundo, sumamos nuestra voz a la de muchas personas y grupos de la Iglesia y de la sociedad civil que abogan por la equidad y la justicia en la producción y distribución de vacunas.
La excesiva acumulación de vacunas por parte de los países ricos amenaza aún más la vida de las personas en todo el mundo, ya que contribuye a que se produzca el doble de muertes que si las vacunas se distribuyeran según un modelo equitativo y basado en la población. Países como el Reino Unido y Estados Unidos han comprado hasta tres vacunas por persona.
Para promover un mayor acceso a las vacunas, Sudáfrica e India han pedido a la Organización Mundial del Comercio (OMC) que renuncie temporalmente a ciertos derechos de patente de todos los productos médicos relacionados con la COVID-19 para garantizar que todos los países, independientemente de su riqueza, tengan acceso a tecnologías médicas que salven vidas. La propuesta ha recabado un importante apoyo de los países de ingresos bajos y medios y es un paso crucial para eliminar las barreras relacionadas con la propiedad intelectual, lo que permitiría la rápida
expansión de la producción de vacunas, especialmente en los países que ya cuentan con empresas farmacéuticas a gran escala. De conformidad con las Preferencias Apostólicas Universales, que nos llaman a caminar con los excluidos en una misión de justicia y reconciliación, la Compañía de Jesús apoya plenamente esta propuesta.
Acogemos con satisfacción la decisión del Presidente Biden de apoyar la exención. También acogemos con satisfacción los comentarios de la Presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, de que la Unión Europea está dispuesta a discutir la exención. Pero la gravedad de la situación en países como la India nos recuerda que hay que actuar con urgencia. Cualquier retraso se traducirá en más sufrimiento y muertes de personas, especialmente, de las más pobres y marginadas.
La Compañía de Jesús apoya las siguientes acciones:
Instar a los países que aún bloquean la propuesta de exención temporal de los derechos de patente a que la apoyen, para ampliar y acelerar la producción y distribución de tecnologías, medicamentos y vacunas que salvan
Animar a todos los países a que den prioridad a las personas más vulnerables entre sus ciudadanos en la distribución de
Instar a los países ricos a suplir las carencias de financiación de la iniciativa COVAX y a compartir los excedentes de vacunas de sus propias reservas
Solicitar a las instituciones financieras internacionales y a los acreedores privados que cancelen las deudas de los países de ingresos bajos y medios para que puedan responder a la pandemia y recuperarse de
La Compañía de Jesús se compromete a participar en actividades de incidencia política y social a nivel local, nacional e internacional con organizaciones afines para garantizar que todas las personas, independientemente de su lugar de residencia, tengan acceso a la vacuna del COVID-19. Nadie estará a salvo del virus hasta que todo el mundo esté a salvo, lo que subraya la necesidad de aumentar la justicia y la solidaridad a la hora de abordar este problema mundial.
10 de Mayo de 2021
Roma
Xavier Jeyaraj SJ
Secretario
Secretariado de Justicia Social y Ecología
Suscriben:
Roberto Jaramillo SJ - Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de América Latina (CPAL)
Agbonkhianmegue E. Orobator SJ - Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de África Madagascar (JCAM)
Antonio F. Moreno SJ - Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de Asia Pacífico (JCAP)
Timothy P. Kesicki SJ - Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de Canadá y Estados Unidos de América (JCCU)
Franck Janin SJ - Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas de Europa (JCEP)
Jerome Stanislaus D’ Souza SJ, Presidente de la Conferencia de Provinciales Jesuitas del Sur de Asia (JCSA)
Leer PDF Posicionamiento de la Compañía de Jesús sobre Vacunas COVID-19
Fuente
Saturday, April 24, 2021
Thursday, April 22, 2021
Saturday, April 10, 2021
LOS JESUITAS ESTÁN DETRÁS DE TODO
febrero 14, 2016
Por CIUDADANO COSMICO
El primer Papa Jesuita en la historia del Vaticano
Los Jesuitas tienen en sus manos la sangre de decena de millones de personas, ¿sabes que hay un segundo Papa al que llaman El Papa Negro?
La Jefatura Negativa se implementa gradualmente, lenta pero de manera infalible, ¡hay que protegerse!
En relación a la orden religiosa Jesuita, los detractores aseguran que es militante y está sedienta de sangre, mientras que sus defensores afirman que los Jesuitas son “malentendidos” y que simplemente son una orden humilde que busca educar a los jóvenes católicos, sin embargo, existe suficiente evidencia para probar que los detractores no solamente están en lo cierto, sino que todo el caso en contra de la Sociedad de Jesús es más trágico y alarmante de lo que parece a simple vista.
“La historia de los Jesuitas, quizás no se ha escrito de forma muy elocuente… Si alguna vez ha habido algún grupo de hombres que ha merecido condenación aquí en la tierra y en el infierno, esta es la Sociedad de Ignacio de Loyola [Jesuitas]” John Adams, Presidente de los Estados Unidos.

“Es mi opinión en cuanto a que si las libertades de este país, los Estados Unidos de América, llegan a desaparecer, habrá sido por la sutileza de los sacerdotes Jesuitas católico romanos” Marqués de Lafayette, Héroe Revolucionario de Guerra.

El Papa Negro
En 1541, el Papa creó la Sociedad Secreta conocida como los Jesuitas. La meta de los Jesuitas era revertir la Reforma, arrancar de raíz a los herejes y mantener un estado de guerra contra todos los enemigos de la Iglesia Católica. Los Jesuitas fueron sujetos al control total por parte de un general conocido como el Papa Negro (adepto a las Artes Negras del Satanismo). Los Jesuitas están sometidos a obediencia, tanto al Papa Negro como al Blanco y, todo apunta a que el Papa Negro posee el poder absoluto dentro del Vaticano, es decir, opera desde atrás, mientras que el Papa Blanco se pasea por los medios y el mundo como relaciones públicas.
¿Por qué el Papa Público utiliza un crucifijo no-tradicional, la llamada Cruz Torcida? Fue creada por los Satanistas en la Edad Media como símbolo del Anticristo, por consiguiente, cuando el Papa Juan Pablo II sostenía esta Cruz Torcida en alto ante los creyentes, estaba reverenciando el símbolo del Anticristo. Se trata quizás de la personificación del Papa Católico Romano como el Falso Profeta…
¿Conoces el Juramento de Iniciación Jesuita? A continuación un extracto de su contenido: “Id, pues, en todo el mundo y tomar posesión de las tierras en nombre del papa. Quien no lo acepte como el vicario de Jesús y de su vice-regente de la tierra, sea maldito y exterminado”. Profesor Arthur Noble
La Orden Jesuita actúa como elemento traidor en cualquier país cuyo liderazgo no se sujete y bese el anillo del Papa, basta con analizar algunas pocas frases: “Yo ahora denuncio y reniego cualquier alianza dada a cualquier rey hereje, príncipe o Estado, llamado Protestante o Liberales, u obediencia a cualquier otra ley, magistrados y oficiales”. Lee algo más: “Yo, además de esto, prometo y declaro que, cuando la oportunidad se presente, haré y pelearé una guerra incesante, secreta y abierta, contra todos los herejes, Protestantes y Masones, como sea dirigido a hacerlo extirparlos de la faz de toda la tierra; y que yo no perdonaré ni edad, sexo o condición, y que yo ahorcaré, quemaré, destruiré, herviré, despellejaré, estrangularé y enterraré vivos a estos infames herejes; rasgaré los estómagos y vientres de sus mujeres, y machacaré las cabezas de sus infantes contra la pared para poder aniquilar su execrable raza. Que cuando lo mismo no pueda ser hecho abiertamente, yo secretamente usaré la copa de veneno, la cuerda de estrangulación, el acero de la daga, el plomo de la bala, sin importar el honor, rango, dignidad, o autoridad de las personas…”.
Los Jesuitas son el ejemplo más grande en la historia de Asesinatos en cuanto a Sociedades Secretas. Ahora el Juramento toma la connotación típica de todas las sociedades secretas: “Con la daga la cual ahora recibo yo suscribiré mi nombre escrito con mi sangre como testimonio, de lo cual; si soy probado falso o débil en mi determinación, que mis hermanos y compañeros soldados de la milicia del Papa corten mis manos y pies y mi garganta de oreja a oreja, mi panza abierta y azufre queme dentro con todo el castigo que pueda ser infligido sobre mí en esta tierra y mi alma será atormentada por demonios en el eterno infierno para siempre.”
NOTA: Para leer por completo este Juramento, por favor lea “Instituto Europeo de Estudios Protestantes”. Pastor Ian Paisley
Con el pretexto de servir a Jesús de Nazaret, al inventado mito herramienta perfecta para el Vaticano, los Jesuitas han cometido crímenes atroces en un esfuerzo por volver a un gobierno de control papal. Uno de los actos más malvados de todos los tiempos fue la Inquisición, duró unos 300 años y se estima que 70 millones de «herejes» fueron asesinados después de ser torturados.
El Papa Negro Jesuita es la fuerza oculta detrás del Papa Público sentado en el trono del Vaticano, y se sienta en la Silla de Pedro en Roma. ¡La Antigua Inquisición que fue orquestada y dirigida por el Papa Negro Jesuita! Que no sorprenda a nadie semejante afirmación, dado que el propósito de la Inquisición y la Orden Jesuita es desarraigar y asesinar a los “herejes”. En el nombre de Jesucristo, los sacerdotes Católicos montaron un enorme esfuerzo para asesinar en Europa y Gran Bretaña. Por cierto, el término “Hereje” es definido de la manera en que el Vaticano quiere definirlo; va desde aquellas personas que están en desacuerdo con la política oficial, hasta Filósofos, Judíos, y los reformadores Protestantes.
¿Alguien puede desmentir que los Jesuitas son una organización militar? ¿Es falso que la orden se fundó en 1491 (1534) por el general del ejército, Ignacio de Loyola? ¿Simplemente son un padre de abadía y sus discípulos?…
En nuestra opinión, son la orden que dirige al vaticano y a los grupos evangélicos protestantes, subversivos e infiltrados, cuya finalidad es EL PODER ABSOLUTO. El poder en su manifestación más despótica, el poder del control de los hombres y las mujeres del mundo, la dominación desde la dictamines únicos del Papa.
La compañía de Jesús, vigila y manipula desde la parte oscura del Vaticano y, en su cara más visible, a través de políticos afines, secuaces de la Jefatura Negativa. ¿Quién ha inventado el concepto “sionista” como ideal cortina de humo? ¿Quién inventó el término “judío” que Hollywood se ha encargado de divulgar? ¿Quién está detrás de las elites financieras y los “banksters” que controlan las economías mundiales, La Comisión Trilateral, los Bilberbergers en Europa, los Rockefellers en América, los Bronfman en Canadá?
El General Ignacio de Loyola se apoderó del Rito Escocés de la Masonería (fundamental elemento del poder Illuminati). Se estableció una alianza con la Casa Masónica de los Rochschilds en Inglaterra. Seleccionaron a Weishaupt, un brillante instructor de Derecho Canónico en la Universidad jesuita de Bavaria. Adam Weishaupt fue criado por jesuitas, y uno de los promotores en la mayor conspiración de la historia. Pero además, resulta que los Jesuitas fueron los principales forjadores de los maestros de la masonería, francmasonería y las sociedades secretas.

Abraham Lincoln dijo: “Los protestantes tanto del Norte como del Sur deberían unirse para exterminar a los monjes y los jesuitas; si alcanzaran a vislumbrar cómo los monjes, las monjas, los curas, que diariamente llegan a nuestras tierras, bajo el pretexto de predicar su religión, no son nada más que emisarios del Papal, de Napoleón III, y de otros déspotas europeos, que quieren únicamente minar nuestras instituciones, alienar los corazones de nuestra gente y nuestra Constitución, de nuestras leyes, destruir nuestras escuelas y preparar un reino de anarquía aquí, como ya han hecho en Irlanda, en Méjico y España, y como han hecho en cualquier lugar del mundo donde hubiera gente que aspiraba a ser libre” Presidente Abraham Lincoln. Fuente: Fifty Years In The Church Of Rome, Charles Chiniquy, 1968, reeditado de la edición de 1886
La fuerza militar en las sombras no tardó en callar al presidente el día “Good Friday” , el 14 de Abril de 1865 en el Teatro Ford, de Washington D.C. Mencionar a los Jesuitas, es mencionar a una hermandad muy poderosa que se basa en juramentos oscuros y lealtades mortales, por ello se mantienen en la ocultos.
¿Todavía sigues creyendo en las bondades y misericordia del Vaticano?
¿Seguirás respaldando a una organización religioso-militar que actúa desde la mentira mientras promueve el no levantarás falso testimonio?
¿Tienes dudas que no son más que un fraude que solo persigue el control totalitario de la población del planeta?


