Monday, September 14, 2009

Infiltración Enigmatica


INFILTRACIÓN ENEMIGA



Durante siglos la iglesia de Cristo ha sido el objeto del odio de Satanás y de sus agentes humanos en la tierra. El enemigo ha probado todo tipo de estrategias para destruir al pueblo de Dios y al mensaje del mismo. La persecución violenta, las tentaciones sutiles, las componendas políticas, son algunos de los métodos utilizados. Ahora consideraremos un método muy sutil y perverso, que en más de una ocasión ha dado lamentables frutos al príncipe de las tinieblas, y ya al apóstol Pablo, más de un dolor de cabeza y muchas lágrimas: la infiltración. Básicamente, ésta consiste en introducir en la iglesia de Cristo a un representante del enemigo, que concientemente y en forma totalmente intencional penetra en la misma para destruirla, haciendo todo el daño que pueda, pero en lo posible sin que los creyentes logren darse cuenta de su verdadera intención y real filiación. Un método artero, traidor, digno del gran engañador. Ya en la iglesia primitiva San Pablo descubre y denuncia esta estratagema, que llevaban a cabo los judíos, siempre enemigos de la iglesia cristiana, y previene a la iglesia contra la misma, o como el caso de la iglesia de Galacia, a la que la infiltración de algunos judíos la llevaron a la apostasía, pero la oportuna intervención del apóstol logró rescatarla para la verdad. Veamos cómo actuaron los cristianos primitivos. Ellos supieron enfrentar a los infiltrados y vencer su influencia:


Gálatas 2: 4 “y esto a pesar de los falsos hermanos introducidos a escondidas, que entraban para espiar nuestra libertad que tenemos en Cristo Jesús, para reducirnos a esclavitud”.


Lamentablemente algunos de esos enemigos llegaban a ser reconocidos como apóstoles de Cristo, pero San Pablo los vuelve a denunciar:

2ª Cor 11: 13 – 15 : “Porque éstos son falsos apóstoles, obreros fraudulentos, que se disfrazan como apóstoles de Cristo. Y no es maravilla, porque el mismo Satanás se disfraza como ángel de luz. Así que, no es extraño si sus ministros se disfrazan como ministros de Cristo; cuyo fin será conforme a sus obras.”

Comentando este texo nos dice el Comentario bíblico adventista:

13 . Falsos apóstoles.

Eran sin duda cristianos de nombre, de origen judío (vers. 22), y pretendían ser apóstoles de Cristo. Resultaba, pues, evidente que se habían unido a la iglesia cristiana (cf. Hech. 15: 1-2, 5; Gál. 2: 45; Fil. 3: 2-3); pero eran impostores, hipócritas que habían usurpado la autoridad, los derechos, el cargo y los privilegios de los verdaderos apóstoles de Cristo. Como carecían de las credenciales genuinas (ver com. 2 Cor. 3: 3) recurrían a disimulas y subterfugios.

Se disfrazaban.

“Gr. metasj'matízoo, "cambiar de forma"; a menudo destaca, como aquí, sólo una apariencia de cambio en contraste con una verdadera transformación (ver com Mat. 17: 2).

14. Satanás... Se disfraza.

...Satanás se ha estado disfrazando hábilmente desde el comienzo para engañar mejor a lo seres humanos y apartarlos de Cristo...

15. Si también sus ministros.

“El argumento va de mayor a menor. Satanás engaña, así también lo hacen sus representantes. Delante de Dios no puede haber nada más horrendo que los que se presentan como ministros de Cristo sean instrumentos de Satanás Con frecuencia sólo pueden ser conocido por sus frutos (Mat. 7: 16-20; 12: 33-37).

Cuyo fin.

“Para que haya una completa relación del carácter y de la justicia de Dios es necesario que todos los hipócritas, impostores y engañadores sean finalmente desenmascarados ante todo el universo. En ese de todos -justos e impíos, redimidos y réprobos- proclamarán que Dios es justo (Apoc 15:4).


Otro texto interesante sobre el reconocimiento de los falsos ministros lo encontramos en Apoc 2:2, donde Jesús, “el testigo fiel y verdadero”, elogia a la iglesia de Efeso (período de la iglesia primitiva), por su actitud probatoria de todo supuesto apóstol de Jesucristo: Él le dijo a la iglesia: “Yo conozco tus obras, y tu arduo trabajo y paciencia, y que no puedes soportar a los malos, y has probado a los que se dicen ser apóstoles, y no lo son, y los has hallado mentirosos”

Nuevamente recurramos al Comentario bíblico adventista:

No puedes soportar.

“Ahora, como en tiempos pasados, la iglesia se siente muy a menudo inclinada a "soportar" o tolerar en su seno enseñanzas y prácticas malas supuestamente en nombre de la paz. Posiblemente sea más cómodo para los ministros de Cristo permanecer callados en cuanto a los pecados favoritos de sus congregaciones que tomar una posición firme a favor de la verdad (cf. Isa. 30: 10; 2 Tim. 4: 3). La iglesia de Efeso debía ser alabada por hacer una clara distinción entre la verdad y el error -ya fuera en doctrina o en práctica- y por definirse con firmeza contra el error.

