De la jornada participaron delegaciones de los 30 pueblos fundados por los religiosos, en Paraguay, Argentina, Brasil y Uruguay.
La Semana Santa artística de Tañarandy cumplió 25 años de vigencia. Miles de luces se encendieron anoche en homenaje a los jesuitas, cuyo 250 aniversario de expulsión se conmemora este año. De la procesión por el "Yvága rape" participaron algunos de los 30 pueblos jesuitas ubicados en el departamento de Misiones de Paraguay, las provincias argentinas de Corrientes y Misiones, parte de Uruguay y del Brasil.
La compañía Tañarandy –de San Ignacio Misiones– recibió a una multitudinaria cantidad de turistas, religiosos, jóvenes y familias que formaron parte de la fenomenal ponencia artística y religiosa que abarcó la procesión de la Virgen Dolorosa por el Yvága rape (caminar en medio de las estrellas), hasta la contemplación del retablo con apariencia de la iglesia jesuita del Sigo XVI, preparado por el artista plástico Koki Ruiz y sus colaboradores.
Hubo dos procesiones simultáneas: una salió de la "Barraca", que fue el grupo de estacioneros y visitantes de los 30 pueblos jesuitas, que fue hasta el encuentro de la procesión tradicional que salió de la capilla de Tañarandy, explicó Ruiz momentos antes de la puesta escénica de dos cuadros vivientes que formaron parte del espectáculo.
Los cuadros fueron la Última Cena y otro que representó la expulsión jesuita por la corona española. Las imágenes del retablo pertenecían a San Ignacio, patrono de Misiones, y a las reducciones jesuitas.
A partir de la puesta del sol, los miles de peregrinos iniciaron el encendido de las luces, antorchas y velas de apepu.
TRADICIÓN
Esta tradición que cumple un cuarto de siglo mantiene viva no solo la historia de la comunidad de Misiones, sino la religiosidad y la valoración a los jesuitas.
"Es impactante ver que la gente de Misiones sigue tan firme en su costumbre a pesar de los años y, lo mejor es que mueve no sólo al país sino a las regiones vecinas que vienen a participar de esta tradición", comentó Teresa Kutier, quien integró una comitiva de la Cooperativa Universitaria de Asunción.
Los visitantes de Tañarandy, a pedido del monseñor Pedro Collar, obispo de Misiones, llevaron donaciones como alimentos no perecederos, ropas, zapatos y frazadas, que serán destinados a las zonas afectadas por el intempestivo temporal climático que se desató días atrás.
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