SABÍAS QUE LOS NAZIS CREARON LA SSS BASÁNDOSE EN LOS JESUITAS…
Himmler organizó la SS y la GESTAPO en base al modelo Jesuita. Él y Hitler admiraban a los jesuitas y su fundador el militar San Ignacio de Loyola (pisotea a los protestante). Himmler pensaba que los famosos y aburridos ejercicios de San Ignacio provenían de la Atlántida. Estaba convencido que eran técnicas de control mental. El asistente de Himmler era un jesuita (Richard Korherr). En América los jesuitas se apropiaron de todos los centros geománticos esotéricos. Lo mismo que obsesionaba a los nazis. La jerarquía y juramentos de la SS seguían principios jesuitas. El catecismo de la SS imitaba al jesuita: Jesús era sustituido por El Führer.
Según el investigador y escritor estadounidense especializado en teología, sociedades secretas, etimología y ufología, Jordan Maswell, la CIA fue montada por ex nazis y el Vaticano. Usan la religión, los nacionalismos y las buenas causas para seguir explotando y engañando a la humanidad. Pio XII era un aristócrata que se convirtió en el Papa de Hitler.
El Vaticano no quiere que se recuerde que se establecieron rutas de escape para los oficiales nazis que trataban de huir de Europa durante los juicios por Crímenes de Guerra, se denominaban “Líneas de Rata del Vaticano”. Permitieron a las ratas nazis escapara, mayoritariamente a Argentina. Cardenales y obispos y sacerdotes, usaron las iglesias católicas para esconder a los nazis. Después de la guerra, algunos periódicos italianos cuestionaron si el papa Pío debió haber sido juzgado como criminal de guerra.
El Vaticano está siempre detrás de la política del mundo. La orden Jesuita ha tratado de derrocar gobiernos y monarquías que rehusaban obedecer al Vaticano, haciendo de los Jesuitas la primera Organización verdaderamente ordenada en la historia de las estructuras de la Jefatura Negativa. ¿Sabías que los maestro de los Illuminati fueron formados por un sacerdote Jesuita llamado Adam Weishaupt el 1 de Mayo 1776? ¿Qué tan poderosa es la práctica de brujería de los Jesuitas?…
Por medio de meditación sistemática, oración, contemplación, visualización e iluminación Loyola caía en trance y éxtasis. Un erudito Católico Dr. Malachi Martin, ex Jesuita, profesor de la Universidad Georgetown y confidente del Vaticano, declaró enfáticamente en una reciente entrevista en la Ciudad de Nueva York: Sí, es verdad, Lucifer está entronado en la Iglesia Católica.” (Flashpoint, Texe Marrs, Julio 1997)
El Vaticano se organiza como una dictadura teocrática machista de carácter vitalicio. En teoría, cualquier hombre bautizado puede presentar su candidatura a Santo Padre, pero los comisarios políticos del Opus Dei se encargan de eliminar a cualquier posible candidato que no sea miembro del Partido Católico Apostólico Romano.
Por CIUDADANO COSMICO
El primer Papa Jesuita en la historia del Vaticano
Los Jesuitas tienen en sus manos la sangre de decena de millones de personas, ¿sabes que hay un segundo Papa al que llaman El Papa Negro?
La Jefatura Negativa se implementa gradualmente, lenta pero de manera infalible, ¡hay que protegerse!
En relación a la orden religiosa Jesuita, los detractores aseguran que es militante y está sedienta de sangre, mientras que sus defensores afirman que los Jesuitas son “malentendidos” y que simplemente son una orden humilde que busca educar a los jóvenes católicos, sin embargo, existe suficiente evidencia para probar que los detractores no solamente están en lo cierto, sino que todo el caso en contra de la Sociedad de Jesús es más trágico y alarmante de lo que parece a simple vista.
“La historia de los Jesuitas, quizás no se ha escrito de forma muy elocuente… Si alguna vez ha habido algún grupo de hombres que ha merecido condenación aquí en la tierra y en el infierno, esta es la Sociedad de Ignacio de Loyola [Jesuitas]” John Adams, Presidente de los Estados Unidos.

“Es mi opinión en cuanto a que si las libertades de este país, los Estados Unidos de América, llegan a desaparecer, habrá sido por la sutileza de los sacerdotes Jesuitas católico romanos” Marqués de Lafayette, Héroe Revolucionario de Guerra.

El Papa Negro
En 1541, el Papa creó la Sociedad Secreta conocida como los Jesuitas. La meta de los Jesuitas era revertir la Reforma, arrancar de raíz a los herejes y mantener un estado de guerra contra todos los enemigos de la Iglesia Católica. Los Jesuitas fueron sujetos al control total por parte de un general conocido como el Papa Negro (adepto a las Artes Negras del Satanismo). Los Jesuitas están sometidos a obediencia, tanto al Papa Negro como al Blanco y, todo apunta a que el Papa Negro posee el poder absoluto dentro del Vaticano, es decir, opera desde atrás, mientras que el Papa Blanco se pasea por los medios y el mundo como relaciones públicas.
¿Por qué el Papa Público utiliza un crucifijo no-tradicional, la llamada Cruz Torcida? Fue creada por los Satanistas en la Edad Media como símbolo del Anticristo, por consiguiente, cuando el Papa Juan Pablo II sostenía esta Cruz Torcida en alto ante los creyentes, estaba reverenciando el símbolo del Anticristo. Se trata quizás de la personificación del Papa Católico Romano como el Falso Profeta…
¿Conoces el Juramento de Iniciación Jesuita? A continuación un extracto de su contenido: “Id, pues, en todo el mundo y tomar posesión de las tierras en nombre del papa. Quien no lo acepte como el vicario de Jesús y de su vice-regente de la tierra, sea maldito y exterminado”. Profesor Arthur Noble
La Orden Jesuita actúa como elemento traidor en cualquier país cuyo liderazgo no se sujete y bese el anillo del Papa, basta con analizar algunas pocas frases: “Yo ahora denuncio y reniego cualquier alianza dada a cualquier rey hereje, príncipe o Estado, llamado Protestante o Liberales, u obediencia a cualquier otra ley, magistrados y oficiales”. Lee algo más: “Yo, además de esto, prometo y declaro que, cuando la oportunidad se presente, haré y pelearé una guerra incesante, secreta y abierta, contra todos los herejes, Protestantes y Masones, como sea dirigido a hacerlo extirparlos de la faz de toda la tierra; y que yo no perdonaré ni edad, sexo o condición, y que yo ahorcaré, quemaré, destruiré, herviré, despellejaré, estrangularé y enterraré vivos a estos infames herejes; rasgaré los estómagos y vientres de sus mujeres, y machacaré las cabezas de sus infantes contra la pared para poder aniquilar su execrable raza. Que cuando lo mismo no pueda ser hecho abiertamente, yo secretamente usaré la copa de veneno, la cuerda de estrangulación, el acero de la daga, el plomo de la bala, sin importar el honor, rango, dignidad, o autoridad de las personas…”.
Los Jesuitas son el ejemplo más grande en la historia de Asesinatos en cuanto a Sociedades Secretas. Ahora el Juramento toma la connotación típica de todas las sociedades secretas: “Con la daga la cual ahora recibo yo suscribiré mi nombre escrito con mi sangre como testimonio, de lo cual; si soy probado falso o débil en mi determinación, que mis hermanos y compañeros soldados de la milicia del Papa corten mis manos y pies y mi garganta de oreja a oreja, mi panza abierta y azufre queme dentro con todo el castigo que pueda ser infligido sobre mí en esta tierra y mi alma será atormentada por demonios en el eterno infierno para siempre.”
NOTA: Para leer por completo este Juramento, por favor lea “Instituto Europeo de Estudios Protestantes”. Pastor Ian Paisley
Con el pretexto de servir a Jesús de Nazaret, al inventado mito herramienta perfecta para el Vaticano, los Jesuitas han cometido crímenes atroces en un esfuerzo por volver a un gobierno de control papal. Uno de los actos más malvados de todos los tiempos fue la Inquisición, duró unos 300 años y se estima que 70 millones de «herejes» fueron asesinados después de ser torturados.
El Papa Negro Jesuita es la fuerza oculta detrás del Papa Público sentado en el trono del Vaticano, y se sienta en la Silla de Pedro en Roma. ¡La Antigua Inquisición que fue orquestada y dirigida por el Papa Negro Jesuita! Que no sorprenda a nadie semejante afirmación, dado que el propósito de la Inquisición y la Orden Jesuita es desarraigar y asesinar a los “herejes”. En el nombre de Jesucristo, los sacerdotes Católicos montaron un enorme esfuerzo para asesinar en Europa y Gran Bretaña. Por cierto, el término “Hereje” es definido de la manera en que el Vaticano quiere definirlo; va desde aquellas personas que están en desacuerdo con la política oficial, hasta Filósofos, Judíos, y los reformadores Protestantes.
¿Alguien puede desmentir que los Jesuitas son una organización militar? ¿Es falso que la orden se fundó en 1491 (1534) por el general del ejército, Ignacio de Loyola? ¿Simplemente son un padre de abadía y sus discípulos?…
En nuestra opinión, son la orden que dirige al vaticano y a los grupos evangélicos protestantes, subversivos e infiltrados, cuya finalidad es EL PODER ABSOLUTO. El poder en su manifestación más despótica, el poder del control de los hombres y las mujeres del mundo, la dominación desde la dictamines únicos del Papa.
La compañía de Jesús, vigila y manipula desde la parte oscura del Vaticano y, en su cara más visible, a través de políticos afines, secuaces de la Jefatura Negativa. ¿Quién ha inventado el concepto “sionista” como ideal cortina de humo? ¿Quién inventó el término “judío” que Hollywood se ha encargado de divulgar? ¿Quién está detrás de las elites financieras y los “banksters” que controlan las economías mundiales, La Comisión Trilateral, los Bilberbergers en Europa, los Rockefellers en América, los Bronfman en Canadá?
El General Ignacio de Loyola se apoderó del Rito Escocés de la Masonería (fundamental elemento del poder Illuminati). Se estableció una alianza con la Casa Masónica de los Rochschilds en Inglaterra. Seleccionaron a Weishaupt, un brillante instructor de Derecho Canónico en la Universidad jesuita de Bavaria. Adam Weishaupt fue criado por jesuitas, y uno de los promotores en la mayor conspiración de la historia. Pero además, resulta que los Jesuitas fueron los principales forjadores de los maestros de la masonería, francmasonería y las sociedades secretas.

Abraham Lincoln dijo: “Los protestantes tanto del Norte como del Sur deberían unirse para exterminar a los monjes y los jesuitas; si alcanzaran a vislumbrar cómo los monjes, las monjas, los curas, que diariamente llegan a nuestras tierras, bajo el pretexto de predicar su religión, no son nada más que emisarios del Papal, de Napoleón III, y de otros déspotas europeos, que quieren únicamente minar nuestras instituciones, alienar los corazones de nuestra gente y nuestra Constitución, de nuestras leyes, destruir nuestras escuelas y preparar un reino de anarquía aquí, como ya han hecho en Irlanda, en Méjico y España, y como han hecho en cualquier lugar del mundo donde hubiera gente que aspiraba a ser libre” Presidente Abraham Lincoln. Fuente: Fifty Years In The Church Of Rome, Charles Chiniquy, 1968, reeditado de la edición de 1886
La fuerza militar en las sombras no tardó en callar al presidente el día “Good Friday” , el 14 de Abril de 1865 en el Teatro Ford, de Washington D.C. Mencionar a los Jesuitas, es mencionar a una hermandad muy poderosa que se basa en juramentos oscuros y lealtades mortales, por ello se mantienen en la ocultos.
¿Todavía sigues creyendo en las bondades y misericordia del Vaticano?
¿Seguirás respaldando a una organización religioso-militar que actúa desde la mentira mientras promueve el no levantarás falso testimonio?
¿Tienes dudas que no son más que un fraude que solo persigue el control totalitario de la población del planeta?


SABÍAS QUE LOS NAZIS CREARON LA SSS BASÁNDOSE EN LOS JESUITAS…
Himmler organizó la SS y la GESTAPO en base al modelo Jesuita. Él y Hitler admiraban a los jesuitas y su fundador el militar San Ignacio de Loyola (pisotea a los protestante). Himmler pensaba que los famosos y aburridos ejercicios de San Ignacio provenían de la Atlántida. Estaba convencido que eran técnicas de control mental. El asistente de Himmler era un jesuita (Richard Korherr). En América los jesuitas se apropiaron de todos los centros geománticos esotéricos. Lo mismo que obsesionaba a los nazis. La jerarquía y juramentos de la SS seguían principios jesuitas. El catecismo de la SS imitaba al jesuita: Jesús era sustituido por El Führer.
Según el investigador y escritor estadounidense especializado en teología, sociedades secretas, etimología y ufología, Jordan Maswell, la CIA fue montada por ex nazis y el Vaticano. Usan la religión, los nacionalismos y las buenas causas para seguir explotando y engañando a la humanidad. Pio XII era un aristócrata que se convirtió en el Papa de Hitler.
El Vaticano no quiere que se recuerde que se establecieron rutas de escape para los oficiales nazis que trataban de huir de Europa durante los juicios por Crímenes de Guerra, se denominaban “Líneas de Rata del Vaticano”. Permitieron a las ratas nazis escapara, mayoritariamente a Argentina. Cardenales y obispos y sacerdotes, usaron las iglesias católicas para esconder a los nazis. Después de la guerra, algunos periódicos italianos cuestionaron si el papa Pío debió haber sido juzgado como criminal de guerra.
El Vaticano está siempre detrás de la política del mundo. La orden Jesuita ha tratado de derrocar gobiernos y monarquías que rehusaban obedecer al Vaticano, haciendo de los Jesuitas la primera Organización verdaderamente ordenada en la historia de las estructuras de la Jefatura Negativa. ¿Sabías que los maestro de los Illuminati fueron formados por un sacerdote Jesuita llamado Adam Weishaupt el 1 de Mayo 1776? ¿Qué tan poderosa es la práctica de brujería de los Jesuitas?…
Por medio de meditación sistemática, oración, contemplación, visualización e iluminación Loyola caía en trance y éxtasis. Un erudito Católico Dr. Malachi Martin, ex Jesuita, profesor de la Universidad Georgetown y confidente del Vaticano, declaró enfáticamente en una reciente entrevista en la Ciudad de Nueva York: Sí, es verdad, Lucifer está entronado en la Iglesia Católica.” (Flashpoint, Texe Marrs, Julio 1997)
El Vaticano se organiza como una dictadura teocrática machista de carácter vitalicio. En teoría, cualquier hombre bautizado puede presentar su candidatura a Santo Padre, pero los comisarios políticos del Opus Dei se encargan de eliminar a cualquier posible candidato que no sea miembro del Partido Católico Apostólico Romano.
MÁS INFORMACIÓN
Los Terroristas secretos, asesinos del Vaticano, son el Nuevo Orden Mundial – Eric Jon Phels asegura que los Jesuitas están detrás de los grandes eventos de la historia de la humanidad.
Biografía no autorizada del Vaticano NAZISMO, FINANZAS SECRETAS, MAFIA, DIPLOMACIA OCULTA Y CRÍMENES EN LA SANTA SEDE (Autor: Camacho Santiago)
EL PAPA NEGRO, EL VERDADERO PODER DETRÁS DEL PAPA BENEDICTO XVI (Autor: HANS KOLVENBACH)
Para las personas que quieran investigar y saber directamente, consultar LINK http://www.bibliotecapleyades.net/esp_vatican.htm

A cerca del primer Papa Jesuita
Si el Papa actual va a ser el último, estará cumpliendo con el Plan Illuminati de ser el principal líder de la Religión del Nuevo Orden Mundial. Según las profecías, el Falso Profeta debe presentarse a sí mismo al mundo como Cristiano, y será aceptado como Cristiano, pero su corazón se desencadenará como Dragón (el cual será poseído por el mismo espíritu demoniaco con el que será poseído la Primera Bestia, Anticristo).
¿Qué ejército está mejor equipado y tiene experiencia suficiente en la aniquilación de masas por “herejías”?
Y qué dirá al mundo mientras tanto el perfecto relaciones públicas de la Iglesia Católica: “Estos tiempos peligrosos es una época es tiempo de alcanzar muchas almas para Jesucristo. Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación y Él lo perdonará instantáneamente, llenando su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia”.
Los Terroristas secretos, asesinos del Vaticano, son el Nuevo Orden Mundial – Eric Jon Phels asegura que los Jesuitas están detrás de los grandes eventos de la historia de la humanidad.
Biografía no autorizada del Vaticano NAZISMO, FINANZAS SECRETAS, MAFIA, DIPLOMACIA OCULTA Y CRÍMENES EN LA SANTA SEDE (Autor: Camacho Santiago)
EL PAPA NEGRO, EL VERDADERO PODER DETRÁS DEL PAPA BENEDICTO XVI (Autor: HANS KOLVENBACH)
Para las personas que quieran investigar y saber directamente, consultar LINK http://www.bibliotecapleyades.net/esp_vatican.htm