Los malos.

“Es decir, los falsos apóstoles que se considerarán un poco más adelante con mayor detalle. Los crasos errores doctrinales se reflejan tarde o temprano en mala conducta. Lo que una persona hace es el inevitable resultado de lo que piensa y cree (ver Prov. 4: 23; Mat. 12: 34; 1 Juan 3: 3).

Probado.

“Gr. peirázoo, "probar", "poner a prueba". La iglesia de Efeso había investigado diligentemente las pretensiones y enseñanzas de esos falsos apóstoles. Ignacio, que escribió a principios del siglo II, habla de la diligencia de los cristianos efesios al rechazar las herejías (A los efesios ix 1).

“Juan previno a los creyentes en una de sus epístolas en cuanto a la venida del "anticristo", y les aconsejó que probasen "los espíritus si son de Dios" (1 Juan 4: 1-3). Se había cumplido la amonestación dada por Pablo a los dirigentes de Efeso muchos años antes, de que en medio de ellos entrarían los "lobos rapaces" que "hablarían cosas perversas" (Hech. 20: 29-30).

Había aconsejado a los tesalonicenses: "examinadlo todo; retened lo bueno" (1 Tes. 5:2 l). Pedro había escrito detalladamente respecto a los "falsos profetas" y "f'alsos maestros" (2 Ped. 2). Cf. 1 Tim. 1: 20; 2 Tim. 4: 14-18. Aunque al principio tal vez no era fácil reconocer los errores sutiles de sus enseñanzas, los maestros podían ser reconocidos "por sus frutos" (Mat. 7: 15-20).

“Lo mismo sucede hoy, porque el verdadero "fruto del Espíritu" (Gál. 5: 22-23) no crece en las vidas de los que enseñan y practican el error. Al cristiano sincero, sensible a las cosas espirituales, se le promete que si así lo desea podrá discernir el espíritu y los móviles no cristianos que impulsan a todo maestro del error (ver com. 1 Juan 4: 1; Apoc. 3: 18).

“Lo que sucedió en Efeso durante este período, en relación con las luchas con los falsos profetas, parece haber acontecido en la iglesia general.”


Otros textos de la Palabra de Dios sobre el mismo problema encontramos en : S. Mateo 7: 15; 24: 15; 1ª Juan 2: 18 y 19; 4: 1; 2ª Cor 11: 26; 1ª Pedro 2 ; Judas 3 – 13.


¿PODRÁ ESTAR SUFRIENDO HOY LA IGLESIA ADVENTISTA EL MISMO TIPO DE PELIGROSA INVASIÓN?


Consideremos a los maestros de la infiltración, que han hecho esta perversa tarea desde los días de la Reforma Protestante a favor de la iglesia romana: los de la orden de los jesuitas. Sobre ellos comenta el espíritu de profecía:

“Pasados los primeros triunfos de la Reforma, Roma reunió nuevas fuerzas con la esperanza de acabar con ella. Entonces fue cuando nació la orden de los jesuítas, que iba a ser el más cruel, el menos escrupuloso y el más formidable de todos los campeones del papado. Libres de todo lazo terrenal y de todo interés humano, insensibles a la voz del afecto natural, sordos a los argumentos de la razón y a la voz de la conciencia, no reconocían los miembros más ley, ni más sujeción que las de su orden, y no tenían más preocupación que la de extender su poderío. (Véase el Apéndice.) El Evangelio de Cristo había capacitado a sus adherentes para arrostrar los peligros y soportar los padecimientos, sin desmayar por el frío, el hambre, el trabajo o la miseria, y para sostener con denuedo el estandarte de la verdad frente al potro, al calabozo y a la hoguera. Para combatir contra estas fuerzas, el jesuitismo inspiraba a sus adeptos un fanatismo tal, que los habilitaba para soportar peligros similares y oponer al poder de la verdad todas las armas del engaño. Para ellos ningún crimen era demasiado grande, ninguna mentira demasiado vil, ningún disfraz demasiado difícil de llevar. Ligados por votos de pobreza y de humildad perpetuas, estudiaban el arte de adueñarse de la riqueza y del poder para consagrarlos a la destrucción del protestantismo y al restablecimiento de la supremacía papal.

“Al darse a conocer como miembros de la orden, se presentaban con cierto aire de santidad, visitando las cárceles, atendiendo a los enfermos y a los pobres, haciendo profesión de haber renunciado al mundo, y llevando el sagrado nombre de Jesús, de Aquel que anduvo haciendo bienes.

