Friday, February 16, 2024

El gobierno de Ortega disuelve la orden de los jesuitas en Nicaragua y le confisca sus bienes



El gobierno de Daniel Ortega confiscó los bienes de la Compañía de Jesús en Nicaragua. 

Redacción
BBC Mundo
23 agosto 2023


El presidente Daniel Ortega le dio la última estocada a la Asociación de la Compañía de Jesús en Nicaragua al quitarle la personalidad jurídica y los bienes, según decreto publicado en La Gaceta, diario oficial de ese país.


De acuerdo con la información oficial, el gobierno ordenó disolver la orden religiosa supuestamente por no reportar los estados financieros en 2020, 2021 y 2022. Así como por no haber renovado la junta directiva que está vencida desde el 27 de marzo de 2020.


La medida también supone el traspaso de sus bienes e inmuebles a nombre del Estado de Nicaragua, lo que afectará a los colegios Loyola y Centroamérica, además de las escuelas de Fe y Alegría.


La decisión se toma justo una semana después que el gobierno de Daniel Ortega ordenara confiscar la Universidad Centroamericana (UCA), que había sido administrada por la orden religiosa desde hace más de 60 años y que ahora llevará por nombre la Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro.

A raíz de ese hecho, la Asociación de Universidades Confiadas a la Compañía de Jesús en América Latina (AUSJAL) emitió un comunicado para expresar su rechazo por considerar que la UCA ha sido "calumniada y hostigada".
"Su denuncia de los hechos calificados como crímenes de lesa humanidad por el Grupo de Expertos en Derechos Humanos sobre Nicaragua, de la Organización de las Naciones Unidas, la ha hecho víctima de múltiples y progresivas agresiones desde 2018", reseña el comunicado.


"La confiscación de facto de los bienes de la UCA es una represalia por el trabajo que ha hecho esta institución en la búsqueda de una sociedad más justa, así como por su compromiso para proteger la vida, la verdad y la libertad del pueblo nicaragüense", continúa.



FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

El gobierno de Daniel Ortega abrió una causa penal contra la Universidad Centroamericana (UCA) por el delito político de “terrorismo”.

Cadena de ataques



FUENTE DE LA IMAGEN,GETTY IMAGES

La medida supone el traspaso de sus bienes e inmuebles a nombre del Estado de Nicaragua.


El 15 de agosto, el gobierno de Daniel Ortega abrió una causa penal contra la Universidad Centroamericana (UCA) por el delito político de “terrorismo”. Una acción que docentes y líderes estudiantiles han visto como una represalia por la participación de la institución en la rebelión de abril de 2018.


“Se nos notificó la incautación de bienes inmuebles, muebles, dinero en moneda nacional o extranjera de las cuentas bancarias inmovilizadas, productos financieros en moneda nacional o extranjera propiedad de la UCA”, denunciaron las autoridades universitarias en un comunicado.


Cuatro días después, se ordenó confiscar la residencia Villa del Carmen, donde viven los religiosas que trabajan en la UCA.


La policía se presentó en la residencia para exigir que los jesuitas abandonaran la propiedad. Pese a que el inmueble no pertenece a la universidad, tuvieron que marcharse a Managua.


Según denunció la AUSJAL, a la UCA se le negó injustificadamente las certificaciones para cumplir con su misión de educar, producir conocimiento y vincularse socialmente, al igual que ocurrió con otros 27 centros de educación superior cuyos bienes fueron confiscados.


Al ser excluida de estos órganos, la UCA perdió acceso al presupuesto público, lo que afectó al alumnado que requería de este presupuesto para financiar sus estudios.




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Monday, February 12, 2024

Mama Antula, una jesuita de 1730 que no quería casarse ni ser monja, será primera santa de Argentina



Rita Canteros sale de la parroquia con un cuadro de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente por su nombre en quechua “Mama Antula”, en las afueras de Buenos Aires, Argentina, el domingo 28 de enero de 2024. La canonización de “Mama Antula” en un ceremonia el 11 de febrero encabezada por el papa Francisco en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, la convertirá en la primera santa argentina. (AP Foto/Natacha Pisarenko)
(Natacha Pisarenko / Associated Press)

BY POR DÉBORA REY
ASSOCIATED PRESSFEB. 10, 2024 4 AM PT


BUENOS AIRES —

En el siglo XVIII protagonizó una rebelión espiritual. Hoy, está a punto de convertirse en la primera santa de Argentina, el país natal del Papa Francisco.

Se trata de María Antonia de Paz y Figueroa, conocida popularmente por su nombre en quechua “Mama Antula”, pero de la que muchos ignoran su historia. Fue una laica católica que dedicó su vida a peregrinar por el país sudamericano en misión evangelizadora, justo en una época en la que las mujeres tenían dos opciones en la vida: el convento o el matrimonio.

El papa Francisco canonizará a “Mama Antula”, el próximo domingo en el Vaticano, convirtiéndola en la primera santa de Argentina, en un acto formal que despierta expectativas también por el encuentro del máximo pontífice con el presidente argentino, Javier Milei.

“La caridad de ‘Mama Antula’, sobre todo en el servicio a los más necesitados, hoy se impone con gran fuerza, en medio de esta sociedad que corre el riesgo de olvidar que el individualismo radical es el virus más difícil de vencer”, resaltó el sumo pontífice el viernes.