A cerca del primer Papa Jesuita
Si el Papa actual va a ser el último, estará cumpliendo con el Plan Illuminati de ser el principal líder de la Religión del Nuevo Orden Mundial. Según las profecías, el Falso Profeta debe presentarse a sí mismo al mundo como Cristiano, y será aceptado como Cristiano, pero su corazón se desencadenará como Dragón (el cual será poseído por el mismo espíritu demoniaco con el que será poseído la Primera Bestia, Anticristo).
¿Qué ejército está mejor equipado y tiene experiencia suficiente en la aniquilación de masas por “herejías”?
Y qué dirá al mundo mientras tanto el perfecto relaciones públicas de la Iglesia Católica: “Estos tiempos peligrosos es una época es tiempo de alcanzar muchas almas para Jesucristo. Si usted ha aceptado a Jesucristo como su Salvador personal, pero ha sido muy tibio en su caminar espiritual con Él, usted necesita pedirle inmediatamente perdón y renovación y Él lo perdonará instantáneamente, llenando su corazón con el gozo del Espíritu Santo. Necesita iniciar un caminar diario de oración y estudio personal de la Biblia”.
Si controlas la comida, la salud, el dinero, controlas a la población mundial y, eso es más fácil desde el Vaticano que en sí misma es una milicia que se esconde detrás de la fachada de Jesús. Ol Sasha.
Tuesday, April 6, 2021
Sunday, April 4, 2021
Saturday, April 3, 2021
Los jesuitas, la orden del papa Francisco, pidieron también el juicio político de Donald Trump
La publicación “America”, la voz de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos, solicitó en un editorial que el Congreso someta a un proceso de impeachment al presidente por haber “incitado” a “una turba sediciosa” a irrumpir en el Capitolio el 6 de enero, cuando se realizaba la certificación de Joe Biden
11 de Enero de 2021
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"Minutos antes de esta calamidad previsible, el presidente Donald J. Trump dio uno de sus habituales discursos demagógicos en un acto frente a la Explanada Nacional", describió la publicación de la Compañía de Jesús al acto "Save America" del 6 de enero. (Eric Lee/Bloomberg)
“Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”: en un artículo firmado por el conjunto de sus editores, America, la publicación semanal de los jesuitas en los Estados Unidos, se sumó a las voces que solicitan que el Congreso someta a impeachment al presidente por haber “incitado” a “una turba sediciosa” a irrumpir en el Capitolio el 6 de enero, en el momento en que se realizaba la certificación de Joe Biden como presidente electo.
La publicación de la orden religiosa a la que pertenece el papa Francisco subrayó que “el asalto a la capital nacional será recordado como uno de los acontecimientos más viles de la historia estadounidense” y que “no deberían quedar dudas sobre por qué sucedió y quién lo causó”.
Con el título “Someter a juicio político y condenar, ahora mismo”, el editorial de la publicación que dirige Matt Malone —que está asociada a la web The Jesuit Post y al podcast Jesuitical— recordó en su primer párrafo que “al menos cinco personas han muerto, incluido un policía del Capitolio que fue apaleado mientras defendía la casa del pueblo” y que “un segundo oficial de la policía del Capitolio, que respondió al salto, se suicidó el 10 de enero”.
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“Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”: en un artículo firmado por el conjunto de sus editores, America, la publicación semanal de los jesuitas en los Estados Unidos, se sumó a las voces que solicitan que el Congreso someta a impeachment al presidente por haber “incitado” a “una turba sediciosa” a irrumpir en el Capitolio el 6 de enero, en el momento en que se realizaba la certificación de Joe Biden como presidente electo.
La publicación de la orden religiosa a la que pertenece el papa Francisco subrayó que “el asalto a la capital nacional será recordado como uno de los acontecimientos más viles de la historia estadounidense” y que “no deberían quedar dudas sobre por qué sucedió y quién lo causó”.
Con el título “Someter a juicio político y condenar, ahora mismo”, el editorial de la publicación que dirige Matt Malone —que está asociada a la web The Jesuit Post y al podcast Jesuitical— recordó en su primer párrafo que “al menos cinco personas han muerto, incluido un policía del Capitolio que fue apaleado mientras defendía la casa del pueblo” y que “un segundo oficial de la policía del Capitolio, que respondió al salto, se suicidó el 10 de enero”.
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“Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”, demandaron en el editorial de America los jesuitas de EEUU
Tras calificar de “insurrectos” a los fanáticos de Trump que forzaron la evacuación de los legisladores a un lugar seguro, el editorial de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos destacó que muchos de ellos llevaban “equipo de combate y armas automáticas” y que aun aquellos que no llegaron así preparados “convirtieron las vallas metálicas, los escudos de la policía, las astas de las banderas y los extintores de incendios en armas improvisadas, que esgrimieron con ferocidad mientras gritaban invectivas racistas y antisemitas”.
El ataque, “horrible y repugnante”, según el medio de noticias y opinión sobre catolicismo y política en los Estados Unidos, “podría haber sido peor”. Desarrolló: “Docenas de los sediciosos que rondaron por el Capitolio también llevaban bolsos de lona, cualquiera de los cuales podría haber contenido los medios para asesinar a la rama legislativa del gobierno federal en su conjunto, incluidas las primeras tres personas en la línea de sucesión presidencial. Algunos de ellos cantaban ‘Cuelguen a Mike Pence’; otros habían erigido una horca improvisada cerca del estanque reflectante del monumento a Lincoln”.
El semanario fundado en 1909 argumentó: “Minutos antes de esta calamidad previsible, el presidente Donald J. Trump dio uno de sus habituales discursos demagógicos en un acto frente a la Explanada Nacional. Más de una docena de veces en apenas 90 minutos, el presidente afirmó, osadamente y sin fundamento, que le habían robado las elecciones presidenciales de 2020: la misma mentira que ha repetido a diario desde el 4 de noviembre”.
Tras calificar de “insurrectos” a los fanáticos de Trump que forzaron la evacuación de los legisladores a un lugar seguro, el editorial de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos destacó que muchos de ellos llevaban “equipo de combate y armas automáticas” y que aun aquellos que no llegaron así preparados “convirtieron las vallas metálicas, los escudos de la policía, las astas de las banderas y los extintores de incendios en armas improvisadas, que esgrimieron con ferocidad mientras gritaban invectivas racistas y antisemitas”.
El ataque, “horrible y repugnante”, según el medio de noticias y opinión sobre catolicismo y política en los Estados Unidos, “podría haber sido peor”. Desarrolló: “Docenas de los sediciosos que rondaron por el Capitolio también llevaban bolsos de lona, cualquiera de los cuales podría haber contenido los medios para asesinar a la rama legislativa del gobierno federal en su conjunto, incluidas las primeras tres personas en la línea de sucesión presidencial. Algunos de ellos cantaban ‘Cuelguen a Mike Pence’; otros habían erigido una horca improvisada cerca del estanque reflectante del monumento a Lincoln”.
El semanario fundado en 1909 argumentó: “Minutos antes de esta calamidad previsible, el presidente Donald J. Trump dio uno de sus habituales discursos demagógicos en un acto frente a la Explanada Nacional. Más de una docena de veces en apenas 90 minutos, el presidente afirmó, osadamente y sin fundamento, que le habían robado las elecciones presidenciales de 2020: la misma mentira que ha repetido a diario desde el 4 de noviembre”.
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El ataque, “horrible y repugnante”, según los jesuitas de los Estados Unidos, “podría haber sido peor”: recordaron que muchos asaltantes iban armados y gritaban "Cuelguen a Mike Pence". (REUTERS/Leah Millis)
Con la inclinación política liberal que los identifica, los editores de America acusaron: “Para avivar la ira de la multitud con su deshonestidad calculada, Trump dijo a la turba que ‘nuestro país ya ha tenido suficiente, no lo aguantaremos más’. Luego animó a la multitud a marchar hacia el Capitolio para darles a los republicanos que allí estaban ‘la clase de orgullo y audacia que necesitan para recuperar nuestro país’”.
Para argumentar que no se trataba de un mero ejercicio de la libertad de expresión, los jesuitas agregaron que el presidente “organizó un grupo de oradores que a sabiendas gritaron ‘fuego’ en un teatro lleno”. Aludieron así al famoso fallo de la Corte Suprema estadounidense, Schenck v. Estados Unidos, que estableció: “La protección más estricta de la libertad de expresión no protegería a un hombre que gritara falsamente fuego en un teatro y causara pánico”, por lo cual las acusaciones engañosas no cuentan como expresión protegida por el derecho.
“Momentos antes de la presentación de Trump, su abogado personal y ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudolph W. Giuliani, se dirigió a la misma multitud y pidió un ‘juicio con combate’ contra los demócratas: una referencia escandalosamente abierta a resolver una disputa mediante la confrontación física”, siguió el editorial. “El hijo del presidente, Donald J. Trump Jr., usó la misma plataforma para hacer pública una advertencia a los miembros del Congreso republicanos indecisos: ‘Vamos a por ustedes’. Junta a todas estas frases provocadoras, la sugerencia dudosamente sincera y efímera de Trump a la multitud, de ‘hacer escuchar sus voces pacífica y patrióticamente’, fue manifiestamente insuficiente en el mejor de los casos”.
Con la inclinación política liberal que los identifica, los editores de America acusaron: “Para avivar la ira de la multitud con su deshonestidad calculada, Trump dijo a la turba que ‘nuestro país ya ha tenido suficiente, no lo aguantaremos más’. Luego animó a la multitud a marchar hacia el Capitolio para darles a los republicanos que allí estaban ‘la clase de orgullo y audacia que necesitan para recuperar nuestro país’”.
Para argumentar que no se trataba de un mero ejercicio de la libertad de expresión, los jesuitas agregaron que el presidente “organizó un grupo de oradores que a sabiendas gritaron ‘fuego’ en un teatro lleno”. Aludieron así al famoso fallo de la Corte Suprema estadounidense, Schenck v. Estados Unidos, que estableció: “La protección más estricta de la libertad de expresión no protegería a un hombre que gritara falsamente fuego en un teatro y causara pánico”, por lo cual las acusaciones engañosas no cuentan como expresión protegida por el derecho.
“Momentos antes de la presentación de Trump, su abogado personal y ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudolph W. Giuliani, se dirigió a la misma multitud y pidió un ‘juicio con combate’ contra los demócratas: una referencia escandalosamente abierta a resolver una disputa mediante la confrontación física”, siguió el editorial. “El hijo del presidente, Donald J. Trump Jr., usó la misma plataforma para hacer pública una advertencia a los miembros del Congreso republicanos indecisos: ‘Vamos a por ustedes’. Junta a todas estas frases provocadoras, la sugerencia dudosamente sincera y efímera de Trump a la multitud, de ‘hacer escuchar sus voces pacífica y patrióticamente’, fue manifiestamente insuficiente en el mejor de los casos”.
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“Para avivar la ira de la multitud con su deshonestidad calculada, Trump dijo a la turba que ‘nuestro país ya ha tenido suficiente, no lo aguantaremos más’. Luego animó a la multitud a marchar hacia el Capitolio", expresó el editorial de los jesuitas (Bloomberg)
El editorial —promovido en Twitter por James Martin, consultor del Dicasterio para la Comunicación de Vatican News y una firma habitual de America— recordó también el uso que el presidente saliente dio a su cuenta de Twitter, luego suspendida.
“En un mensaje grabado que se difundió esa tarde, Trump dijo a la turba amotinada ‘los amamos’ y repitió una vez más la mentira de que le habían quitado su victoria electoral con un engaño. Sin dudas, el presidente dijo palabras bonitas en Twitter y en el video para pedir paz, pero cualquier persona razonable habría visto allí el guiño que eso fue en realidad. Y aun si finalmente, a regañadientes, reconoció que el 20 de enero asumirá un nuevo gobierno, Trump no ha asumido la responsabilidad ni ha expresado su arrepentimiento por instigar el asalto, y ha confirmado que él no asistirá a la toma de posesión de su sucesor debidamente elegido”.
Tras señalar que en los 244 años de historia estadounidense no sucedió un hecho como el del 6 de enero de 2021, el editorial concluyó: “Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”.
The Jesuit and lay editors of America Media@americamagadd our voices to the chorus: "Impeach. Convict. Now."https://t.co/Qls5cEzWUE— James Martin, SJ (@JamesMartinSJ)January 11, 2021
Los jesuitas reconocieron que el impeachment y la condena de Trump son algo improbable dados los escasos días que restan del gobierno del republicano. “Pero tal resultado no es imposible”, agregaron, “y cualquier demora, sea cual sea, sería una sustitución profundamente insensata de un cálculo táctico en lugar de un principio constitucional. El daño que Trump ha causado no tiene precedentes y nuestros legisladores no deberían demorarse en hacerle rendir cuentas y establecer así una norma de conducta aceptable para los presidentes futuros”.
La revista de la orden religiosa del papa Francisco cerró su editorial urgiendo al Congreso a actuar de inmediato, “sin otra razón que registrar ante el tribunal superior de la historia la repugnancia colectiva de la nación” y asegurar que “semejante abuso depravado y pérfido del cargo presidencial” no vuelva a “mancillar el carácter” del país.
El editorial —promovido en Twitter por James Martin, consultor del Dicasterio para la Comunicación de Vatican News y una firma habitual de America— recordó también el uso que el presidente saliente dio a su cuenta de Twitter, luego suspendida.
“En un mensaje grabado que se difundió esa tarde, Trump dijo a la turba amotinada ‘los amamos’ y repitió una vez más la mentira de que le habían quitado su victoria electoral con un engaño. Sin dudas, el presidente dijo palabras bonitas en Twitter y en el video para pedir paz, pero cualquier persona razonable habría visto allí el guiño que eso fue en realidad. Y aun si finalmente, a regañadientes, reconoció que el 20 de enero asumirá un nuevo gobierno, Trump no ha asumido la responsabilidad ni ha expresado su arrepentimiento por instigar el asalto, y ha confirmado que él no asistirá a la toma de posesión de su sucesor debidamente elegido”.
Tras señalar que en los 244 años de historia estadounidense no sucedió un hecho como el del 6 de enero de 2021, el editorial concluyó: “Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”.
The Jesuit and lay editors of America Media@americamagadd our voices to the chorus: "Impeach. Convict. Now."https://t.co/Qls5cEzWUE— James Martin, SJ (@JamesMartinSJ)January 11, 2021
Los jesuitas reconocieron que el impeachment y la condena de Trump son algo improbable dados los escasos días que restan del gobierno del republicano. “Pero tal resultado no es imposible”, agregaron, “y cualquier demora, sea cual sea, sería una sustitución profundamente insensata de un cálculo táctico en lugar de un principio constitucional. El daño que Trump ha causado no tiene precedentes y nuestros legisladores no deberían demorarse en hacerle rendir cuentas y establecer así una norma de conducta aceptable para los presidentes futuros”.
La revista de la orden religiosa del papa Francisco cerró su editorial urgiendo al Congreso a actuar de inmediato, “sin otra razón que registrar ante el tribunal superior de la historia la repugnancia colectiva de la nación” y asegurar que “semejante abuso depravado y pérfido del cargo presidencial” no vuelva a “mancillar el carácter” del país.
Thursday, April 1, 2021
Tuesday, March 30, 2021
Saturday, March 27, 2021
El sacerdote jesuita y amigo cercano de Biden está bajo investigación
La congregación religiosa no detalla los motivos que "rompen con los protocolos" por los que indaga a Kevin O'Brien