Pero bajo esta fingida mansedumbre, ocultaban a menudo propósitos criminales y mortíferos. Era un principio fundamental de la orden, que el fin justifica los medios. Según dicho principio, la mentira, el robo, el perjurio y el asesinato, no sólo eran perdonables, sino dignos de ser recomendados. siempre que vieran los intereses de la iglesia. Con muy diversos disfraces se introducían los jesuítas en los puestos del estado, elevándose hasta la categoría de consejeros de los reyes, y dirigiendo la política de las naciones. Se hacían criados para convertirse en espías de sus señores. Establecían colegios para los hijos de príncipes y nobles, y escuelas para los del pueblo; y los hijos de padres protestantes eran inducidos a observar los ritos romanistas. Toda la pompa exterior desplegada en el culto de la iglesia de Roma se aplicaba a confundir la mente y ofuscar y embaucar la imaginación, para que los hijos traicionaran aquella libertad por la cual sus padres habían trabajado y derramado su sangre. Los jesuítas se esparcieron rápidamente por toda Europa y doquiera iban lograban reavivar el papismo. (CS, 249-250)


Página 249. JESUITISMO.- (apéndice del CS, pág. 743):

Con referencia a los orígenes, principios y fines de la "Sociedad de Jesús," cual lo declaran sus mismos miembros, véase la obra titulada Historia de la compañía de Jesús, por Cretinean-Goli, vertida del francés y publicada en Barcelona, en 1853, con aprobación del ordinario. En ella dice que "el que se ofrece espontáneamente a entrar en el noviciado debe al momento renunciar su voluntad propia, su familia y todo cuanto el hombre aprecia sobre la tierra," y que las constituciones de la compañía hacen "de la obediencia más absoluta una palanca cuya acción incesante y universal ha debido preocupar a todos los políticos."-Tomo 1, cap. 2, págs. 25, 28.

El mismo Ignacio de Loyola dice: "Que cada cual se convenza de que cuantos viven bajo el voto de obediencia deben dejarse llevar y dirigir por la divina Providencia y sus instrumentos, los superiores, tal cual si fueran cadáveres que se dejan llevar a cualquier parte y tratar de cualquier modo, o como el bastón que un anciano tiene en la mano y maneja como le da la gana."

"Esta sumisión absoluta es ennoblecida por lo que la motiva y -prosigue el fundador- debería ser pronta, alegre y constante; ... el religioso obediente cumple gozoso con lo que le han encargado sus superiores para el bien común, seguro de que así corresponde verdaderamente a la voluntad divina." -Regulae Societatis Jesu, Summarium, párrs. 33-36 (ed. de Roma, 1607, págs. 12, 13).


Consideremos también un sueño muy significativo de EGW, que parece haber anticipado la infiltración jesuítica en la dirigencia adventista:

“... Esa noche soñé que yo estaba en Battle Creek mirando hacia el lado de afuera de la ventana de la puerta y vi una compañía marchando hacia la casa, de dos en dos. Parecían severos y decididos. Yo los conocí bien y me volví a abrir la puerta del salón para recibirlos, pero pensé que debería mirar nuevamente. La escena había cambiada. La compañía ahora presentaba la apariencia de una procesión católica. Uno sostenía en su mano una cruz, otro una caña.

Y cuando se acercaron, el que estaba cargando una caña hizo un círculo alrededor de la casa, diciendo tres veces: "Esta casa está proscripta. Los bienes deben confiscarse. Ellos han hablado contra nuestra santa orden". El terror se apoderó de mí, y corrí atravesando la casa, saliendo por la puerta norte, y me encontré en medio de una compañía, algunos de los cuales yo conocía, pero no me atreví a hablarles una palabra a ellos por temor a ser traicionada. Yo intenté buscar un lugar retirado donde pudiese llorar y orar sin encontrar ojos ávidos en inquisitivos dondequiera me volviese. Frecuentemente repetía: "¡Si tan sólo pudiera entender esto! ¡Si ellos me dijesen lo que he dicho o lo que he hecho! "

“Yo lloré y oré mucho cuando vi nuestros bienes confiscados. Traté de leer simpatía o piedad hacia mí en las miradas de los que estaban a mi alrededor, y me fijé en los semblantes de varios de quienes yo pensaba que me hablarían y me conforta-rían si no temiesen ser observados por otros. Hice un intento de escapar de la multitud, pero al notar que me estaban vigilando, oculté mis intenciones. Comencé a llorar en voz alta, diciendo: "¡Si me dijeran tan sólo lo que he hecho o lo que he dicho!" Mi marido que estaba durmiendo en una cama en el mismo cuarto me oyó llorar en voz alta y me despertó. Mi almohada estaba mojada con las lágrimas, y una triste depresión de espíritu estaba sobre mí." Testimonies for the church, T 1, p. 577 – 578.


A continuación pasamos a transcribir un fragmento de una investigación del ministerio “Victorius Living Ministries”, titulado “¿IMPORTA LA VERDAD?”:


LOS PLANES ACTUALES DE ROMA Y LOS JESUITAS:

ROMA DIJO “CELEBRAD” Y TODAS LAS IGLESIAS DIJERON ¡AMÉN!


“La liturgia estilo celebración ha estado presente en la organización adventista ya por varios años y está aprobada por la mayoría de los líderes de la iglesia y también por aquéllos que conocen la verdad, pero rehúsan tomar una posición en contra de ella.

Hay una evidencia convincente de que el sistema católico dio origen a la liturgia tipo celebración. Esa misma organización se unió con La Asociación Adventista de Rocky Mountain en su sistema de asistencia médica del hospital Porter Memorial Hospital en Denver, Colorado.

