En las fotografías que se conservan de ambos es imposible distinguir cuál de los dos es el Titanic y cuál es el Olympic. Incluso el interior de ambas naves guardaba un parecido sorprendente. Las dimensiones también eran idénticas. La imagen muestra al Titanic a la derecha
CIUDAD DE MEXICO, México. 14 Abr. 2015.- En 1845 fue fundada la White Star Line, en un principio como medio de transporte para el comercio transoceánico entre el Reino Unido y Australia, pero a mediados del siglo XIX ya era considerada como una de las empresas marítimas más importantes entre Europa y América en el transporte de pasajeros al contar con alojamiento barato de tercera clase y lujosos camarotes en segunda y primera clase.
En 1902, tras intensas presiones por parte del multimillonario estadounidense John Pierpont Morgan, mejor conocido como JP Morgan por hacerse con la compañía, la White Star Line le fue vendida por su propietaria, la International Mercantile Marine Co.
El 31 de julio de 1908 la empresa comenzó su proyecto más ambicioso, la construcción del buque más lujoso, mas grande y 'más seguro' del mundo, el RMS Titanic. Sin embargo, el 16 de diciembre del mismo año la naviera había comenzado a construir un navío completamente gemelo al buque, el Olympic, aunque con materiales más austeros.
En las fotografías que se conservan de ambos, es imposible distinguir cuál de los dos es el Titanic y cuál es el Olympic. Incluso el interior de ambas naves guardaba un parecido sorprendente.
Las dimensiones también eran idénticas: 269 metros de eslora y 28,2 metros de manga. La única diferencia destacable entre los dos navíos era que la cubierta A del Olympic era cerrada por completo, mientras que la del Titanic estaba medio abierta.
De hecho, el Olympic tenía cuatro chimeneas, las mismas que el Titanic, a pesar de que una de ellas era totalmente falsa y carecía de utilidad.
La explicación de la compañía es que la falsa chimenea haba sido añadida de manera artificial simplemente para que el Olympic fuera estéticamente más bello.
Otra de las diferencias era que el Olympic fue construido en un tiempo record en comparación con su gemelo. A pesar de haber comenzado a fabricarse 5 meses después, el Olympic quedó completamente terminado y navegando el 14 de junio de 1911, mientras que el Titanic aún estaba al 30% de su construcción.
El 10 de abril de 1912, un mes después de que el Olympic realizase algunas labores de reparación, supuestamente en una de sus hélices, el Titanic celebraba su viaje inaugural bajo el mando del capitán Edward John Smith, un jesuita que ostentaba el titulo de Tempore Co-adjuntor, es decir, un jesuita no ordenado que guardaba una fidelidad total a la orden hasta su muerte a pesar de no ser sacerdote.
Tanto JP Morgan (dueño de la White Star Line) como James Pirrie (propietario de los astilleros Harland & Wolff) rehusaron a realizar el viaje inaugural del Titanic.
Morgan anuló su reservación alegando encontrarse enfermo, aunque con posterioridad se demostró que tal enfermedad era falsa. Otras importantes personalidades también las anularon de último momento como Robert Bacon, Henry Clay Frick así como numerosos clérigos relacionados con la orden jesuita.
Especialmente significativo fue el episodio que protagonizaron los miembros de la adinerada familia Wanderbright, quienes después de ordenar a su mayordomo y a su ama de llaves acondicionar su camarote para la travesía y colocar todo su equipaje, anulan sus billetes 10 minutos antes de zarpar, abandonando a bordo todos sus enseres y a sus sirvientes sin explicación alguna.
Uno de los pasajeros que sí embarcó en Southampon fue Francis Browne Jr., un joven miembro de la orden jesuita, prolifero fotógrafo que, desde el momento de zarpar, estuvo fotografiando el navío, su vida en el interior, las personas que viajaban además de reunirse en secreto con el capitán antes de desembarcar en el puerto de Cork de Irlanda.