21 de Marzo 2021
Kevin O’Brien, sacerdote jesuita que presidió una misa inaugural para el presidente Joe Biden, está bajo investigación.
Las acusaciones no han sido especificadas por su congregación, pero como presidente de la Universidad de Santa Clara en el norte de California, según un comunicado de la junta directiva de la universidad, tuvo comportamientos inapropiados.
“Exhibió comportamientos en entornos de adultos, que consistían principalmente en conversaciones, que pueden ser inconsistentes con los protocolos y límites establecidos por los jesuitas”, según la declaración de John M. Sobrato, presidente de la junta.
O’Brien ofreció una misa en la Catedral de San Mateo el Apóstol, a la que acudieron la vicepresidenta Kamala Harris, sus familias y otros funcionarios electos.
El sacerdote conoce a la familia de Biden desde hace unos 15 años, según los reportes de cuando O’Brien acudió a Washington, D.C. Cuando se conocieron laboraba en la Universidad de Georgetown, otro colegio jesuita
Sobrato dijo que la universiad atiende las quejas que se presentan, sobre las cuales investiga.
O’Brien pidió licencia en su cargo y cooperará con la investigación independiente, la cual no tiene fecha de conclusión.
“Los jesuitas están sujetos a un código de conducta profesional y la provincia investiga las acusaciones que pueden violar o comprometer los límites establecidos”, dijo Tracey Primrose, portavoz de los jesuitas, a The Mercury News.
FuenteKevin O’Brien, sacerdote jesuita que presidió una misa inaugural para el presidente Joe Biden, está bajo investigación.
Las acusaciones no han sido especificadas por su congregación, pero como presidente de la Universidad de Santa Clara en el norte de California, según un comunicado de la junta directiva de la universidad, tuvo comportamientos inapropiados.
“Exhibió comportamientos en entornos de adultos, que consistían principalmente en conversaciones, que pueden ser inconsistentes con los protocolos y límites establecidos por los jesuitas”, según la declaración de John M. Sobrato, presidente de la junta.
O’Brien ofreció una misa en la Catedral de San Mateo el Apóstol, a la que acudieron la vicepresidenta Kamala Harris, sus familias y otros funcionarios electos.
El sacerdote conoce a la familia de Biden desde hace unos 15 años, según los reportes de cuando O’Brien acudió a Washington, D.C. Cuando se conocieron laboraba en la Universidad de Georgetown, otro colegio jesuita
Sobrato dijo que la universiad atiende las quejas que se presentan, sobre las cuales investiga.
O’Brien pidió licencia en su cargo y cooperará con la investigación independiente, la cual no tiene fecha de conclusión.
“Los jesuitas están sujetos a un código de conducta profesional y la provincia investiga las acusaciones que pueden violar o comprometer los límites establecidos”, dijo Tracey Primrose, portavoz de los jesuitas, a The Mercury News.
Friday, March 12, 2021
Friday, March 5, 2021
Saturday, February 20, 2021
Friday, February 19, 2021
Mario Draghi, hijo de la escuela de los jesuitas
Rossend Domènech
Roma - Miércoles, 17/02/2021 - 20:03
El nuevo primer ministro italiano ha estado involucrado en la historia política reciente de su país
El nuevo primer ministro italiano ha estado involucrado en la historia política reciente de su país

Mario Draghi. / FRANCOIS WALSCHAERTS (AFP)
"Dadnos para educar a un joven hasta que cumpla los 18 años y después haced de él lo que queráis". Una vez formado, ya no se le podrá cambiar. Esta máxima, que se atribuye a los colegios de los jesuitas, se ajusta como un traje a medida a la carrera de Mario Draghi, destacado exalumno del famoso colegio Massimo de Roma, conocido por haber sido la escuela de destacados directivos nacionales y mundiales.
Draghi adquirió renombre mundial como presidente del Banco Central Europeo (BCE), cargo que ocupó durante los años más duros de la crisis financiera. 'Whatever it takes', traducible como "cueste lo que cueste", fue una de sus frases más celebres en esa época. El economista italiano hizo que el BCE comprara sin límite deuda soberana de los países de la Unión Europea, dejando sin medios a los especuladores. Draghi salvó el euro.
La famosa frase 'Whatever it takes' está inspirada en las dos primeras palabras de los Ejercicios Espirituales de san Ignacio de Loyola, fundador de los jesuitas: "Todo modo". Es decir "cueste lo que cueste" y también "lo haré todo". En el libro están escritas las reglas y prácticas para lograr la perfección espiritual y moral que harán posible formar al "soldado" jesuita. El objetivo es que los seguidores del fundador sean prácticamente capaces de realizar lo que es necesario en un momento determinado. "Desarrollar el pensamiento crítico", dicen los jesuitas. Y sin pedir nunca un puesto, sino esperando a que te lo ofrezcan.
Capacidad de los mercados
El tecnócrata Draghi ha estado involucrado en las cuestiones y enredos más importantes de la historia reciente de Italia, antes y durante su mandato como gobernador del Banco Central de su país. Aconsejó a Romano Prodi cómo actuar con vistas a la entrada en el euro. También estuvo detrás de la decisión que tomó el también exprimer ministro Massimo D’Alema de privatizar la telefónica italiana (Telecom).
Durante su mandato obligó a los presidente des sociedades cotizadas en bolsa a hacer públicas las prebendas que recibían. Fue un abanderado de las denuncias a las 'stock option' que cobran los banqueros, una práctica que calificó de "éticamente intolerable", y fue critico con la capacidad de los mercados de autorregularse.
Poco antes de que fuera publicada, Draghi leyó (críticamente) la encíclica de Benedicto XVI 'Caritas in veritate'. Como dijo el analista Giorgio Meletti, "ejercer el liderazgo sin querer ser el capo".
Saturday, February 13, 2021
Sunday, January 31, 2021
Los jesuitas en el Capitolio de Biden y las contradicciones españolas

6'

El mantra de esa derecha de Vox que aplaudía a Aznar y vivió de su mandato hoy sufre un ataque de coherencia y avisa sobre los peligros de Lucifer instalado en el Capitolio
31/01/2021 05:00
Siempre me ha fascinado la rapidez, la claridad y sobre todo la displicencia de ciertos sectores de la sociedad que desde la barrera siempre saben lo que tiene que hacer el torero, pero cuando les toca ponerse delante de él ni hay faena, ni ruedo, ni siquiera arena que pisar y se vuelven hasta comprensivos con los antitaurinos. Siempre encuentran justificaciones para la propia incompetencia e ineficacia, abusan del victimismo y son implacables con el paisano de enfrente. Esquizofrenia compleja.
Leía esta semana cómo, por tercera legislatura, exalumnos educados por los jesuitas representan el diez por ciento del Congreso americano. Entre los 535 miembros del 117º Congreso de los Estados Unidos, 55 se graduaron en colegios y universidades jesuitas: 13 ocupan puestos en el Senado y 42 en la Cámara de Representantes. Este año, como novedades, han sido elegidos en 2020 el representante Mike García (republicano por California), Chris Jacobs (republicano por Nueva York) y August Pfluger (republicano por Texas). Asimismo, el senador Jon Ossoff (demócrata por Georgia) fue elegido en enero y juró el pasado miércoles 20 de enero. Aparte del encanto que tiene en este país reivindicar constantemente los orígenes, me sorprendió ver publicada en varios medios una nota de prensa en la que la asociación de antiguos alumnos de colegios y universidades de la Compañía de Jesús reivindicaban su red en puestos relevantes de la Administración americana. He mirado con detalle la larga lista de miembros y suma cerca de un 11% de los cargos en el Capitolio.
"Tengo la mente abierta y busco la verdad. Esas dos cosas, en las que definitivamente creo, provienen de los jesuitas"
El congresista demócrata por California Mark De Saulnier hablaba hace dos semanas del servicio público, la política y su educación: "Tengo la mente abierta y busco la verdad. Esas dos cosas, en las que definitivamente creo, provienen de los jesuitas. Creo que el servicio público es muy espiritual; lo he dicho a menudo. Creo que la Cámara de Representantes (el Congreso) es un sanctasanctórum de la evolución humana, y una educación jesuita tiene mucho que me ha impactado a mí y a mi sistema de creencias: que lo que hago no es un trabajo. No es solo un servicio público: está conectado con Dios". Como a muchos, me producen cierto pudor las confesiones públicas de este tipo en boca de políticos. Pero aquí, en Estados Unidos, es absolutamente normal, añade valor como dicen los cursis y he empezado a pensar que quizá lo 'anormal' sean las tragaderas relativistas que se han desarrollado entre diferentes sectores de la sociedad española. Y digo relativistas, porque con diferencia de pocos años, demasiado pocos, los púlpitos políticos, laicos y eclesiásticos se han convertido en una especie de selección natural entre los limpios y los impuros. Entre los de derechas 'de verdad' y los 'acomplejados'. Entre los que piensan que para ser español, la bandera hay que llevarla en la muñeca y el papa Francisco es un progre que pronto será sustituido por el cardenal Sarah, en esa suerte de cónclave nacional en el que ponen y quitan credos, fondos europeos y señalan a los tibios. Niegan la pandemia, te explican con una precisión científica al nivel de Lancet cómo con la vacuna van a insertarnos (o ensartarnos) un chip porque Bill Gates, Soros y ahora el 'senil' Biden y la 'maléfica' Kamala Harris están en el poder.

Detalle del templo jesuita de la Compañía de Jesús en Oaxaca México. (iStock)
Y leo y veo a gente de cierto nivel intelectual repetirlo una y otra vez, convertir estos nuevos mandamientos en mensajes de WhatsApp. Poco se habla, por cierto, de esa moda de si no estás en Signal o Telegram te ha poseído el espíritu de Lenin y formas parte de ese grupo de pobre gente manipulada, buenista e ignorante a la que todavía, ellos, no han podido iluminar. Y me quedo alucinada cuando me dicen por mensajes (anónimos o privados) que el confinamiento es una maravillosa experiencia familiar, que no valoro el regalo de poder ser la maestra de mis hijos; y así, como una butifarra eterna de chorradas, me reprenden y de paso hacen que se me caigan las pestañas de dos en dos cada vez que leo esas estupideces. Y empiezo a darle vueltas y vueltas y acabo siempre en un bucle en el que me siento como quieren que me vea: una rata de laboratorio, indefensa dando vueltas mientras el nuevo orden mundial dirige mi vida.
Confieso que he llegado al tope de gilipolleces. Con la edad me sube la tensión y al mismo tiempo la intolerancia a los profetas que se santiguan y aplastan. Cogen el incienso y con caídas de ojos y en medio de un éxtasis místico hablan de la manida unidad de España y señalan al católico Biden (y san Donald Trump) como la nueva clase política vendida al sistema imperante. El tema es que si él está de saldo, cómo estaba todo el gabinete de Gobierno de José María Aznar, todos a una, aquellos católicos del Majestic de 1996 reconvertidos en una aplastante mayoría absoluta que no hizo absolutamente nada en ese campo moral que ahora le exigen al presidente de Estados Unidos. Me pregunto por qué a toda esta nueva generación de seguidores de la cruzada de Vox no se les atragantaban las nóminas de entonces mientras nada de lo que supuestamente creían se materializaba en política. Y no hablo solo de ministros, diputados, sino de obispos y de laicos que entonces montaron sus grandes chiringuitos mediáticos y ahora escupen en la Cadena Cope sin ningún rastro de memoria ni pudor. Me irritan los sermones de los que miden los tiempos y juzgan según les sople el viento del éxito mundano. Y es que cuando se está fuera del terreno de juego, no hay nada más fácil que titular o escribir en las redes sociales. La gestión de lo público no ha sido, es ni será nunca un estado de pureza, primero por la condición humana de los que la protagonizan y segundo porque el poder suele, por lo general, corromper. Antes para conseguirlo y después para mantenerlo. Y no se me pongan las mantillas, se arrodillen y agarren los misales como si fuera esto el apocalipsis, porque esto es una realidad tan antigua como el Imperio romano. San Ignacio decía de manera demoledora que "mucha sabiduría unida a mediana santidad es preferible a mucha santidad con poca sabiduría". Urge, más que nunca, rescatarla.
Fuente
Y leo y veo a gente de cierto nivel intelectual repetirlo una y otra vez, convertir estos nuevos mandamientos en mensajes de WhatsApp. Poco se habla, por cierto, de esa moda de si no estás en Signal o Telegram te ha poseído el espíritu de Lenin y formas parte de ese grupo de pobre gente manipulada, buenista e ignorante a la que todavía, ellos, no han podido iluminar. Y me quedo alucinada cuando me dicen por mensajes (anónimos o privados) que el confinamiento es una maravillosa experiencia familiar, que no valoro el regalo de poder ser la maestra de mis hijos; y así, como una butifarra eterna de chorradas, me reprenden y de paso hacen que se me caigan las pestañas de dos en dos cada vez que leo esas estupideces. Y empiezo a darle vueltas y vueltas y acabo siempre en un bucle en el que me siento como quieren que me vea: una rata de laboratorio, indefensa dando vueltas mientras el nuevo orden mundial dirige mi vida.
Confieso que he llegado al tope de gilipolleces. Con la edad me sube la tensión y al mismo tiempo la intolerancia a los profetas que se santiguan y aplastan. Cogen el incienso y con caídas de ojos y en medio de un éxtasis místico hablan de la manida unidad de España y señalan al católico Biden (y san Donald Trump) como la nueva clase política vendida al sistema imperante. El tema es que si él está de saldo, cómo estaba todo el gabinete de Gobierno de José María Aznar, todos a una, aquellos católicos del Majestic de 1996 reconvertidos en una aplastante mayoría absoluta que no hizo absolutamente nada en ese campo moral que ahora le exigen al presidente de Estados Unidos. Me pregunto por qué a toda esta nueva generación de seguidores de la cruzada de Vox no se les atragantaban las nóminas de entonces mientras nada de lo que supuestamente creían se materializaba en política. Y no hablo solo de ministros, diputados, sino de obispos y de laicos que entonces montaron sus grandes chiringuitos mediáticos y ahora escupen en la Cadena Cope sin ningún rastro de memoria ni pudor. Me irritan los sermones de los que miden los tiempos y juzgan según les sople el viento del éxito mundano. Y es que cuando se está fuera del terreno de juego, no hay nada más fácil que titular o escribir en las redes sociales. La gestión de lo público no ha sido, es ni será nunca un estado de pureza, primero por la condición humana de los que la protagonizan y segundo porque el poder suele, por lo general, corromper. Antes para conseguirlo y después para mantenerlo. Y no se me pongan las mantillas, se arrodillen y agarren los misales como si fuera esto el apocalipsis, porque esto es una realidad tan antigua como el Imperio romano. San Ignacio decía de manera demoledora que "mucha sabiduría unida a mediana santidad es preferible a mucha santidad con poca sabiduría". Urge, más que nunca, rescatarla.
Fuente
Saturday, January 30, 2021
Tuesday, January 26, 2021
Los jesuitas indemnizarán a las víctimas de abusos cometidos por miembros de su orden en España
PEDERASTIA EN LA IGLESIA ESPAÑOLA
Los jesuitas indemnizarán a las víctimas de abusos cometidos por miembros de su orden en España
Es la primera vez que una institución religiosa del país afronta el reto de que salgan a la luz todos los casos del pasado. Pondrán en marcha un sistema de compensaciones que aplicarán caso por caso