Este tipo de adoración fue planeado en el Vaticano II a principios de la década de los 60 para generar afinidad entre las iglesias protestantes, para promover el liberalismo y ecumenismo que finalmente llevaría a las iglesias protestantes a tomarse del brazo con la “Iglesia Madre” de Roma. Desdichadamente, nosotros como denominación adventista del séptimo día hemos caído en esa trampa de la bestia.

No olvidemos el versículo que se encuentra en Apocalipsis 12:17 que dice: “Entonces el dragón se airó contra la mujer, y fue a combatir al resto de sus hijos, los que guardan los Mandamientos de Dios y tienen el testimonio de Jesús” y no seamos tan ingenuos al creer que no hay forma en que el sistema católico querría y podría infiltrarse disimuladamente en la organización adventista del séptimo día, ya fuera por verdaderos jesuitas o sus doctrinas erróneas.

Después de todo, el catolicismo ha tenido casi dos mil años de experiencia en cuanto a lo que da resultado o no para destruir al protestantismo. Al sistema católico no le importa si una iglesia se une a los registros de su iglesia. Le importa más si aceptan o no el error, no importa qué error aun cuando sean pequeños errores como el espiritismo crónico, porque entonces, finalmente la aceptarán como la “Iglesia Madre” y a su “hombre de pecado”, el Papa. Éste es el objetivo final del catolicismo. Los que se mantienen firmes a la verdad clara y directa, es decir a la Biblia y al espíritu de profecía, no caerán bajo esa trampa de la bestia. Incluso si algunos no aceptan abiertamente al sistema católico como la “Iglesia Madre” y al hombre de pecado, pero deshonran las verdades de Dios, en realidad, están aceptándola con su máximo líder que es Lucifer. El sistema católico es el símbolo de la deshonra y la apostasía y todos los que deshonran y apostatan se avienen a él y sufrirán también el mismo destino.


La siguiente información dada en este párrafo y en el próximo, que se titula: “La celebración de la Eucaristía” ha sido compilada de los escritos del pastor Bob Trefz, M.Div., M.Th. (ABT) de su ex periódico llamado Freedom’s Ring [El Círculo de Libertad]. Agradezco al pastor Bob Trefz por permitirnos compartir con ustedes esta información.

En este párrafo usted comprobará que el origen de la liturgia liberal de celebración que está ahora en las iglesias protestantes, incluyendo la iglesia adventista del séptimo día, fue inventado e introducido por el sistema papal. Notarán también que toda esta información está documentada por medio de estudios e investigaciones de materiales extraídos de fuentes fidedignas, innegables y que se pueden encontrar fácilmente:

ROMA USARÁ A LAS IGLESIAS PARA QUITARNOS NUESTRA LIBERTAD


La inspiración declara que los eventos que preceden a la segunda venida de Cristo serán más misteriosos que la misma venida en sí. Sobrevivirán solamente los que hayan llegado a ser participes de la naturaleza divina. (Véase 1888 Materials, 332).

Solamente los que obedecen la ley divina podrán reconocer la voz de Dios y discernir correctamente la verdad. (Véase Patriarcas y Profetas, p. 83).

Un conflicto desconcertante y descomunal lucha por las almas de los hombres: el Papa con su nuevo orden mundial jerárquico, carismático y ecuménico trata de infiltrar, debilitar y poner de lado la advertencia ‘temed a Dios’ de la escritura y el panorama eterno del mensaje de los tres ángeles sin disparar un solo tiro.

El propósito de Roma es subyugar bajo su poder a todo el mundo y a cada individuo. Ésta es su estrategia. Ella intenta controlar a todos los seres humanos, sus pensamientos y sus acciones. Tiene a su disposición los más experimentados expertos en intriga, fraude e inteligencia para lograr sus propósitos. Tiene el registro de cerca de 1500 años de lo que ha dado resultado o no.

“El antiguo senado romano mismo no pudo tramar para dominar al mundo con mayor certeza de éxito (que los jesuitas)” (Malachi Martín, The Jesuits [Los jesuitas], p. 27).

América necesita comprender cuál es el propósito que gira en torno a la constitución. “El Papa Pío IX, en su encíclica del 15 de agosto de 1854, dice: ‘Las doctrinas o extravagancias absurdas y erróneas en favor de la libertad de conciencia, son unos de los errores más pestilentes: una de las pestes más temibles en un estado’. El mismo Papa, en su encíclica del 8 de diciembre de 1864, anatematizó ‘a los que sostienen la libertad de conciencia y de culto’ como también ‘a cuantos aseveran que la iglesia no puede emplear la fuerza’” (Josiah Strong, Our Country [Nuestro país], capítulo 5, párrafos 2 al 4. El conflicto de los siglos, p. 621).

El plan de Roma es destruir nuestra libertad resguardada por nuestra constitución y su declaración de derechos. Las mismas iglesias serán su instrumento.

“En nuestro país, que se jacta de la libertad, se acabará la libertad religiosa” (Maranatha, p. 191).

No hay mejor manera de lograr sus designios que infiltrar a las iglesias para ponerlas en armonía con las creencias y propósitos de Roma, y luego usar estas iglesias protestantes infiltradas para dominar y controlar el gobierno. La orden jesuita fue creada para usar este enfoque y método en oposición a la reforma y lo han usado con éxito una y otra vez.

