La historia de esta congregación religiosa en el país se remonta a la época de colonización, cuando fueron uno de los pocos grupos católicos que evangelizaron a los pueblos originarios
21 de Junio de 2022
San Ignacio de Loyola fue el fundador de la Compañía de Jesús (Foto: Mediateca/INAH)
La historia de los jesuitas ha sido múltiples veces contada en los últimos años, especialmente desde que Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco, asumió el poder de la Iglesia Católica en 2013, al convertirse en el primer miembro de dicha congregación en ostentar el título.
No obstante, la historia de este grupo religioso se remonta algunos siglos atrás. De acuerdo a la información que ofrece el sitio de internet oficial, la Compañía de Jesús -el nombre original- es una orden de sacerdotes y hermanos “fundada hace medio milenio” por Ignacio de Loyola, quien fue canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV.
Con base en las enseñanzas que dejó el fundador para la posteridad, el objetivo principal de todos los integrantes es “encontrar a Dios en todas las cosas”, pues apuntan a dedicar su vida en dar “la mayor gloria” a su deidad, así como a buscar el bien de toda la humanidad.
En la actualidad, según sus registros, la orden cuenta con más de 16 mil miembros al rededor del mundo, repartidos entre sacerdotes, hermanos, escolásticos y novicios; cifra que los convierte en el grupo religioso masculino más grande del catolicismo.
La historia de los jesuitas ha sido múltiples veces contada en los últimos años, especialmente desde que Jorge Mario Bergoglio, mejor conocido como el papa Francisco, asumió el poder de la Iglesia Católica en 2013, al convertirse en el primer miembro de dicha congregación en ostentar el título.
No obstante, la historia de este grupo religioso se remonta algunos siglos atrás. De acuerdo a la información que ofrece el sitio de internet oficial, la Compañía de Jesús -el nombre original- es una orden de sacerdotes y hermanos “fundada hace medio milenio” por Ignacio de Loyola, quien fue canonizado en 1622 por el papa Gregorio XV.
Con base en las enseñanzas que dejó el fundador para la posteridad, el objetivo principal de todos los integrantes es “encontrar a Dios en todas las cosas”, pues apuntan a dedicar su vida en dar “la mayor gloria” a su deidad, así como a buscar el bien de toda la humanidad.
En la actualidad, según sus registros, la orden cuenta con más de 16 mil miembros al rededor del mundo, repartidos entre sacerdotes, hermanos, escolásticos y novicios; cifra que los convierte en el grupo religioso masculino más grande del catolicismo.
Los jesuitas son la orden religiosa más numerosa en la iglesia católica (Foto: Mediateca/INAH)
Asimismo, para pertenecer a esta orden religiosa los hombres deben de realizar cuatro votos: de pobreza, de castidad, de obediencia y de obediencia con la misión mundial; dicho en otras palabras, deben de estar listo para aceptar cualquier tarea que se les sea exigida.
“Los jesuitas deben de estar listos para aceptar cualquier misión encomendada por el papa, un voto que es un reflejo de nuestra dedicación más amplia a la iglesia universal y al bien supremo de todas las personas, de todos los credos y culturas”, se pudo leer.
Jesuitas en México
Los jesuitas llegaron a México en 1572 (Foto: Mediateca/INAH)
Tras derrotar a los grupos originarios en América Latina, los españoles comenzaron el proceso de evangelización, el cual fue apoyado por congregaciones religiosas que viajaron con los navegantes y se asentaron en los diferentes territorios del continente, incluido México.
Al país llegaron, en primer lugar, los franciscanos en 1524, seguidos de los dominicos dos años más tardes y, seis después, los agustinos; fueron estos tres grupos los que se expandieron por la mayor parte del territorio que actualmente es conocido como la República Mexicana.
Fue hasta 1572 que llegan los jesuitas y, según historiadores, se produjo en el momento más oportuno, debido a que dedicaron sus tareas principalmente a la educación de infantes, aunque no descuidaron su labor apostólica; fue el tema de la educación lo que les llevó a obtener fama y mayor cariño entre las comunidades sobre las demás órdenes que ya trabajaban en el país.
Se extendieron por los actuales territorios de Guanajuato, San Luis Potosí, Coahuila, Baja California, Sonora, Sinaloa, Chihuahua y Durango; fue en el norte del país donde se dedicaron a fundar colegios y ciudades para continuar con el proceso de evangelización.
Para 1645 la Compañía de Jesús contaba en México 401 jesuitas, mismos que atendían dieciocho colegios, cada uno de ellos con más de seis personas; además de administrar numerosas parroquias o misiones.
Hasta 1813 se restituyó a la Compañía de Jesús en México (Foto: Mediateca/INAH)
Sin embargo, a inicios de 1967 (1767), la congregación fue expulsada por órdenes reales de España y tenían la obligación de también abandonar los territorios que eran colonia; por lo que el 25 de junio de ese año se les fue comunicado que tenían que abandonar el territorio de la Nueva España sin más pertenencias que el breviario, la ropa que traían puesta y el dinero que les pertenecía a cada uno.
Muchos puntos se hablaron sobre lo que causó su expulsión, debido a que las autoridades ibéricas los acusaron de haberse enriquecido enormemente en las misiones; además de haber intervenido en política
al presuntamente obstaculizar a los reyes de España o, incluso, se les señaló de haber planeado el asesinato de los reyes José de Portugal y Luis XV de Francia.
Sin embargo, muchos años después, se pudo conocer que la razón real fue muy diferente, pues se conoció que los jesuitas, a diferencia de otras órdenes religiosas, se negaron a negociar con los estados no católicos, situación que tiró negocios de la corona. No fue sino hasta 1813 que se restituyó en México a la Compañía de Jesús, misma que sigue vigente.
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