Participantes en la concentración para denunciar la pederastia en los colegios en Barcelona, en 2016.ALBERT GARCÍA
IÑIGO DOMÍNGUEZ|JULIO NÚÑEZ
Madrid - 25 ENE 2021 - 09:13 CET
La Compañía de Jesús en España ha decidido pagar “compensaciones” económicas a las personas que hayan sido víctimas de abusos sexuales por miembros de su orden, en un paso sin precedentes en la Iglesia española, que hasta ahora se ha negado tanto a investigar los casos del pasado como a asumir el pago de indemnizaciones. El único caso puntual registrado hasta ahora fue el acuerdo de los Maristas de Cataluña con las familias de 25 víctimas de abusos en colegios, que pactaron el pago de 400.000 euros el mes pasado.
IN ENGLISH
In a first in Spain, Jesuits to pay compensation to victims of sexual abuse
La trascendencia de este paso estriba en que la congregación afronta, por primera vez en la Iglesia católica española, la vertiginosa posibilidad de que este anuncio haga salir a la luz numerosos casos que hasta ahora permanecían ocultos, como ha ocurrido en Estados Unidos y otros países. Varias diócesis norteamericanas han quebrado por hacer frente a las indemnizaciones y han tenido que vender edificios y propiedades. También los boy scouts de EE UU anunciaron hace un año su propósito de indemnizar a víctimas de abusos y en diez meses recibieron denuncias de 92.000 personas.
Los jesuitas, que en la actualidad gestionan 68 colegios y centros educativos en España, han sido los primeros y los únicos hasta ahora en hacer una investigación interna en profundidad. La presentaron el jueves tras dos años de trabajo y admite abusos sobre 81 menores y 37 adultos desde 1927.
Pidieron perdón a las víctimas y han puesto en marcha un plan de medidas para que no vuelva a ocurrir, llamado Sistema de Entorno Seguro, pero están dispuestos a ir más allá: “Estamos trabajando en cómo establecer un sistema de reparación, que esperamos tener listo próximamente, para ofrecer una compensación económica. Hay personas cuyos casos han prescrito y no pueden acudir a la justicia civil, y en ese caso estudiaremos caso por caso cómo hacerlo, con un abanico de opciones que se ajuste a las indemnizaciones de la justicia civil”, explica un portavoz.
Los jesuitas han reconocido que en siete casos ya han aportado “ayudas económicas” —prefieren esta expresión a “indemnizaciones”, más propio de una resolución judicial—. En uno de ellos, desvelado por este periódico, pagaron 72.000 euros en 2002 a Ángel Plaza, una víctima que sufrió abusos en Salamanca en los años ochenta. Es la única compensación cuya cuantía ha trascendido, y el importe lo fijó la propia víctima. Calculó dos millones de pesetas por gastos de terapia y 10 millones de indemnización, según su relato.
En los otros seis casos, asegura la orden, ya no se trató de desembolsos directos, sino que costearon terapias psicológicas. En la orden admiten que aún están ultimando la fórmula y resolviendo las dudas sobre cómo gestionar las solicitudes, ante la perspectiva de que surjan casos muy antiguos y difíciles de verificar. También se pretende actuar en casos en que las víctimas “no puedan o no quieran acudir a una reclamación judicial, de acuerdo con un convenio específico”. El correo electrónico de los jesuitas a disposición de las víctimas es: proteccion@jesuitas.es.
IÑIGO DOMÍNGUEZ|JULIO NÚÑEZ
Madrid - 25 ENE 2021 - 09:13 CET
La Compañía de Jesús en España ha decidido pagar “compensaciones” económicas a las personas que hayan sido víctimas de abusos sexuales por miembros de su orden, en un paso sin precedentes en la Iglesia española, que hasta ahora se ha negado tanto a investigar los casos del pasado como a asumir el pago de indemnizaciones. El único caso puntual registrado hasta ahora fue el acuerdo de los Maristas de Cataluña con las familias de 25 víctimas de abusos en colegios, que pactaron el pago de 400.000 euros el mes pasado.
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In a first in Spain, Jesuits to pay compensation to victims of sexual abuse
La trascendencia de este paso estriba en que la congregación afronta, por primera vez en la Iglesia católica española, la vertiginosa posibilidad de que este anuncio haga salir a la luz numerosos casos que hasta ahora permanecían ocultos, como ha ocurrido en Estados Unidos y otros países. Varias diócesis norteamericanas han quebrado por hacer frente a las indemnizaciones y han tenido que vender edificios y propiedades. También los boy scouts de EE UU anunciaron hace un año su propósito de indemnizar a víctimas de abusos y en diez meses recibieron denuncias de 92.000 personas.
Los jesuitas, que en la actualidad gestionan 68 colegios y centros educativos en España, han sido los primeros y los únicos hasta ahora en hacer una investigación interna en profundidad. La presentaron el jueves tras dos años de trabajo y admite abusos sobre 81 menores y 37 adultos desde 1927.
Pidieron perdón a las víctimas y han puesto en marcha un plan de medidas para que no vuelva a ocurrir, llamado Sistema de Entorno Seguro, pero están dispuestos a ir más allá: “Estamos trabajando en cómo establecer un sistema de reparación, que esperamos tener listo próximamente, para ofrecer una compensación económica. Hay personas cuyos casos han prescrito y no pueden acudir a la justicia civil, y en ese caso estudiaremos caso por caso cómo hacerlo, con un abanico de opciones que se ajuste a las indemnizaciones de la justicia civil”, explica un portavoz.
Los jesuitas han reconocido que en siete casos ya han aportado “ayudas económicas” —prefieren esta expresión a “indemnizaciones”, más propio de una resolución judicial—. En uno de ellos, desvelado por este periódico, pagaron 72.000 euros en 2002 a Ángel Plaza, una víctima que sufrió abusos en Salamanca en los años ochenta. Es la única compensación cuya cuantía ha trascendido, y el importe lo fijó la propia víctima. Calculó dos millones de pesetas por gastos de terapia y 10 millones de indemnización, según su relato.
En los otros seis casos, asegura la orden, ya no se trató de desembolsos directos, sino que costearon terapias psicológicas. En la orden admiten que aún están ultimando la fórmula y resolviendo las dudas sobre cómo gestionar las solicitudes, ante la perspectiva de que surjan casos muy antiguos y difíciles de verificar. También se pretende actuar en casos en que las víctimas “no puedan o no quieran acudir a una reclamación judicial, de acuerdo con un convenio específico”. El correo electrónico de los jesuitas a disposición de las víctimas es: proteccion@jesuitas.es.
EL PAÍS contabiliza por primera vez los casos de abusos conocidos, lo que incluye sentencias, investigaciones periodísticas y denuncias públicas que hayan destapado los posibles delitos de un religioso español.
Ángel Plaza, aquella primera víctima indemnizada en 2002 por los jesuitas, valora así el anuncio de la congregación: “El daño del abuso no se puede reparar con dinero, es para toda la vida. Una vez que hemos perdido la infancia y la inocencia, ya no son recuperables. La capacidad de tener una vida normal para una persona que ha sufrido abusos sexuales en la infancia depende de muchos factores, su entorno, su capacidad de resiliencia… pero tenemos que aceptar que nunca será la misma vida que hubiera sido sin el abuso. Esto es fácilmente comprensible en el caso de personas que sufren accidentes que les dejan con minusvalías físicas, pero más difícil de entender cuando los daños son en la personalidad y en la psique. Los daños no son los mismos para todas las personas porque dependen de muchas circunstancias, por tanto, las indemnizaciones no deberían ser las mismas necesariamente”.
En cuanto a la investigación interna, opina que “desde 1927 son muchos años para pensar que nadie nunca supo nada en la orden”. “Los jesuitas deberían no solamente hacer un ejercicio para contar casos de abusos, sino un verdadero examen de conciencia para saber qué ha pasado en sus conciencias para no escandalizarse de lo que muchos superiores, y muchos jesuitas con un poco de inteligencia y perspicacia, podían observar todos los días sentados en su mesa de comunidad. Sin duda no todos los jesuitas son unos pedófilos, sin duda hay verdaderos santos, pero ha llegado la hora de siega, que cuenten con calma sus depravados, y cuántos santos quedan”, concluye.
Para Juan Cuatrecasas, padre de una víctima en el caso del colegio Gaztelueta del Opus Dei, en Bizkaia, y presidente de la asociación Infancia Robada, la decisión de los jesuitas es un paso muy grande en la lucha contra la pederastia en la Iglesia, “que deben imitar otras instituciones religiosas, como el Opus Dei o la propia Conferencia Episcopal (CEE), que hasta ahora han guardado silencio sobre este tema”. Cuatrecasas, no obstante, insiste en que la entrega de estas ayudas debe estudiarse de manera individual y según la situación de cada afectado: “No es lo mismo una víctima de 20 años que una de 80. La primera aún tiene la vida por delante y necesitará de un apoyo constante. De ahí que sea necesario un seguimiento continuo de su situación. La indemnización, más allá de un dinero equis, debe incluir otros elementos que faciliten la integración social, laboral y emocional de las víctimas”.
“ES JUSTO QUE ALGUNAS VÍCTIMAS PIDAN AHORA CANTIDADES ASTRONÓMICAS”
Los jesuitas ya han pagado al menos una vez, según han admitido, una compensación económica a una víctima. Fue en 2002 y abonaron 72.000 euros a Ángel Plaza, que hoy tiene 51 años y sufrió abusos en Salamanca del jesuita José María Sánchez Nieto (en la imagen). En otros seis casos han admitido que han costeado las terapias de las víctimas. En el caso de Plaza, fue su psicóloga la que le sugirió que debería pedir una compensación, como una forma de que los jesuitas asumieran su responsabilidad. Que lo hicieran tuvo un efecto terapéutico, le ayudó en su recuperación: “El hecho de pedir una indemnización es una forma para la víctima de reconocer interiormente la importancia del daño y la capacidad de enfrentarlo. Si los jesuitas reparten limosnas sin que las víctimas hayan participado en ese proceso de forma activa, no creo que el proceso vaya a ser curativo. La pregunta que me hizo mi terapeuta fue: ¿cuánto dinero pedirías por el daño sufrido? Creo que es justo que algunas víctimas pidan cantidades astronómicas, porque el daño es fundamentalmente irreparable y en algunos casos les ha conducido al suicidio”.“La primera vez que un jesuita habló de dinero conmigo fue en Salamanca, en 1996. Me dijo: “Estas cosas se solucionan como en EE UU, con dinero”. A mí me pareció una reflexión obscena viniendo de un jesuita que se había significado por la opción preferencial de los pobres. Pero en 2002 empecé una terapia. Mi terapeuta vivía en otro país y la factura era considerable. Yo pensé que todos esos gastos deberían de ser pagados por los jesuitas, siendo ellos los únicos responsables de todo aquel lío”. Su terapeuta le pidió que calculara una cantidad que considerara justa y pidió 12 millones de pesetas, unos 72.000 euros. Pero pidió tres cosas más: una carta oficial escrita por la Compañía donde reconocieran los hechos; otra del agresor en la que le pidiera perdón a él y a sus padres; y por último, que le informaran de lo que iban a hacer con el religioso a partir de ese momento y que no estuviera nunca más en contacto con menores. “Solo se ocuparon del punto 1, el dinero”.
Las cifras del estudio suponen que el 1% de los jesuitas que han pasado por la orden desde 1927 en España cometieron abusos, pero las asociaciones de víctimas las consideran “ridículas”, aunque sea el primer paso en la buena dirección. El informe se basa en la revisión de archivos, con casos que fueron encubiertos en su día, y los testimonios de víctimas y testigos que han acudido a la congregación. En todo caso, la investigación ha hecho saltar las escasas estadísticas de abusos en la Iglesia española. El recuento que lleva este periódico, ante la ausencia de datos oficiales y solo a través de sentencias conocidas y hemerotecas, contabiliza únicamente 123 casos desde 1986, con cerca de 400 víctimas. La gran mayoría han salido a la luz en los últimos dos años, a partir de octubre 2018, cuando empezaron las investigaciones de EL PAÍS. Se estima que ocho de los casos del informe, con 11 víctimas, ya habían trascendido, luego la investigación de los jesuitas, por sí sola, dispara los datos en un 56%.
Las contadas indemnizaciones de la Iglesia que se conocen en casos que han llegado a los tribunales han sido variables. En 2007, el Tribunal Supremo condenó al arzobispado de Madrid como responsable subsidiario en el caso del cura pederasta del barrio madrileño de Aluche a pagar una multa de 30.000 a la víctima. Respecto a las 70 diócesis españolas, solo la de Cartagena anunció en mayo de 2020 que pagará indemnizaciones a las víctimas de abusos de casos prescritos. Las cantidades, precisó, no serían impuestas por la diócesis, sino que se establecerían tras un acuerdo entre el abogado del obispado y el de la víctima. Otros obispos, como el de Bilbao, Mario Iceta, han declarado que ven “valioso” que la Iglesia española estudie indemnizar a sus víctimas con fondos propios. Pero son casos aislados. Es Francia, los obispos aprobaron en 2019 entregar compensaciones económicas con una cuantía fija, aunque no precisaron la cifra. Para ello, pidieron a los fieles ayudar con donaciones.
En EE UU, algunas diócesis y asociaciones han recibido una avalancha de peticiones tras el anuncio del pago de indemnizaciones. Las cantidades pagadas son heterogéneas. Una de las más altas es la promesa de la diócesis de Brooklyn en Nueva York de 27,5 millones de dólares (unos 22,5 millones de euros) a cuatro víctimas de un profesor laico de religión contratado por la parroquia de St. Lucy-St. Patrick. Cifras millonarias que han llevado a otros obispados estadounidenses a la quiebra, como los de Portland (Oregón), San Diego (California) o la diócesis de Rockville Centre (en Nueva York) que no puede hacer frente a las demandas de más de 300 víctimas.
La Conferencia Episcopal se niega a investigar el pasado
La Conferencia Episcopal Española (CEE), a diferencia de la Iglesia de Irlanda, Francia o Alemania, se ha negado hasta ahora tanto a emprender una investigación interna y revelar la verdad de lo ocurrido, como a asumir compensaciones. Tampoco ninguna otra orden religiosa, al margen de los jesuitas, ha querido hacerlo. El único precedente es el de los Maristas de Cataluña, que constituyeron en febrero de 2020 una comisión independiente junto con la Fundación Mans Petites, creada por Manuel Barbero, padre de una de las víctimas. Investigaron caso por caso y establecieron los daños sufridos, las secuelas y el derecho a recibir indemnización. Acordaron pagar unos 400.000 euros a 25 antiguos alumnos que fueron abusados por miembros de la congregación en colegios catalanes. Algunos de los casos se remontan a 1960 y todos estaban prescritos en la justicia civil. Un total de 18 profesores o monitores de colegios Maristas habían sido denunciados por abusos cometidos desde los años 60, tras una investigación de El Periódico, pero solo uno de ellos, el profesor de Educación Física Joaquín Benítez, fue condenado a 21 años de cárcel el año pasado.
Expertos canónicos han explicado que las diócesis tienen la obligación de informar a las víctimas de que tienen derecho a pedir una compensación económica antes de que se inicie el proceso eclesiástico. Sin embargo, la mayoría de las víctimas entrevistadas por EL PAÍS aseguran que nunca se les habló de esta posibilidad.
Si conoce algún caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escríbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
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Los jesuitas admiten abusos a 81 menores desde 1927