Una vez que ha subyugado a las iglesias y a través de éstas al gobierno de los Estados Unidos, la profecía declara en Apocalipsis 13 que ésta usará las fuerzas poderosas de los Estados Unidos para subyugar al mundo entero.

Apocalipsis también declara que ella será sumamente próspera en sus esfuerzos, y tendrá éxito en persuadir a todos los habitantes de la tierra cuyos nombres no están escritos en el Libro de la Vida del Cordero. Apocalipsis 13:8.

Las iglesias protestantes han revertido su acariciada postura hacia Roma durante los siglos XVI al XIX. En las dos últimas décadas hemos visto el desarrollo de una alianza fenomenal.

Las iglesias fundamentalistas y carismáticas ya demuestran claramente que han sido infiltradas por su creencia dispensacionalista, una estratagema de interpretación profética desarrollada por el jesuita Francisco Ribera, en su oposición a la reforma para destruir el protestantismo.

Una segunda característica importante de su condición es la armonía con Roma de causa común en asuntos político religiosos. La alianza fundamentalista carismática con el catolicismo romano y la Casa Blanca está bien documentada por el conocido autor Lawrence Lader en La Política, el Poder, y la Iglesia.

El movimiento carismático (espiritismo bajo un disfraz cristiano), saltó todas las fronteras y ha unificado a todas las iglesias. Roma, el protestantismo apóstata y el espiritismo se han unido a través del vínculo del movimiento carismático que otrora era una tendencia despreciada. En el movimiento carismático, el catolicismo romano ha encontrado un instrumento por excelencia para atraer a sí mismo a todas las iglesias.

¿CUÁLES SON LOS PLANES DEL PAPA PARA LA IGLESIA ADVENTISTA DEL SÉPTIMO DÍA?

La perspectiva de Juan Pablo II, de acuerdo a Malachi Martín, experto del Vaticano con respecto a grupos como los adventistas del séptimo día, es la siguiente:

Los adventistas se formaron, según él, en un contexto de rebelión contra la autoridad y el privilegiado poder de enseñanza de la iglesia romana.

Habiendo subido a gatas en el “avance de la caravana georeligiosa” de la iglesia papal, el adventismo ha permanecido donde desembarcó, reteniendo sus profundas objeciones a la autoridad y a la persona de Juan Pablo.

Al echar una mirada a esta rebeldía, él toma la posición de que el adventismo “contiene algo de toda la revelación de Dios para su iglesia, la cual puso bajo el cuidado de Pedro. En el día de recompensa y castigo, que todos estos grupos esperan (incluyendo los adventistas), cualquiera sea el elemento de la verdadera religión que cada uno sostiene, sin duda serán integrados en una profesión de completa fe en Cristo” (The Keys of This Blood [Las llaves de esta sangre], p. 287).

Observando cuidadosamente estas declaraciones desde la perspectiva de la teología católica romana (que definidamente no tiene la misma trama de los eventos del tiempo del fin que nosotros) y la manera en que Martín define los términos internos y contextuales, el Papa Juan Pablo cree que el catolicismo romano absorberá al adventismo del séptimo día.

Juan Pablo sostiene que los grupos como el de los adventistas, “están destinados a sufrir una serie de impactos y mutaciones al adaptarse de grado o por la fuerza al nuevo globalismo que emana de otros grupos más poderosos. Es imposible que cualquiera de ellos (los grupos que difieren con Roma) pueda mantenerse con fuerza vibrante y progresiva, a menos que permitan que sus principios se amplíen más allá de los confines tradicionalmente observados. Los individuos entre ellos podrán por un tiempo mantenerse restringidos. Pero inevitablemente, como grupo tendrán que enfrentar alternativas extremas. O se globalizan realmente y por completo y son capaces de colaborar en edificar la estructura geopolítica o, como grupo, permanecen firmes, reducidos en números e influencia y finalmente pierden su identidad como parte operante en el nuevo orden” (Ibíd., p. 291, 292).

¿Qué está diciendo Juan Pablo? El adventismo debe someterse a su nuevo orden mundial o desaparecer.

Pero el adventismo bíblico no se someterá ni desaparecerá. En medio de las más encarnizadas persecuciones que jamás se hayan librado, recibirá el poder de la lluvia tardía, dará el fuerte clamor y andará en la gloria que brilla del trono de Dios.

POR MEDIO DEL MOVIMIENTO CARISMÁTICO,

EL ADVENTISMO ESTÁ SIENDO AFECTADO POR ROMA

En 1958 el Papa Juan XXIII empezó su pontificado, en el cual empezó una renovada campaña de infiltración jesuita en las iglesias protestantes.

Su primera meta según el testimonio del Dr. Alberto Rivera, era alcanzar a la Iglesia Adventista del Séptimo Día. El mensaje que se debía llevar a las iglesias era de amor y unidad (absorción hacia Roma) y esto se debía llevar a cabo por medio del movimiento carismático. Los caballeros de Colon, Juventud Católica en Acción y la Legión de María fueron dirigidos por los jesuitas en ese esfuerzo.