La futura santa, de tez blanca y ojos celestes, nació en 1730 en Santiago del Estero, provincia al norte de Buenos Aires. Murió el 7 de marzo de 1799, a los 69 años.

Su recorrido histórico, recogido en textos elaborados por instituciones católicas y en una biografía que el mismo papa Francisco reconoció, cuenta que era hija de una familia acomodada. De muy pequeña desarrolló una vocación religiosa y se acercó a los jesuitas, que no sólo evangelizaban a indígenas y esclavos, sino que también cumplían una decisiva acción social en las entonces colonias de España.

A los 15 años abandonó la vida confortable de su hogar y los privilegios de su clase para sumarse a la Compañía de Jesús como beata. Cambió el apellido paterno por el de San José. Bajo la guía de los jesuitas educó, cuidó y ayudó a los pobres e indígenas de su provincia natal. La consideraban su protectora y la apodaron “Mama Antula”, nombre en quechua derivado de Antonia.

“Ella era una rebelde, como Jesús”, dijo a AP la periodista y biógrafa Cintia Suárez. “Se impuso al padre y le dijo ‘no me voy a casar ni me voy hacer monja’. Ella no quería obedecer a ninguna orden. Por eso también tenía esta libertad de moverse sola. La Iglesia tenía una estructura muy verticalista, no quería obedecer a nadie”, recalcó la coautora de la biografía “Mama Antula, la primera Santa Argentina”.

La beata colaboró en la organización de ejercicios espirituales basados en los escritos de San Ignacio de Loyola, el fundador de la compañía de Jesús en 1534, y fue determinante para mantener vigente la doctrina de los jesuitas en la entonces colonia del Río de la Plata, tras ser expulsados de las Américas en 1767. En esa orden religiosa, la más grande del catolicismo, se formó el papa Francisco.

Esas prácticas tenían una particularidad: borraban las diferencias sociales. Un esclavo y su amo, ricos y pobres eran tratados por igual.

A pesar de su destacada obra, fue invisibilizada probablemente por su condición de mujer laica hasta que, precisamente, la elección del primer papa jesuita en 2013 la desterró del olvido.

La canonización de “Mama Antula” se dará en una ceremonia el domingo en la Basílica de San Pedro, en el Vaticano, y que marcará el primer encuentro del pontífice con el ultraderechista Milei, quien años antes de ser presidente dijo que el papa Francisco era el “representante del maligno en la Tierra”. Es la primera vez desde que asumió su pontificado que el pontífice sopesa la posibilidad este año de visitar a su país natal, que abandonó hace más de una década para liderar la Iglesia Católica. Y en un contexto de crisis económica y social.

Antes de proponerla para santa, Francisco promovió su beatificación en 2016. La Congregación para las Causas de los Santos dio por milagrosa la salvación en 1905 de una monja gravemente enferma perteneciente a la orden religiosa que quedó a cargo de la Casa de ejercicios espirituales fundada por “Mama Antula” en Buenos Aires.

El segundo milagro que abrió la puerta de su canonización ocurrió en 2017. Un ex seminarista jesuita quedó al borde de la muerte por un accidente cerebrovascular. Un amigo le llevó al hospital una estampa de “Mama Antula” y se la pegó en el monitor de signos vitales. El hombre mejoró y salió de terapia intensiva. Los propios médicos azorados dieron testimonio al Vaticano.

“Caminante del espíritu”, la definió Francisco en una reciente carta a la diócesis de Santiago del Estero. “Que este acontecimiento universal, que tanto les pertenece, nos ayude a todos, por intercesión de ‘Mama Antula’, a renovar nuestra misión bautismal con audacia y fervor apostólico, como lo hizo esa gran mujer del siglo XVIlI”.

Cuando la corona española expulsó a los jesuitas de América en 1767 por considerarlos una amenaza a sus intereses, “Mama Antula” decidió tomar la posta y continuar con su obra, aun a riesgo de ir presa.

Vestida con la capa negra que había heredado de uno de los jesuitas expulsados y sosteniendo una gran cruz, empezó a peregrinar descalza pueblo por pueblo y retomar los ejercicios espirituales. Al principio la miraban de reojo y era tratada de bruja o loca. Cuando llegó a Buenos Aires, capital del virreinato, le lanzaron piedras.

Pero “Mama Antula” fue una mujer muy astuta que, contra los prejuicios de la época, tuvo la capacidad de persuadir a párrocos y obispos para continuar los ejercicios espirituales de los jesuitas a pesar de la prohibición.

“La paciencia es buena, pero mejor es la perseverancia”, es la frase que se le atribuye en textos históricos recogidos en su biografía.

“Mi interpretación es que “Mama Antula” vivió en una época de crisis. La gente queda desamparada por expulsión de los jesuitas. Ahora también estamos en contexto crítico en Argentina. El papa nos dijo que su canonización hará mucho bien al pueblo argentino”, señaló la biógrafa Suárez, aludiendo a una carta que recibieron las autoras de Francisco por la publicación del libro.

El obispo de su natal Santiago del Estero, José Luis Corral, destacó que “no fue una feminista en el sentido contemporáneo del término, pero sí tuvo que abrirse camino en un mundo donde el prestigio, la identidad y el lugar se alcanzaba por la pertenencia o referencia a un hombre”.