5. 26-01-2021 08:59
Kiko Neville
Yo recomiendo desconfiar del cura progre y del demasiado conservador. Y sobre todo del plumas. Hay aves que vuelan en cuanto pueden. Enciérrate en un palomar.

4. 25-01-2021 13:59
ANTONIO MORALES
Malo sera que las indemnizaciones no las termine pagando el estado como los IBI,los sueldos de los curas y maestros de religion y los despidos improcedentes.La iglesia en España siempre se va de rositas.

3. 25-01-2021 11:22
ECOS ECO
La actual Iglesia Católica está podrida, es un nido de víboras, un foco de degeneración y abusos, gobernada desde el Vaticano. Que paguen indemnizaciones está bien, pero también la sociedad debe exigir que asuman responsabilidades ante la justicia terrenal como todo hijo de vecino, pues como tal se han comportado.

2. 25-01-2021 08:10
Carlos Martinez
Demostrarán que las victimas son los abusadores, y para entonces habrán prescrito. Lo que leyeron de que "lo que hagáis a uno de estos niños, me lo hacéis a mi" dicho por el mismo Jesucristo no lo han entendido.

1. 25-01-2021 07:16
Fernando Torres
En cierta manera el verdadero problema no son los abusos en sí mismos (siempre ha habido y siempre habrá, como siempre ha habido criminales). El otro problema, tan grande o más que el anterior, es la capa de encubrimientos y mentiras que han hecho las instituciones para proteger su imagen pública y para protegerse a sí mismas en la persona de sus responsables. Han sido años de encubrimientos y poner difícil la vida a las víctimas, años en los que las víctimas han sido revictimizadas, mareadas, ignoradas, escondidas. Y eso no por obra de aquel abusador de su infancia sino por obra de la institución. O las instituciones religiosas (o de cualquier tipo) se enfrentan a este segundo aspecto del problema o lo que estarán haciendo es simplemente buscar un chivo expiatorio (el abusador) para no pensar en esos años y acciones directas de encubrimiento.
Saturday, January 23, 2021
Los jesuitas, la orden del papa Francisco, pidieron también el juicio político de Donald Trump
La publicación “America”, la voz de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos, solicitó en un editorial que el Congreso someta a un proceso de impeachment al presidente por haber “incitado” a “una turba sediciosa” a irrumpir en el Capitolio el 6 de enero, cuando se realizaba la certificación de Joe Biden
11 de Enero de 2021
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"Minutos antes de esta calamidad previsible, el presidente Donald J. Trump dio uno de sus habituales discursos demagógicos en un acto frente a la Explanada Nacional", describió la publicación de la Compañía de Jesús al acto "Save America" del 6 de enero. (Eric Lee/Bloomberg)
“Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”: en un artículo firmado por el conjunto de sus editores, America, la publicación semanal de los jesuitas en los Estados Unidos, se sumó a las voces que solicitan que el Congreso someta a impeachment al presidente por haber “incitado” a “una turba sediciosa” a irrumpir en el Capitolio el 6 de enero, en el momento en que se realizaba la certificación de Joe Biden como presidente electo.
La publicación de la orden religiosa a la que pertenece el papa Francisco subrayó que “el asalto a la capital nacional será recordado como uno de los acontecimientos más viles de la historia estadounidense” y que “no deberían quedar dudas sobre por qué sucedió y quién lo causó”.
Con el título “Someter a juicio político y condenar, ahora mismo”, el editorial de la publicación que dirige Matt Malone —que está asociada a la web The Jesuit Post y al podcast Jesuitical— recordó en su primer párrafo que “al menos cinco personas han muerto, incluido un policía del Capitolio que fue apaleado mientras defendía la casa del pueblo” y que “un segundo oficial de la policía del Capitolio, que respondió al salto, se suicidó el 10 de enero”.
“Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”: en un artículo firmado por el conjunto de sus editores, America, la publicación semanal de los jesuitas en los Estados Unidos, se sumó a las voces que solicitan que el Congreso someta a impeachment al presidente por haber “incitado” a “una turba sediciosa” a irrumpir en el Capitolio el 6 de enero, en el momento en que se realizaba la certificación de Joe Biden como presidente electo.
La publicación de la orden religiosa a la que pertenece el papa Francisco subrayó que “el asalto a la capital nacional será recordado como uno de los acontecimientos más viles de la historia estadounidense” y que “no deberían quedar dudas sobre por qué sucedió y quién lo causó”.
Con el título “Someter a juicio político y condenar, ahora mismo”, el editorial de la publicación que dirige Matt Malone —que está asociada a la web The Jesuit Post y al podcast Jesuitical— recordó en su primer párrafo que “al menos cinco personas han muerto, incluido un policía del Capitolio que fue apaleado mientras defendía la casa del pueblo” y que “un segundo oficial de la policía del Capitolio, que respondió al salto, se suicidó el 10 de enero”.
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“Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”, demandaron en el editorial de America los jesuitas de EEUU
Tras calificar de “insurrectos” a los fanáticos de Trump que forzaron la evacuación de los legisladores a un lugar seguro, el editorial de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos destacó que muchos de ellos llevaban “equipo de combate y armas automáticas” y que aun aquellos que no llegaron así preparados “convirtieron las vallas metálicas, los escudos de la policía, las astas de las banderas y los extintores de incendios en armas improvisadas, que esgrimieron con ferocidad mientras gritaban invectivas racistas y antisemitas”.
El ataque, “horrible y repugnante”, según el medio de noticias y opinión sobre catolicismo y política en los Estados Unidos, “podría haber sido peor”. Desarrolló: “Docenas de los sediciosos que rondaron por el Capitolio también llevaban bolsos de lona, cualquiera de los cuales podría haber contenido los medios para asesinar a la rama legislativa del gobierno federal en su conjunto, incluidas las primeras tres personas en la línea de sucesión presidencial. Algunos de ellos cantaban ‘Cuelguen a Mike Pence’; otros habían erigido una horca improvisada cerca del estanque reflectante del monumento a Lincoln”.
El semanario fundado en 1909 argumentó: “Minutos antes de esta calamidad previsible, el presidente Donald J. Trump dio uno de sus habituales discursos demagógicos en un acto frente a la Explanada Nacional. Más de una docena de veces en apenas 90 minutos, el presidente afirmó, osadamente y sin fundamento, que le habían robado las elecciones presidenciales de 2020: la misma mentira que ha repetido a diario desde el 4 de noviembre”.
Tras calificar de “insurrectos” a los fanáticos de Trump que forzaron la evacuación de los legisladores a un lugar seguro, el editorial de la Compañía de Jesús en los Estados Unidos destacó que muchos de ellos llevaban “equipo de combate y armas automáticas” y que aun aquellos que no llegaron así preparados “convirtieron las vallas metálicas, los escudos de la policía, las astas de las banderas y los extintores de incendios en armas improvisadas, que esgrimieron con ferocidad mientras gritaban invectivas racistas y antisemitas”.
El ataque, “horrible y repugnante”, según el medio de noticias y opinión sobre catolicismo y política en los Estados Unidos, “podría haber sido peor”. Desarrolló: “Docenas de los sediciosos que rondaron por el Capitolio también llevaban bolsos de lona, cualquiera de los cuales podría haber contenido los medios para asesinar a la rama legislativa del gobierno federal en su conjunto, incluidas las primeras tres personas en la línea de sucesión presidencial. Algunos de ellos cantaban ‘Cuelguen a Mike Pence’; otros habían erigido una horca improvisada cerca del estanque reflectante del monumento a Lincoln”.
El semanario fundado en 1909 argumentó: “Minutos antes de esta calamidad previsible, el presidente Donald J. Trump dio uno de sus habituales discursos demagógicos en un acto frente a la Explanada Nacional. Más de una docena de veces en apenas 90 minutos, el presidente afirmó, osadamente y sin fundamento, que le habían robado las elecciones presidenciales de 2020: la misma mentira que ha repetido a diario desde el 4 de noviembre”.
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El ataque, “horrible y repugnante”, según los jesuitas de los Estados Unidos, “podría haber sido peor”: recordaron que muchos asaltantes iban armados y gritaban "Cuelguen a Mike Pence". (REUTERS/Leah Millis)
Con la inclinación política liberal que los identifica, los editores de America acusaron: “Para avivar la ira de la multitud con su deshonestidad calculada, Trump dijo a la turba que ‘nuestro país ya ha tenido suficiente, no lo aguantaremos más’. Luego animó a la multitud a marchar hacia el Capitolio para darles a los republicanos que allí estaban ‘la clase de orgullo y audacia que necesitan para recuperar nuestro país’”.
Para argumentar que no se trataba de un mero ejercicio de la libertad de expresión, los jesuitas agregaron que el presidente “organizó un grupo de oradores que a sabiendas gritaron ‘fuego’ en un teatro lleno”. Aludieron así al famoso fallo de la Corte Suprema estadounidense, Schenck v. Estados Unidos, que estableció: “La protección más estricta de la libertad de expresión no protegería a un hombre que gritara falsamente fuego en un teatro y causara pánico”, por lo cual las acusaciones engañosas no cuentan como expresión protegida por el derecho.
“Momentos antes de la presentación de Trump, su abogado personal y ex alcalde de la ciudad de Nueva York, Rudolph W. Giuliani, se dirigió a la misma multitud y pidió un ‘juicio con combate’ contra los demócratas: una referencia escandalosamente abierta a resolver una disputa mediante la confrontación física”, siguió el editorial. “El hijo del presidente, Donald J. Trump Jr., usó la misma plataforma para hacer pública una advertencia a los miembros del Congreso republicanos indecisos: ‘Vamos a por ustedes’. Junta a todas estas frases provocadoras, la sugerencia dudosamente sincera y efímera de Trump a la multitud, de ‘hacer escuchar sus voces pacífica y patrióticamente’, fue manifiestamente insuficiente en el mejor de los casos”.
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“Para avivar la ira de la multitud con su deshonestidad calculada, Trump dijo a la turba que ‘nuestro país ya ha tenido suficiente, no lo aguantaremos más’. Luego animó a la multitud a marchar hacia el Capitolio", expresó el editorial de los jesuitas (Bloomberg)
El editorial —promovido en Twitter por James Martin, consultor del Dicasterio para la Comunicación de Vatican News y una firma habitual de America— recordó también el uso que el presidente saliente dio a su cuenta de Twitter, luego suspendida.
“En un mensaje grabado que se difundió esa tarde, Trump dijo a la turba amotinada ‘los amamos’ y repitió una vez más la mentira de que le habían quitado su victoria electoral con un engaño. Sin dudas, el presidente dijo palabras bonitas en Twitter y en el video para pedir paz, pero cualquier persona razonable habría visto allí el guiño que eso fue en realidad. Y aun si finalmente, a regañadientes, reconoció que el 20 de enero asumirá un nuevo gobierno, Trump no ha asumido la responsabilidad ni ha expresado su arrepentimiento por instigar el asalto, y ha confirmado que él no asistirá a la toma de posesión de su sucesor debidamente elegido”.
Tras señalar que en los 244 años de historia estadounidense no sucedió un hecho como el del 6 de enero de 2021, el editorial concluyó: “Donald J. Trump debería ser sometido a juicio político, destituido y excluido de cualquier cargo federal futuro, inmediatamente”.
The Jesuit and lay editors of America Media @americamag add our voices to the chorus: "Impeach. Convict. Now." https://t.co/Qls5cEzWUE— James Martin, SJ (@JamesMartinSJ) January 11, 2021
Los jesuitas reconocieron que el impeachment y la condena de Trump son algo improbable dados los escasos días que restan del gobierno del republicano. “Pero tal resultado no es imposible”, agregaron, “y cualquier demora, sea cual sea, sería una sustitución profundamente insensata de un cálculo táctico en lugar de un principio constitucional. El daño que Trump ha causado no tiene precedentes y nuestros legisladores no deberían demorarse en hacerle rendir cuentas y establecer así una norma de conducta aceptable para los presidentes futuros”.
La revista de la orden religiosa del papa Francisco cerró su editorial urgiendo al Congreso a actuar de inmediato, “sin otra razón que registrar ante el tribunal superior de la historia la repugnancia colectiva de la nación” y asegurar que “semejante abuso depravado y pérfido del cargo presidencial” no vuelva a “mancillar el carácter” del país.
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Friday, January 15, 2021
Saturday, January 9, 2021
Jesuita Leo O´Donovan bendecirá el comienzo de la era Biden
Por: Christian Redondo - Enero 08, 2021 - 08:33 p.m.
INTERNACIONAL