En la década de los ‘70 el movimiento carismático hizo un esfuerzo para entrar en nuestras iglesias pero todavía había mucha resistencia. Para el año 1990 y bajo la apariencia de un movimiento de celebración, ha sido aceptado con los brazos abiertos.

Junto con la corrupción de la verdad en las doctrinas, vino un diluvio de mundanalidad que llevó a la ignorancia de la verdadera experiencia del evangelio, resultando en una pasividad ciega que preparó el escenario para el desarrollo de un ministerio jerárquico, una maldición dondequiera que se encuentre, que puede controlar fácilmente de arriba hacia abajo. Esto explica la velocidad asombrosa de propagación del movimiento de celebración.

“Ignacio (Loyola, fundador de los jesuitas) destinó a su organización a reproducir en su existencia laboral, los principios jerárquicos según el cual ‘el inferior se somete al superior’ y donde todos los elementos se unían en reconocimiento a una autoridad superior, por lo tanto, estaban listos para obedecer... era una autoridad piramidal” (Malachi Martín, The Jesuits, p. 189). “Pero entre vosotros, no será así”, dijo Jesús (Mateo 20:26).

El uso del movimiento de celebración en la iglesia local como una fuerza política para unir los elementos mundanos y desplazar a los fieles, adventistas históricos; el entrenamiento del liderato en el control de la mente por hipnotismo usando programas Neurolingüísticos para controlar a las congregaciones y a los individuos; la bien coordinada promoción del movimiento de celebración por parte de la estructura; los ataques coordinados de la estructura contra aquéllos que se atreven a expresarse libremente en cuanto al movimiento de celebración; la fecha escogida para registrar el nombre de la denominación y para iniciar juicios sobre la marca registrada; el entrenamiento a nuestros ministros en celebración; y recientemente en la División Norteamericana, un nuevo “Plan Estratégico de Ejercicios ESPIRITUALES” donde los coordinadores o pastores entrenadores o GUIAS ESPIRITUALES (en el caso de los 3 principales) no sólo apoyan las ideas y normas ideadas por el mismo Ignacio Loyola hace tanto tiempo, sino que fueron entrenados en universidades católicas-jesuíticas estadounidenses con dicho fin, el de “entrenar” a la membresía adventista a someterse al LIDER o GUIA Espiritual tal como lo ideó Loyola para un control mental absoluto de Lucifer sobre todas las demás. El plan avanza rápidamente en Estados Unidos así como en varios países del globo, pues se busca controlar a la membresía y guiarla “de regreso a Roma”, la participación adventista como miembros de la división nacional del concilio mundial de iglesias a la manera teológica de los jesuitas; adulando o tratando de quedar bien con Roma; todos apuntan a algo más que una mundanalidad fortuita que ha entrado.

Estamos frente a una tentativa sistemática, bien organizada para borrar lo que todavía queda del adventismo histórico.

Un estudio sobre la historia de Roma revela que ella desearía crear en nuestra iglesia una estructura jerárquica controlada entre bastidores por influencia jesuita, desde la posición más encumbrada, armada con las sanciones de la ley civil, cuyas decisiones mecánicamente lleven a cabo los devotos leales a la estructura, como el medio más eficiente para exterminar la verdad del mensaje del tercer ángel.

LEALTAD A LA ESTRUCTURA EN VEZ DE LEALTAD A LA VERDAD

Sistemas sofisticados de engaño están disponibles para los jesuitas como los desarrollados por el católico Dzerzhinsky, fundador de la temible policía CHECA y precursor del NKVD y la KGB en Rusia. Este sistema fue “ideado y perfeccionado para obtener el consentimiento de los que están siendo engañados” (The Keys of This Blood, p. 219). Roma utiliza efectivamente a especialistas en distorsionar la verdad, para hacer fracasar todo intento efectuado para descubrir su conspiración.

Mientras disminuye el amor por la verdad y la mundanalidad y doctrinas falsas invaden la iglesia, la lealtad a la estructura de la iglesia suplanta la lealtad a la verdad. Esa estructura es vulnerable para muchos. Quedan pocos que quieren o que les importa distinguir entre la verdad y el error. La salvación llega a ser una cuestión de obediencia a la jerarquía.

Un dogma de la orden jesuita declara que si la iglesia dice que el negro es blanco, a la sazón negro es blanco. Al seguir este principio, multitudes están promoviendo inconscientemente la absorción del adventismo por Roma.

La medalla otorgada al Papa, entregada por uno que hasta hace muy poco fuera el director del Departamento de Libertad Religiosa; el dogma católico romano; el rechazo de los oficiales de la Asociación General del libro El conflicto de los siglos y la posición de las Escrituras en cuanto al Papado y el affidávit jurado de la Asociación General en el caso del pleito contra Marikay McCleod en el cual la Asociación General declaró que la ex postura anticatólica de la iglesia ha sido arrojada al montón de basura de la historia; los artículos de Indianapolis Star [La estrella de Indianápolis] del 13 y 14 de julio de 1990, en el cual los representantes de la Asociación General declaran que un folleto que contiene la posición de El conflicto de los siglos en cuanto a Roma, es basura. Y que unos pocos todavía se adhieren a él como una espina en la carne. El documento BRI:

“Una apelación para la Unidad de la Iglesia” (p. 5) que declara que la iglesia mundial jamás ha considerado que las doctrinas de la naturaleza de Cristo, la naturaleza del pecado y la doctrina de la justificación por la fe en el marco del tiempo del fin, son esenciales para la salvación; el emplear a católicos romanos en nuestras instituciones... todos apuntan a la eficacia de la interacción de las fuerzas de la mundanalidad y de la propaganda, influencia, propósitos y política de Roma dentro de nuestra iglesia. Su gran propósito es absorber al adventismo y a todas las otras creencias hacia el redil de Roma.

