Matar a los jesuitas, matar a la Iglesia
Así pensaba Voltaire, uno de los enemigos más acérrimos de la Iglesia católica.
Steve Weidenkopf • 11/21/2024
Hoy se conmemora el trescientos treinta cumpleaños del francés François-Marie Arouet, más conocido por su seudónimo, Voltaire (1694-1778).
Nacido en un burgués Durante el reinado de Luis XIV, el “Rey Sol” (1643-1715), Voltaire sufrió una tragedia a temprana edad cuando murió su madre. Nunca fue muy cercano a su padre ni a su hermano, y desde joven mostró una actitud rebelde hacia la autoridad. Su mente brillante fue fomentada al cuidado de la Compañía de Jesús, que lo introdujo a los placeres de la literatura y el teatro. A pesar de sus críticas posteriores contra la Iglesia, Voltaire, a lo largo de su vida, recordó con cariño a sus dedicados maestros jesuitas.
Aunque pasó un tiempo como funcionario de la embajada francesa en La Haya, la principal pasión de Voltaire era la escritura, una actividad en la que destacó en varios géneros, incluida la poesía, lo que le valió el nombramiento como poeta de la corte real del rey Luis XV. Reconocido ampliamente como uno de los más grandes escritores franceses, e incluso referido hiperbólicamente por el historiador Will Durant como "el escritor más brillante que jamás haya existido", Voltaire produjo novelas, obras de teatro y relatos históricos. Su primer amor fue el teatro, una pasión que cultivó durante una estancia en Inglaterra en la que conoció las obras de Shakespeare, pero es conocido sobre todo por sus comentarios satíricos, ingeniosos y críticos sobre política y religión. Su novela satírica y su fantasía filosófica Candide Todavía se lee y se admira casi tres siglos después de su publicación en 1758.