Thursday, June 23, 2022

De la evangelización a la expulsión: quiénes son los jesuitas y cómo llegaron a México


La historia de esta congregación religiosa en el país se remonta a la época de colonización, cuando fueron uno de los pocos grupos católicos que evangelizaron a los pueblos originarios

21 de Junio de 2022


San Ignacio de Loyola fue el fundador de la Compañía de Jesús (Foto: Mediateca/INAH)


La historia de los jesuitas ha sido múltiples veces contada en los últimos años, especialmente desde que Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco, asumió el poder de la Iglesia Católica en 2013, al convertirse en el primer miembro de dicha congregación en ostentar el título.

No obstante, la historia de este grupo religioso se remonta algunos siglos atrás. De acuerdo a la información que ofrece el sitio de internet oficial, la Compañía de Jesús -el nombre original- es una orden de sacerdotes y hermanos “fundada hace medio milenio” por Ignacio de Loyola, quien fue canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV.

Con base en las enseñanzas que dejó el fundador para la posteridad, el objetivo principal de todos los integrantes es “encontrar a Dios en todas las cosas”, pues apuntan a dedicar su vida en dar “la mayor gloria” a su deidad, así como a buscar el bien de toda la humanidad.

En la actualidad, según sus registros, la orden cuenta con más de 16 mil miembros al rededor del mundo, repartidos entre sacerdotes, hermanos, escolásticos y novicios; cifra que los convierte en el grupo religioso masculino más grande del catolicismo.


Los jesuitas son la orden religiosa más numerosa en la iglesia católica (Foto: Mediateca/INAH)


Asimismo, para pertenecer a esta orden religiosa los hombres deben de realizar cuatro votos: de pobreza, de castidad, de obediencia y de obediencia con la misión mundial; dicho en otras palabras, deben de estar listo para aceptar cualquier tarea que se les sea exigida.

“Los jesuitas deben de estar listos para aceptar cualquier misión encomendada por el papa, un voto que es un reflejo de nuestra dedicación más amplia a la iglesia universal y al bien supremo de todas las personas, de todos los credos y culturas”, se pudo leer.
Jesuitas en México

Los jesuitas llegaron a México en 1572 (Foto: Mediateca/INAH)

Tras derrotar a los grupos originarios en América Latina, los españoles comenzaron el proceso de evangelización, el cual fue apoyado por congregaciones religiosas que viajaron con los navegantes y se asentaron en los diferentes territorios del continente, incluido México.

Al país llegaron, en primer lugar, los franciscanos en 1524, seguidos de los dominicos dos años más tardes y, seis después, los agustinos; fueron estos tres grupos los que se expandieron por la mayor parte del territorio que actualmente es conocido como la República Mexicana.

Fue hasta 1572 que llegan los jesuitas y, según historiadores, se produjo en el momento más oportuno, debido a que dedicaron sus tareas principalmente a la educación de infantes, aunque no descuidaron su labor apostólica; fue el tema de la educación lo que les llevó a obtener fama y mayor cariño entre las comunidades sobre las demás órdenes que ya trabajaban en el país.

Se extendieron por los actuales territorios de Guanajuato, San Luis Potosí, Coahuila, Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Durango; fue en el norte del país donde se dedicaron a fundar colegios y ciudades para continuar con el proceso de evangelización.

Para 1645 la Compañía de Jesús contaba en México 401 jesuitas, mismos que atendían dieciocho colegios, cada uno de ellos con más de seis personas; además de administrar numerosas parroquias o misiones.

Hasta 1813 se restituyó a la Compañía de Jesús en México (Foto: Mediateca/INAH)

Sin embargo, a inicios de 1967 (1767), la congregación fue expulsada por órdenes reales de España y tenían la obligación de también abandonar los territorios que eran colonia; por lo que el 25 de junio de ese año se les fue comunicado que tenían que abandonar el territorio de la Nueva España sin más pertenencias que el breviario, la ropa que traían puesta y el dinero que les pertenecía a cada uno.

Muchos puntos se hablaron sobre lo que causó su expulsión, debido a que las autoridades ibéricas los acusaron de haberse enriquecido enormemente en las misiones; además de haber intervenido en política
al presuntamente obstaculizar a los reyes de España o, incluso, se les señaló de haber planeado el asesinato de los reyes José de Portugal y Luis XV de Francia
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Sin embargo, muchos años después, se pudo conocer que la razón real fue muy diferente, pues se conoció que los jesuitas, a diferencia de otras órdenes religiosas, se negaron a negociar con los estados no católicos, situación que tiró negocios de la corona. No fue sino hasta 1813 que se restituyó en México a la Compañía de Jesús, misma que sigue vigente.



Wednesday, June 22, 2022

Asesinan a dos sacerdotes jesuitas en el norte de México


Por FABIOLA SÁNCHEZ, Associated Press
Updated: June 21, 2022 10:33 p.m.


Una feligrés se lamenta frente a las imágenes de los sacerdotes jesuitas Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar durante una misa el martes 21 de junio de 2022, en la Ciudad de México. (AP Foto/Fernando Llano)Fernando Llano/AP


CIUDAD DE MÉXICO (AP) — Dos sacerdotes jesuitas fueron asesinados en un templo del norte de México y sus cuerpos fueron sustraídos junto al de otra víctima por personas armadas, informaron el martes el gobierno y la congregación religiosa.