“Habrá espíritus seductores y doctrinas de demonios en medio de la iglesia, y estas malas influencias aumentarán. Pero mantén tu confianza firme hasta el fin...” (Alza tus ojos, p. 166).

“Cuando estos engaños espiritistas se manifiesten como lo que realmente son, es a saber, la obra misteriosa de los malos espíritus, los que hayan tomado parte en ellos serán como hombres que han perdido el juicio” (Cada día con Dios, p. 313).

“Todos necesitan sabiduría para investigar cuidadosamente el misterio de iniquidad que figura en forma tan destacada en las postrimerías de la historia de esta tierra... En el tiempo mismo en que vivimos, el Señor ha llamado a su pueblo y le ha dado un mensaje para presentar. Lo ha llamado a exponer la maldad del hombre de pecado, que ha hecho que la ley del domingo un poder distintivo, que ha pensado en cambiar los tiempos y la ley, y ha oprimido al pueblo de Dios que se mantiene firme para honrarlo y guardar el único verdadero día de reposo, el sábado de la creación, como santo para el Señor” (Testimonios para los ministros, p. 115).

“Las persecuciones de los protestantes por parte del catolicismo, debido a las cuales la religión de Jesús fue casi aniquilada, serán más que imitadas cuando se unan el protestantismo y el papado” (Eventos de los últimos días, p. 151).

Roma organiza su trampa con consumada habilidad. Un mundo a quien ella llevó a la celebración, pronto sentirá el puño de una furibunda inquisición más encarnizada que la de la Edad de las tinieblas.

Los documentos del Vaticano II divulgan la estrategia de Roma de usar un servicio universal de celebración para asimilar a todas las iglesias a su redil. El pueblo de Dios está frente a una encrucijada. ¿Obedecerá a Dios y disfrutará la resplandeciente libertad eterna o seguirá a Roma a la esclavitud y a la muerte eterna? Son de Dios solamente si le obedecen y se visten con la justicia de Cristo purificando sus almas en obediencia a la verdad.

“La Palabra de Dios ha dado advertencias respecto a tan inminente peligro; descuide estos avisos y el mundo protestante sabrá cuáles son los verdaderos propósitos de Roma, pero ya será tarde para salir de la trampa. Roma está aumentando sigilosamente su poder. Sus doctrinas están ejerciendo su influencia en las cámaras legislativas, en las iglesias y en los corazones de los hombres. Ya está levantando sus soberbios e imponentes edificios en cuyos secretos recintos reanudará sus antiguas persecuciones. Está acumulando ocultamente sus fuerzas y sin despertar sospechas para alcanzar sus propios fines y para dar el golpe en su debido tiempo. Todo lo que Roma desea es asegurarse alguna ventaja, y ésta ya le ha sido concedida. Pronto veremos y palparemos los propósitos del romanismo. Cualquiera que crea u obedezca a la Palabra de Dios incurrirá en oprobio y persecución” (Seguridad y paz en el conflicto de los siglos, p. 639).

CELEBRAD, Y EN MEDIO DE LA CELEBRACIÓN, ANIQUILAD

Era el 19 de agosto de 1572, cuatro días antes del ataque relámpago. La masacre de San Bartolomé, el complot para aniquilar al protestantismo en Francia,

había sido preparada en absoluto secreto. Las naciones desprevenidas celebraron con una gran fiesta el astuto arreglo de la boda entre la hermana del rey y el líder protestante, Enrique de Navarra. La celebración duró cuatro días. Luego, en el silencio monótono de la noche, sonaron las campanas. Los soldados comprendieron la señal. Había llegado el momento de tomar la sartén por el mango. Miles de protestantes dormían tranquilamente en sus hogares confiando en la promesa del rey.

Los soldados forzaron las puertas, arrastraron a los protestantes y los mataron a sangre fría. El almirante Coligny, un guerrero protestante, fue horriblemente mutilado. La masacre continuó con una furia inconcebible. Dos meses más tarde, setenta mil de la crema de la nación había perecido.

El Vaticano celebró con tres vivas de Vasari honrando el evento, describiendo el ataque al admirante, la conspiración para la masacre en el concilio del rey y la misma masacre. Con una medalla y una estampa como recuerdo ensalzando el evento para que no quedara en el olvido, Roma no ha olvidado la fórmula eficaz: Celebrad, y en medio de la celebración, aniquilad.