Foto: @jesuitswest
El padre jesuita Leo O´Donovan, expresidente de la Universidad de Georgetown, y amigo de la familia Biden, será el encargado de hacer la oración de la inauguración presidencial de Joe Biden el 20 de enero.
De acuerdo con el portal estadounidense, National Catholic Reporter, Biden lo llamó personalmente y le ofreció ser la persona encargada de realizar la oración del inicio de la Presidencia del segundo católico que se va a sentar en el despacho oval en la historia de Estados Unidos.
O´Donovan ha estado muy de cerca con la familia Biden, incluso en 2015, presidió la misa fúnebre del hijo mayor de Biden, Beau, después de fallecer de cáncer cerebral a la edad de 46 años.
Además, a Biden se le ha visto con frecuencia en la iglesia de la universidad jesuita de Georgetown, donde estudió otro de sus hijos. Estando allí, O´Donovan lo invitó a ofrecer su testimonio como católico cuando éste era senador por el estado de Delaware.
O´Donovan es ahora director en el Servicio Jesuita a Refugiados, donde también Biden ha colaborado recaudando fondos.
Saturday, January 2, 2021
Tuesday, December 22, 2020
Saturday, December 12, 2020
Los jesuitas: los milicianos intelectuales de la Iglesia

Fuente: María Canora.
9 agosto, 2020
María Canora
@MariaCanora
La Compañía de Jesús es una de las órdenes religiosas más influyentes de la Iglesia católica. Siempre objeto de controversia y conflicto, desde sus orígenes los jesuitas han estado a la vanguardia del catolicismo como verdaderos agentes políticos e intelectuales. En otros tiempos la orden fue la oveja negra de la Iglesia, fue expulsada de muchos países en varias ocasiones y llegó a ser disuelta, pero hoy tiene el orgullo de estar representada en lo más alto: el papa Francisco es jesuita.
Dentro de la Iglesia Católica existen múltiples corrientes, órdenes y congregaciones que viven su fe y se expresan espiritual y políticamente de formas diversas. Varias de estas órdenes han destacado a lo largo de la historia, ya fuera por su poder e influencia, sus costumbres o sus ideas. Pero existe una especialmente controvertida, amada y odiada a partes iguales, que ha resultado decisiva en la evolución de la Iglesia: la Compañía de Jesús, los jesuitas.
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Agentes sospechosos para la Inquisición, pioneros evangelizadores en Asia y Latinoamérica, milicianos del Papa y castigados por él, intelectuales y científicos, confesores de príncipes, educadores de élites, obreros del pueblo y defensores de migrantes. Los jesuitas han encarnado un cristianismo de múltiples caras a las que desde el año 2013 se le añade una más: la dignidad papal. El papa Francisco, jesuita argentino, está imprimiendo un cambio radical en la Iglesia. Y entenderlo requiere mirar hacia atrás. Quinientos años atrás, concretamente.
Orígenes
La Compañía de Jesús fue fundada en 1534 por el militar español Ignacio de Loyola tras ser herido en batalla y experimentar una reconversión a la fe. Junto a tres compañeros estudiantes de filosofía en París, Loyola desarrolló una espiritualidad moderna de inspiración renacentista que en sus primeros años le valió la desconfianza de la Inquisición. Sin embargo, fue precisamente este carácter moderno y su voluntad de obediencia absoluta a la jerarquía eclesiástica lo que hizo que el papa Pablo III reconociera a la Compañía en 1540 en un contexto de profunda inestabilidad en el cristianismo: el movimiento reformista liderado por Martín Lutero amenazaba la unidad de la hasta entonces todopoderosa Iglesia romana.
Entre otras críticas a la doctrina católica, Lutero negaba la jurisdicción del Papa sobre toda la cristiandad. Esta tensión acabó provocando un cisma en la Iglesia, de la que nacieron numerosas iglesias protestantes. Como respuesta, la Iglesia de Roma inició un proceso de renovación conocido como Contrarreforma, en la que la Compañía de Jesús fue un instrumento fundamental. Los jesuitas destacaron en el Concilio de Trento —convocado como respuesta a la Reforma luterana— por su intelectualidad, combatiendo el movimiento protestante desde la teología. Por otro lado, la Compañía de Jesús consagró su fidelidad al Papa añadiendo un cuarto voto de obediencia absoluta al sumo pontífice a los habituales de pobreza, obediencia y castidad, comunes a todas las órdenes católicas. Los jesuitas se transformaron así en los milicianos del santo padre, reafirmando su autoridad frente a la Reforma y las continuas limitaciones que le imponían las monarquías católicas de España y Francia.
Tras la Reforma el cristianismo occidental se escindió en varias corrientes protestantes, lo que supuso un duro golpe para la autoridad papal.
La Compañía pronto comenzó a aumentar. A su cabeza se situó el padre general, elegido con carácter vitalicio por la Congregación General, máximo órgano de gobierno de la orden, que únicamente se convocaba para tomar decisiones de gran trascendencia. Además, la Compañía se diferenció de otras órdenes religiosas por la larga formación intelectual que tenían que superar sus novicios, que estudiaban filosofía, teología, artes, ciencias y política durante unos siete años.
Educación y misiones
Durante los siglos XVI y XVII los jesuitas se expandieron por Europa, Asia y América con vocación educativa, evangelizadora y misionera. En Europa fundaron cientos de seminarios, colegios y universidades que rápidamente adquirieron gran prestigio. Su sólida preparación teológica y cultural les permitió ascender a posiciones de importancia en el clero y a los consejos de reyes y príncipes, conquistando privilegios especiales y un alto grado de independencia dentro de la jerarquía católica.
Su ambición evangelizadora también los llevó a Asia y Latinoamérica en el contexto de la expansión y colonización española, cuando los jesuitas actuaron como agentes del cristianismo en las actuales India, Japón, China, Filipinas, Brasil, Paraguay, Perú o México. Pronto destacaron por su peculiar manera de evangelizar a los paganos. Al contrario que otras órdenes religiosas que imponían el modo de vida y la religión europea por la fuerza, los jesuitas abordaron su misión desde una perspectiva más antropológica. Su método, conocido como “inculturación”, consistía en sumergirse en la cultura local, aprender su lengua, estudiar sus costumbres e integrarse en su sociedad para después establecer un diálogo religioso con el objetivo de conseguir la conversión al cristianismo de la población nativa. Su defensa de la adaptación del culto cristiano a la cultura local —con la celebración de la misa en chino, cantos litúrgicos en guaraní o indumentaria budista— les hizo ser muy criticados dentro de algunos sectores de la Iglesia.
La Compañía pronto comenzó a aumentar. A su cabeza se situó el padre general, elegido con carácter vitalicio por la Congregación General, máximo órgano de gobierno de la orden, que únicamente se convocaba para tomar decisiones de gran trascendencia. Además, la Compañía se diferenció de otras órdenes religiosas por la larga formación intelectual que tenían que superar sus novicios, que estudiaban filosofía, teología, artes, ciencias y política durante unos siete años.
Educación y misiones
Durante los siglos XVI y XVII los jesuitas se expandieron por Europa, Asia y América con vocación educativa, evangelizadora y misionera. En Europa fundaron cientos de seminarios, colegios y universidades que rápidamente adquirieron gran prestigio. Su sólida preparación teológica y cultural les permitió ascender a posiciones de importancia en el clero y a los consejos de reyes y príncipes, conquistando privilegios especiales y un alto grado de independencia dentro de la jerarquía católica.
Su ambición evangelizadora también los llevó a Asia y Latinoamérica en el contexto de la expansión y colonización española, cuando los jesuitas actuaron como agentes del cristianismo en las actuales India, Japón, China, Filipinas, Brasil, Paraguay, Perú o México. Pronto destacaron por su peculiar manera de evangelizar a los paganos. Al contrario que otras órdenes religiosas que imponían el modo de vida y la religión europea por la fuerza, los jesuitas abordaron su misión desde una perspectiva más antropológica. Su método, conocido como “inculturación”, consistía en sumergirse en la cultura local, aprender su lengua, estudiar sus costumbres e integrarse en su sociedad para después establecer un diálogo religioso con el objetivo de conseguir la conversión al cristianismo de la población nativa. Su defensa de la adaptación del culto cristiano a la cultura local —con la celebración de la misa en chino, cantos litúrgicos en guaraní o indumentaria budista— les hizo ser muy criticados dentro de algunos sectores de la Iglesia.

El jesuita Matteo Ricci con Xu Guangqi, burócrata chino de la dinastía Ming, en una publicación china de 1607. Fuente: Wikimedia
Los siglos XVII y XVIII fueron un periodo de expansión, estructuración y consolidación misionera en los territorios de ultramar, especialmente en América. La Compañía de Jesús jugó un papel clave en la colonización española, conteniendo la expansión portuguesa a lo largo de una frontera poco definida, viajando por el territorio y fundando misiones en las zonas limítrofes. El propósito de los jesuitas era aprovechar la fundación de los poblados indígenas, las “reducciones”, para construir una sociedad desde cero alejada de los males y la corrupción moral de la sociedad europea. Las reducciones jesuíticas se convirtieron en poblados comunitarios con estructuras administrativas, económicas y culturas muy avanzadas, basadas en el sincretismo religioso entre las culturas indígena y cristiana.
Sin embargo, la prosperidad e independencia de las reducciones y la beligerancia de los jesuitas contra los cazadores de esclavos y el resto de los colonizadores comenzó a generar malestar en las monarquías europeas a mediados del siglo XVIII. En 1754 los indígenas guaraníes de las misiones jesuíticas se enfrentaron a las fuerzas españolas y portuguesas con motivo del Tratado de Madrid, que redefinía la frontera entre ambas potencias e implicaba cambios en el territorio indígena. Los jesuitas fueron acusados de instigar la resistencia, no solo en las colonias, sino también en Europa. Algunos intelectuales jesuitas habían desarrollado incluso el concepto de tiranicidio, que justificaba el asesinato del rey en el caso de que este se volviese un tirano.
La creciente influencia cultural y política de los jesuitas, sus desacuerdos con los teóricos de la Ilustración y, sobre todo, su voto de obediencia al Papa hicieron que los reyes europeos les consideraran una amenaza para su despotismo ilustrado. En 1758 fueron expulsados de Portugal y sus dominios, y en 1767 de España y sus territorios de ultramar. La fuerte presión de los Gobiernos católicos hizo que el Papa Clemente XIV disolviera a la Compañía en 1773. Algunos jesuitas fueron apresados, otros optaron por convertirse al clero secular. Sin embargo, unos pocos cientos se refugiaron en Rusia, aceptando la oferta de asilo de la zarina Catalina la Grande, que se negó a promulgar el edicto de supresión emitido por el Papa.
La Compañía de Jesús no fue restituida hasta 41 años más tarde, en 1814. La ideología liberal y anticlerical nacida en la Revolución francesa y consolidada en las guerras de independencia hispanoamericanas amenazaba el poder de la Iglesia y las monarquías europeas. En su lucha por defender el Antiguo Régimen, el Papado devolvió a la vida a su milicia, aunque eso no significa que la Compañía fuera bien recibida. Durante el siglo XIX los jesuitas fueron expulsados de los territorios donde se produjeron revoluciones liberales tanto en Europa como en Latinoamérica: en 1834 de Portugal, en 1848 de Austria, en 1850 de Colombia o en 1852 de Ecuador, entre otros. Pese a todo, la Compañía siguió creciendo en número e influencia a través de su labor educativa y misionera gracias a su cercanía con las élites conservadoras.
Nacer de nuevo: el aggiornamiento
La devastadora desigualdad social y económica consecuencia de la Revolución Industrial hizo que paulatinamente la Compañía de Jesús cuestionara su forma de relacionarse con el mundo. Los intelectuales jesuitas abordaron la cuestión obrera y desarrollaron el concepto de “justicia social”, sentando las bases para la futura doctrina social de la Iglesia. En el contexto de las graves convulsiones políticas a principios del siglo XX y las dos guerras mundiales, los jesuitas mantuvieron una relación ambivalente con los fascismos europeos. Cada vez más cercanos al pueblo y críticos con el poder, la Compañía se puso de lado de la resistencia contra los nazis. En España, tras ser readmitidos por Franco —pues habían sido nuevamente expulsados por el Gobierno izquierdista de la Segunda República—, los jesuitas se unieron al movimiento obrero y sindical, dándole la espalda a la Iglesia católica, que colaboraba con el régimen franquista, y abriendo una brecha con la Santa Sede.
A finales de los años sesenta se evidenció la crisis interna que se vivía en la Iglesia católica. Con el objetivo de renovarla y abrirse al mundo, el papa Juan XXIII convocó en 1962 el Concilio Vaticano II, que reunió a los obispos para debatir y tomar decisiones que diesen respuesta al deseo de aggiornamiento (‘actualización’, en italiano) de las bases cristianas. La polarización política de los obispos complicó los acuerdos, aunque en última instancia triunfó el bando progresista: se promulgó un decreto sobre el derecho de las personas a la libertad religiosa, se abandonó el latín como lengua oficial de culto, acercando la liturgia a las personas, y se declaró la opción preferencial por los pobres y la defensa de los marginados. El Concilio Vaticano II marcó un punto de inflexión en el catolicismo. Y fruto de estos debates surgió en América Latina una nueva corriente cristiana marxista: la Teología de la Liberación, que se posicionó en contra de las dictaduras militares y a favor de los movimientos políticos populares de liberación de los años sesenta, setenta y ochenta.