La remota comunidad de Cerocahui, en el municipio Urique, en el estado de Chihuahua, se vio estremecida el lunes tras el asesinato de los jesuitas mexicanos Javier Campos Morales y Joaquín Mora Salazar, así como de un guía turístico en el templo de la parroquia Francisco Javier. Las muertes coincidieron con la desaparición de cuatro personas, entre ellos una mujer y un menor, en esa misma localidad.

Aún afectado por las muertes, Toño Gallardo de Morales, primo de Campos Morales, dijo a The Associated Press que el sacerdote “nunca tuvo miedo” a pesar de vivir en una región dominada por grupos delictivos dedicados al tráfico de drogas.

“Él estaba consciente de lo que implicaba vivir en condiciones difíciles...pero siempre lo enfrentó con mucho valor, con confianza y mucha fe”, agregó.

Campos Morales, quien era conocido como “El Gallo” por su afición a los gallos, era oriundo de la capital mexicana pero luego se trasladó a la ciudad norteña de Monterrey, donde pasó su niñez y adolescencia.

Desde una iglesia capitalina donde se realizó la noche del martes una misa en memoria de los dos sacerdotes, Gallardo indicó que su primo nunca quiso abandonar la Sierra de Tarahumara a pesar de la inseguridad porque “estaba muy comprometido” con los habitantes. “Él pidió a su comunidad (jesuita) que lo designaran para trabajar allá con la gente”.

Hombres armados detuvieron poco después de la 1 de la tarde del lunes al guía turístico de Cerocahui, identificado como Pedro Eliodoro P.G., quien fue llevado hasta un templo de la comunidad, donde fue asesinado junto con los dos sacerdotes, dijo el gobierno del estado.

De acuerdo con el relato que ofreció un jesuita sobreviviente, Campos Morales y Mora Salazar le exigieron al presunto delincuente detener el ataque en la iglesia y minutos después fueron todos ejecutados de varios disparos. Los atacantes se llevaron los cuerpos a pesar de las súplicas del sacerdote sobreviviente, quien pidió que los dejaran en el lugar, informó la oficina de prensa de la Compañía de Jesús en México.

Campos Morales, de 79 años, y Mora Salazar, de 80, tenían más de cinco décadas en la Compañía de Jesús. Los dos jesuitas eran parte del equipo de religiosos y laicos que están en la Sierra de Tarahumara, donde realizaban trabajo social y pastoral desde hace varias décadas, el cual incluía fortalecer la cultura de la comunidad indígena tarahumara y la preservación del medio ambiente.

La Compañía de Jesús demandó a las autoridades adopten medidas inmediatas para asegurar la vida de los religiosos de la comunidad de Cerocahui que, aseguraron, enfrenta “condiciones de violencia y olvido” de parte del Estado. Cinco jesuitas permanecen cinco en la región.

Las autoridades estatales indicaron que el lunes presuntos agresores también detuvieron a dos hombres identificados como Paul Osvaldo B. y Armado B., una mujer y menor, quienes según la prensa local fueron sacados de un hotel de Cerocahui y aún permanecen desaparecidos.

La gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos, dijo el martes que se desplegó un fuerte operativo conjunto en la zona para localizar a los responsables de los hechos. En las operaciones de búsqueda participa agentes estatales de investigación, elementos de la Secretaría de Seguridad Pública estatal, la Guardia Nacional y el Ejército, quienes realizan patrullajes en los poblados y caminos vecinales de la zona.

Al condenar los hechos, el representante en México del Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Guillermo Fernández-Maldonado, dijo en un comunicado que “el asesinato de estos dos reconocidos sacerdotes nos recuerda la situación de violencia extrema y vulnerabilidad que enfrentan las comunidades de la Sierra Tarahumara en Chihuahua”.

Fernández-Maldonado instó a las autoridades a desarrollar una investigación “efectiva y exhaustiva” de los asesinatos “considerando todas las líneas de investigación relevantes e identificando a los autores materiales e intelectuales”, y brindar a la comunidad de Cerocahui y de la sierra “medidas de protección inmediatas, efectivas y concertadas con las mismas comunidades” tomando en cuenta que están en zonas aisladas y con fuerte presencia indígena.

La violencia ha plagado las montañas de la Sierra Tarahumara durante años. La región escarpada y cubierta de pinos es hogar del grupo indígena del mismo nombre. Cerocahui está cerca de un punto donde el estado de Chihuahua se encuentra con Sonora y Sinaloa, una importante región productora de drogas.

El Centro Católico Multimedial informó en su página web que con las muertes de Campos Morales y Mora Salazar ya suman siete los sacerdotes asesinados en lo que va del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador, que se inició en 2018, lo que coloca a México como uno de los países más peligrosos para el ejercicio sacerdotal.

El padre José Guadalupe Rivas, que
dirigía una casa de migrantes, fue reportado desaparecido a mediados del mes pasado y días después fue localizado muerto en el municipio norteño de Tecate, en el estado de Baja California, informó el centro.

El año pasado, un sacerdote franciscano murió cuando quedó atrapado en medio del fuego cruzado de cárteles rivales en una carretera entre los límites de los estados de Durango y Zacatecas. Otro fue asesinado en el estado central de Morelos y otro más en el estado de Guanajuato ese año.

En 2019 un cura fue asesinado a puñaladas en la ciudad fronteriza de Matamoros, en el estado de Tamaulipas.

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El fotógrafo de AP, Fernando Llano, contribuyó con este despacho.