“El uso de excitación carismática con el propósito de inducir un cambio teológico y experimental es muy antiguo. Comentando el uso de este fenómeno en las religiones ocultas de Babilonia, Alexander Hislop nota: “Todo fue concebido como para impulsar las mentes de los novatos hacia el más elevado grado de excitación que, después de haberse sometido implícitamente a los sacerdotes, éstos estarían preparados para recibir cualquier cosa” (Las dos Babilonias, p. 67).

Ambas Babilonias, la antigua y la moderna, ven el papel de excitación emocional del movimiento carismático (de celebración), como la herramienta psicológica para someter la voluntad del creyente al ministro del Señor, por medio de la cual se puede efectuar un cambio práctico y teológico en la conducta en el culto.

Dentro del adventismo del séptimo día existe un punto divisorio crucial entre los que aceptan ávidamente el movimiento de celebración y los que resueltamente lo resisten. La abnegación, que es una enseñanza fundamental de Jesucristo, es el punto de división.

Los que rechazan el principio de negar y crucificar al yo en la vida cristiana y que se han acostumbrado a ser autoindulgentes (no importa cuan sutilmente), encuentran que sus almas responden a la dimensión mundana del movimiento de celebración, con entusiasta aprobación.

Los que han aceptado los principios de Cristo de abnegación y crucifixión del yo, están horrorizados por lo que está sucediendo alrededor de ellos en el movimiento de celebración.

El mundo está inundado de autoindulgencia. La cultura que nos rodea, está completamente saturada de ella. Esto se lo puede notar al analizar la PSICOLOGIA moderna de FREUD y CARL ROGERS. Los que han bebido o aceptado este principio de autoindulgencia, están entusiasmados con la idea de una religión “celebración” y un servicio que ya no reprueba la mundanalidad y la autoindulgencia, sino que la apoya y la incorpora como un elemento fundamental en el servicio a Dios.

Nuestro mensaje debe ser más puntual que el de Juan el Bautista para despertar al mundo de su autoindulgencia y estupor mortal.

“Por el camino a la muerte puede marchar todo el género humano, con toda su mundanalidad, todo su egoísmo, todo su orgullo, su falta de honradez y su envilecimiento moral.

Hay lugar para las opiniones y doctrinas de cada persona; espacio para que sigan sus propias inclinaciones y para hacer todo cuanto exija su egoísmo. Para andar por la senda que conduce a la destrucción, no es necesario buscar el camino, porque la puerta es ancha; y espacioso el camino, y los pies se dirigen naturalmente a la vía que termina en la muerte.

“Por el contrario, el sendero que conduce a la vida, es angosto, y estrecha la entrada. Si nos aferramos a algún pecado predilecto, hallaremos la puerta demasiado estrecha. Si deseamos hallarnos en el Camino-Cristo, debemos renunciar a nuestros propios caminos, a nuestra propia voluntad y a nuestros malos hábitos y prácticas. El que quiere servir a Cristo no puede seguir las opiniones ni las normas del mundo. La senda del cielo es demasiado estrecha para que por ella desfilen pomposamente la jerarquía y las riquezas; demasiado angosta para el juego de la ambición egoísta; demasiado empinada y áspera para el ascenso de los amantes del ocio. A Cristo le tocó la labor, la paciencia, la abnegación, el reproche, la pobreza y la oposición de los pecadores. Lo mismo debe tocarnos a nosotros, si alguna vez hemos de entrar en el paraíso de Dios” (El discurso maestro de Jesucristo, pp. 117, 118). (íd., p. 22)



Victorious Living Ministries

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Podemos aún añadir una cita más del Espíritu de Profecía sobre la música distorsionada en la iglesia:


CULTO CON RUIDO DESCONCERTANTE

“Es imposible estimar en demasía la obra que el Señor quiere llevar a cabo mediante los que se consideran vasos o instrumentos suyos, para poner en acción sus pensamientos y propósitos. Esas mismas cosas que habéis explicado que ocurrían en Indiana, el Señor me ha mostrado que volverían a ocurrir justamente antes de la terminación del tiempo de gracia. Se manifestará toda clase de cosas extrañas. Habrá vocerío acompañado de tambores, música y danza. El juicio de algunos seres racionales quedará confundido de tal manera que no podrán confiar en él para realizar decisiones correctas. Y a esto consideran como la actuación del Espíritu Santo.

“El Espíritu Santo nunca se manifiesta en esa forma, mediante ese ruido desconcertante. Esto constituye una invención de Satanás para ocultar sus ingeniosos métodos destinados a tornar ineficaz la pura, sincera, elevadora, ennoblecedora y santificadora verdad para este tiempo. Es mejor no mezclar nunca el culto a Dios con música, que utilizar instrumentos musicales para realizar la obra que en enero pasado se me mostró que tendría lugar en nuestras reuniones de reavivamiento.

La verdad para este tiempo no necesita nada de eso para convertir a las almas. El ruido desconcertante aturde los sentidos y desnaturaliza aquello que, si se condujera en la forma debida, constituiría una bendición. El influjo de los instrumentos satánicos se une con el estrépito y el vocerío, con lo cual resulta un carnaval, y a esto se lo denomina la obra del Espíritu Santo.” (Mensajes selectos, tomo 2, pp. 41 – 42).



¡MARANATA, Amén!

Publicaciones Educativas Misioneras - PEM

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