Monday, June 8, 2015

JESUITAS: PAPISTAS DISFRAZADOS DE CIVIL


Por: Bajo La Manga


Por: Juan Felipe Suescún (@jfsuescun)

El pasado viernes 29 de mayo me causó curiosidad leer la columna “Más papista que el papa” de César Rodríguez Garavito en El Espectador quien aprovecha el papado jesuita de Francisco para reclamar con nostalgia un imposible, una iglesia católica “pluralista, progresista e ilustrada” que le permita a él ser más papista que el papá, lo que no pudo mientras fue educado en los tiempos de Juan Pablo II. (Columna disponible en: http://www.elespectador.com/opinion/mas-papista-el-papa)

Me causó sorpresa porque siempre he visto en los columnistas como él que hacen parte de DeJusticia, como Mauricio García Villegas o Rodrigo Uprimmy, referentes en temas relacionados con el pensamiento liberal.

Rodríguez se muestra complacido con la gestión del papá Francisco al frente de la iglesia católica y afirma que “la aprobación del matrimonio de parejas del mismo sexo en Irlanda y la beatificación de monseñor Óscar Romero en El Salvador” es un giro de esta institución para convertirse en “pluralista, progresista e ilustrada” lo cual le permitiría ser “una fuerza formidable por la justicia social, los derechos humanos y la preservación de la vida sobre el planeta, que deberíamos tomar muy en serio aun quienes salimos desencantados de ella hace tiempo. Entonces valdría la pena ser más papistas que el papa”.

Rodríguez elude que la aprobación en Irlanda del matrimonio de parejas del mismo sexo, se hizo a través de un mecanismo democrático y no eclesial, y por ende, a mi juicio, no constituye un criterio para creer que la iglesia está cambiando su posición retrograda frente a este tema y otros más sobre los cuales se conoce su ceguera intelectual.

Para afirmar que la iglesia puede llegar a ser “pluralista, progresista e ilustrada” tendríamos que esperar un cambio de esta institución en relación con el matrimonio de parejas del mismo sexo, pero también, como dice Rodríguez, con la planificación familiar, la eutanasia, el aborto, el tratamiento de los escándalos de pederastia, el rol de la mujer en la iglesia, etc.

Precisamente, en relación al aborto, Mauricio García Villegas publicó al día siguiente en el mismo diario la columna “La campaña de Profamilia” en la cual pone en evidencia la inexplicable posición de los grupos conservadores, católicos en su mayoría, que se oponen a la campaña “La decisión es tuya” que adelanta esta entidad para prevenir abortos clandestinos. (Columna disponible en http://www.elespectador.com/opinion/campana-de-profamilia)

“Hay algo que me sorprende en esta reacción conservadora y es su olímpica indiferencia frente al sufrimiento humano, en este caso, el sufrimiento de las mujeres que se ven obligadas a abortar en pésimas condiciones médicas”.

La premisa que emplea Rodríguez sobre la posición de la iglesia frente al matrimonio de parejas del mismo sexo en Irlanda es imprecisa y alejada de nuestra realidad; además es improbable, como lo demuestra su colega García, en relación con la posición de esta institución y de sus seguidores frente al aborto en Colombia, es decir, en nuestra realidad.

La iglesia católica con ningún papa, ni con Francisco, va a perder su esencia, la de ser una institución “monolítica, retrograda y analfabeta”, todo lo contrario de lo que piensa Rodríguez.

Los jesuitas son “papistas disfrazados de civil”, parafraseando a un expresidente de este país que también se creía más papista que el papá.

Los jesuitas se caracterizan por su falsedad, dice Fernando Vallejo en “La puta de Babilonia”: tienen una actitud liberal frente a temas de interés contemporáneo, como lo demuestran algunas posiciones del papa Francisco, pero no se alejan de la doctrina de la iglesia católica.

En fin, ser jesuita no es pecado, pero quienes conocen la historia, y creo que Rodríguez es uno de ellos, saben que la iglesia no ha cambiado lo suficiente, ni lo hará, en relación con el matrimonio de parejas del mismo sexo y con otro temas de interés fundamental para la sociedad.

Si algo nos ha enseñado la historia es que en la iglesia católica no se puede confiar.

* Mi opinión no compromete la institución a la cual estoy vinculado laboralmente.

Ésta y otras columnas puede leerlas en Bajo La Manga (www.bajolamanga.co)


Fuente
.

No comments:

Post a Comment