Inauguración del Concilio Vaticano II en la basílica de San Pedro en 1962. Fuente: Wikimedia
En este contexto, la Compañía de Jesús sufrió una rápida refundación. Encomendados por el papa, los jesuitas se volcaron en el aggiornamiento apoyando a las comunidades eclesiales de base en Latinoamérica y defendiendo la justicia social. Esto significó la apoteosis de la orden, que a mediados de los sesenta llegó a tener más de 36.000 miembros repartidos por el mundo. En este marco es elegido como padre superior el jesuita vasco Pedro Arrupe, que profundizó aún más en el giro progresista de la Compañía, afirmando que existía un vínculo inseparable entre la fe y la promoción de la justicia. En esos años los jesuitas se opusieron a las dictaduras en Argentina, Chile, Colombia, Nicaragua, Honduras y El Salvador, llegando a participar incluso en los movimientos revolucionarios guerrilleros.
La llegada al poder del papa polaco Juan Pablo II en 1978 alteró radicalmente la relación de la Santa Sede con la Compañía. Juan Pablo II, feroz anticomunista, dio un giro a la visión geopolítica del Vaticano, que en plena Guerra Fría se posicionó junto a Estados Unidos en contra de la URSS e incluso fue acusado de colaborar con la CIA. Las tendencias marxistas de los jesuitas y su compromiso con la Teología de la Liberación en Centroamérica les granjeó graves tensiones con el sumo pontífice. El padre Arrupe luchó por conciliar la beligerancia jesuita con el voto de obediencia al papa hasta 1981, cuando sufrió una embolia que le incapacitó. El papa aprovechó el momento de debilidad de la Compañía: intervino en el proceso de elección del nuevo padre general y nombró unilateralmente al anciano jesuita conservador Paolo Dezza como delegado personal, dándole plenos poderes en la orden. Los jesuitas reaccionaron con gran indignación, pero aceptaron con obediencia la decisión papal.
No fue hasta dos años después que el papa permitió convocar nuevas elecciones en el seno de la Compañía. La Congregación General eligió al padre Kolvenbach, un sacerdote neerlandés de perfil bajo, alejado de la Teología de la Liberación y que había vivido hasta entonces en Oriente Próximo. Su misión, cicatrizar las heridas con la Santa Sede, no dio demasiado resultado, pero Kolvenbach lideró la orden durante algo más de dos décadas con prudencia y discreción, evitando nuevos enfrentamientos con la jerarquía eclesiástica. El número de nuevos miembros disminuyó significativamente.
La muerte de Juan Pablo II en 2005 no cambió en un inicio la línea política trazada por el Vaticano. Su sucesor, el alemán Benedicto XVI, también conservador, no profesaba gran simpatía por los jesuitas. No extraña así que la elección de un nuevo padre superior jesuita en la línea de Arrupe en 2008, tras la retirada de Kolvenvach, molestara mucho al Papado, y se llegó a rumorear que la Compañía iba a ser intervenida una vez más.
Un jesuita en la Santa Sede
En febrero de 2013 sucedió un hecho histórico: el papa Benedicto XVI renunció al pontificado alegando falta de fuerzas. Los últimos años no habían sido fáciles en la Santa Sede: los escándalos de pederastia y las filtraciones de documentos secretos que involucraban al Vaticano en casos de corrupción parecían haber extenuado al santo padre. Con todo, lo que sucedió a continuación era aún más improbable. Tan solo veinticinco años tras la intervención papal en la Compañía y doscientos años después de su disolución, el cónclave eligió al primer papa jesuita de la historia: el obispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, en lo sucesivo papa Francisco. Además, Francisco también sería el primer no europeo en más de 1200 años.
Fueron muchas las voces que dijeron que esta elección respondía a un cambio cosmético de la Iglesia orientado a contener la crisis de credibilidad a que se enfrentaba el Vaticano, o incluso un giro puramente estratégico para frenar la sangría de creyentes católicos frente a la Iglesia evangélica en América Latina. Sin embargo, Francisco demostró en poco tiempo su disposición a acometer reformas que devolvieran la fuerza al espíritu del Concilio Vaticano II, atendiendo tanto al interior como al exterior de la Iglesia y a nivel estructural, doctrinal y político.
El alto nivel de despilfarro, unido al déficit estructural del Vaticano y la falta de transparencia en sus cuentas, hicieron que el papa reformara la Curia Romana y lanzara una profunda reestructuración económica y financiera de la Santa Sede. En el ámbito político, Francisco ha seguido una marcada línea progresista haciendo una férrea defensa de los migrantes y el medio ambiente, y enfrentándose abiertamente con partidos de ultraderecha europeos como el italiano Liga o el español VOX por sus posicionamientos xenófobos y racistas. Sin embargo, a nivel doctrinal el papa se ha mostrado tibio en temas sobre los que existía una gran expectativa, como el papel de la mujer dentro de la Iglesia, la homosexualidad, el divorcio y el celibato de los sacerdotes.
Sin duda, abordar estos temas en el seno de la Iglesia no es tarea fácil. Los sectores más rigoristas se han opuesto completamente a la corriente aperturista de Francisco, y el papa parece haber optado por evitar el enfrentamiento directo y mantener un perfil bajo mientras se asegura apoyos. En octubre de 2019, Francisco nombró a trece nuevos cardenales, cada uno de un país diferente y pertenecientes a ocho congregaciones distintas, tres de ellos jesuitas. Estos nombramientos han culminado la renovación del colegio cardenalicio, órgano que brinda asesoría al sumo pontífice y que elige al nuevo papa en caso de fallecimiento o renuncia. La llegada de los nuevos cardenales ha dado a Francisco mayoría absoluta en el cónclave, lo que afianza sus reformas, asegura que su sucesor continúe su línea progresista y le resta poder a los cardenales europeos en la dirección del cristianismo, una religión global.
El futuro de la Compañía
Tras muchas décadas de enfrentamiento con el Papado, la Compañía de Jesús disfruta ahora del beneplácito de la más alta autoridad de la Iglesia, lo que ha supuesto un impulso a sus actividades. Pese a todo, los tiempos han cambiado: la Compañía sigue siendo una de las órdenes católicas más numerosas e influyentes del mundo, pero está muy lejos de contar con los 36.000 milicianos de su época dorada. Según el último censo, de 2013, la Compañía de Jesús está integrada por algo más de 17.000 jesuitas. El acelerado descenso de las vocaciones y el envejecimiento de sus miembros no son fáciles de resolver, aunque esos problemas sean compartidos en general por todas las órdenes religiosas. En España, cuna de la Compañía, los seminarios cierran poco a poco por la falta de novicios.
A pesar de todo, los jesuitas no renuncian a mantenerse en la vanguardia del mundo cristiano. La Teología de la Liberación no está hoy en el centro del debate religioso, pero las desigualdades sociales que dieron lugar a su nacimiento se han agravado. La capacidad de adaptación a los nuevos tiempos de los jesuitas les permite continuar su trabajo educativo y de cooperación internacional, creando redes y apoyándose cada vez más en personal laico. Con más de 4.000 centros educativos, doscientas universidades, más de trescientas ONG y decenas de editoriales, emisoras de radio y think tanks por todo el mundo, la milicia de san Ignacio de Loyola todavía es una fuerza política beligerante que seguirá teniendo un papel fundamental en una Iglesia cada vez más dividida.
En este contexto, la Compañía de Jesús sufrió una rápida refundación. Encomendados por el papa, los jesuitas se volcaron en el aggiornamiento apoyando a las comunidades eclesiales de base en Latinoamérica y defendiendo la justicia social. Esto significó la apoteosis de la orden, que a mediados de los sesenta llegó a tener más de 36.000 miembros repartidos por el mundo. En este marco es elegido como padre superior el jesuita vasco Pedro Arrupe, que profundizó aún más en el giro progresista de la Compañía, afirmando que existía un vínculo inseparable entre la fe y la promoción de la justicia. En esos años los jesuitas se opusieron a las dictaduras en Argentina, Chile, Colombia, Nicaragua, Honduras y El Salvador, llegando a participar incluso en los movimientos revolucionarios guerrilleros.
La llegada al poder del papa polaco Juan Pablo II en 1978 alteró radicalmente la relación de la Santa Sede con la Compañía. Juan Pablo II, feroz anticomunista, dio un giro a la visión geopolítica del Vaticano, que en plena Guerra Fría se posicionó junto a Estados Unidos en contra de la URSS e incluso fue acusado de colaborar con la CIA. Las tendencias marxistas de los jesuitas y su compromiso con la Teología de la Liberación en Centroamérica les granjeó graves tensiones con el sumo pontífice. El padre Arrupe luchó por conciliar la beligerancia jesuita con el voto de obediencia al papa hasta 1981, cuando sufrió una embolia que le incapacitó. El papa aprovechó el momento de debilidad de la Compañía: intervino en el proceso de elección del nuevo padre general y nombró unilateralmente al anciano jesuita conservador Paolo Dezza como delegado personal, dándole plenos poderes en la orden. Los jesuitas reaccionaron con gran indignación, pero aceptaron con obediencia la decisión papal.
No fue hasta dos años después que el papa permitió convocar nuevas elecciones en el seno de la Compañía. La Congregación General eligió al padre Kolvenbach, un sacerdote neerlandés de perfil bajo, alejado de la Teología de la Liberación y que había vivido hasta entonces en Oriente Próximo. Su misión, cicatrizar las heridas con la Santa Sede, no dio demasiado resultado, pero Kolvenbach lideró la orden durante algo más de dos décadas con prudencia y discreción, evitando nuevos enfrentamientos con la jerarquía eclesiástica. El número de nuevos miembros disminuyó significativamente.
La muerte de Juan Pablo II en 2005 no cambió en un inicio la línea política trazada por el Vaticano. Su sucesor, el alemán Benedicto XVI, también conservador, no profesaba gran simpatía por los jesuitas. No extraña así que la elección de un nuevo padre superior jesuita en la línea de Arrupe en 2008, tras la retirada de Kolvenvach, molestara mucho al Papado, y se llegó a rumorear que la Compañía iba a ser intervenida una vez más.
Un jesuita en la Santa Sede
En febrero de 2013 sucedió un hecho histórico: el papa Benedicto XVI renunció al pontificado alegando falta de fuerzas. Los últimos años no habían sido fáciles en la Santa Sede: los escándalos de pederastia y las filtraciones de documentos secretos que involucraban al Vaticano en casos de corrupción parecían haber extenuado al santo padre. Con todo, lo que sucedió a continuación era aún más improbable. Tan solo veinticinco años tras la intervención papal en la Compañía y doscientos años después de su disolución, el cónclave eligió al primer papa jesuita de la historia: el obispo de Buenos Aires Jorge Mario Bergoglio, en lo sucesivo papa Francisco. Además, Francisco también sería el primer no europeo en más de 1200 años.
Fueron muchas las voces que dijeron que esta elección respondía a un cambio cosmético de la Iglesia orientado a contener la crisis de credibilidad a que se enfrentaba el Vaticano, o incluso un giro puramente estratégico para frenar la sangría de creyentes católicos frente a la Iglesia evangélica en América Latina. Sin embargo, Francisco demostró en poco tiempo su disposición a acometer reformas que devolvieran la fuerza al espíritu del Concilio Vaticano II, atendiendo tanto al interior como al exterior de la Iglesia y a nivel estructural, doctrinal y político.
El alto nivel de despilfarro, unido al déficit estructural del Vaticano y la falta de transparencia en sus cuentas, hicieron que el papa reformara la Curia Romana y lanzara una profunda reestructuración económica y financiera de la Santa Sede. En el ámbito político, Francisco ha seguido una marcada línea progresista haciendo una férrea defensa de los migrantes y el medio ambiente, y enfrentándose abiertamente con partidos de ultraderecha europeos como el italiano Liga o el español VOX por sus posicionamientos xenófobos y racistas. Sin embargo, a nivel doctrinal el papa se ha mostrado tibio en temas sobre los que existía una gran expectativa, como el papel de la mujer dentro de la Iglesia, la homosexualidad, el divorcio y el celibato de los sacerdotes.
Sin duda, abordar estos temas en el seno de la Iglesia no es tarea fácil. Los sectores más rigoristas se han opuesto completamente a la corriente aperturista de Francisco, y el papa parece haber optado por evitar el enfrentamiento directo y mantener un perfil bajo mientras se asegura apoyos. En octubre de 2019, Francisco nombró a trece nuevos cardenales, cada uno de un país diferente y pertenecientes a ocho congregaciones distintas, tres de ellos jesuitas. Estos nombramientos han culminado la renovación del colegio cardenalicio, órgano que brinda asesoría al sumo pontífice y que elige al nuevo papa en caso de fallecimiento o renuncia. La llegada de los nuevos cardenales ha dado a Francisco mayoría absoluta en el cónclave, lo que afianza sus reformas, asegura que su sucesor continúe su línea progresista y le resta poder a los cardenales europeos en la dirección del cristianismo, una religión global.
El futuro de la Compañía
Tras muchas décadas de enfrentamiento con el Papado, la Compañía de Jesús disfruta ahora del beneplácito de la más alta autoridad de la Iglesia, lo que ha supuesto un impulso a sus actividades. Pese a todo, los tiempos han cambiado: la Compañía sigue siendo una de las órdenes católicas más numerosas e influyentes del mundo, pero está muy lejos de contar con los 36.000 milicianos de su época dorada. Según el último censo, de 2013, la Compañía de Jesús está integrada por algo más de 17.000 jesuitas. El acelerado descenso de las vocaciones y el envejecimiento de sus miembros no son fáciles de resolver, aunque esos problemas sean compartidos en general por todas las órdenes religiosas. En España, cuna de la Compañía, los seminarios cierran poco a poco por la falta de novicios.
A pesar de todo, los jesuitas no renuncian a mantenerse en la vanguardia del mundo cristiano. La Teología de la Liberación no está hoy en el centro del debate religioso, pero las desigualdades sociales que dieron lugar a su nacimiento se han agravado. La capacidad de adaptación a los nuevos tiempos de los jesuitas les permite continuar su trabajo educativo y de cooperación internacional, creando redes y apoyándose cada vez más en personal laico. Con más de 4.000 centros educativos, doscientas universidades, más de trescientas ONG y decenas de editoriales, emisoras de radio y think tanks por todo el mundo, la milicia de san Ignacio de Loyola todavía es una fuerza política beligerante que seguirá teniendo un papel fundamental en una Iglesia cada vez más dividida.
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