Durante su estancia en el Titanic, Browne entabló amistad con una de las familias ricas que de dirigían a Manhattan los cuales le propusieron financiarle el viaje hasta Nueva York y su vuelta a Gran Bretaña.
Browne envió un telégrafo a sus superiores para informarles de sus nuevos planes. La respuesta fue clara y contundente: "Abandone el Barco". Así que Browne desembarcó en Irlanda.
Muchos de los pasajeros que iban a bordo en realidad no tenían ningún billete, sino que fueron embarcados casi de manera forzada. El Titanic era un coloso que consumía 650 toneladas de carbón al día. En las fechas cercanas a su viaje inaugural, hubo una importante y oportuna huelga de trabajadores mineros, lo que hizo que parte del carbón destinado a otros navíos fuese llevado al Titanic con lo que hubo una importante cancelación de travesías en esas fechas. Los pasajeros que tenían reservas en otros barcos fueron, por ello, alojados en el Titanic de manera casi obligada.
Durante la travesía ocurrieron extraños acontecimientos. El vigía Reginald Lee denunció que alguien había tomado sus binoculares de la cruceta de vigilancia. A medida que el barco se aproximaba a la zona más peligrosa del océano por la presencia de icebergs, en el camarote de comunicaciones, no cesaban de recibir notificaciones de otros navíos sobre la peligrosidad de un iceberg gigante.
Nadie le dio importancia a los más de siete avisos que se registraron, incluso el radiotelegrafista John George Philips, respondió a un aviso del Californian diciendo "cállense, tengo mucho trabajo".
Luego del avistamiento del gran bloque de hielo, el capitán, que llevaba más de 30 años al servicio de la White Star y conocía la peligrosidad de la zona, ordenó avanzar a toda máquina a 25 nudos por hora en una fría y oscura noche sin Luna.
Oficialmente, a las 23:40 horas del 14 de abril de 1912 el Titanic chocó contra un iceberg en su lado de estribor tras una maniobra suicida del suboficial William M. Murdock quien, tras el aviso de la presencia del iceberg a menos de 500 metros de la proa, ordenó parar maquinas para iniciar una maniobra de retroceso que evitara el impacto. Cinco de los dieciséis compartimientos estancos del navío se inundaron.
Incluso en el trágico momento en que el Titanic comenzó a ser devorado por las heladas aguas del Atlántico, los hechos extraños no dejaron de sucederse.
Los botes salvavidas, insuficientes para salvar a todos los pasajeros y tripulantes, comenzaron a abandonar el Titanic más de una hora después del impacto y prácticamente vacíos, con sólo 12 o 14 personas en ellos cuando tenían capacidad para 70. De hecho, los 20 botes tenían capacidad para transportar a 1,170 personas y sólo fueron usados por 705.
Cuando el Carpathia llegó al rescate, los tripulantes del barco aseguraron que, algunos botes salvavidas, no llevaban el nombre de Titanic sino el de Olympic.
Esto hizo pensar a algunos investigadores que el hundimiento del Titanic fue un fraude. El barco que realmente se hundió aquella madrugada fue el Olympic disfrazado de Titanic, según ellos.
Durante los meses de construcción de ambos navíos, los elevados costos habían empujado a la White Star a la quiebra. A esto se unió que el 20 de septiembre de 1911 el Olympic tuvo un accidente al chocar con un barco de la marina llamado de nombre HMS Hawke.
La comisión investigadora estipuló que la culpa había sido del Olympic y, por tanto, los costos para la reparación del navío de guerra corrían a cargo de la White Star. Esto supuso una herida de muerte para la compañía, ya que la aseguradora del Olympic se había negado a hacerse cargo de los costos por negligencia. El capitán del Olympic en el momento del choque era el mismo del Titanic durante el hundimiento.
Según los suspicaces, fue por ello que la White Star fletó al Olympic disfrazándolo de Titanic aquel fatídico 10 de abril de 1912. Cambio viable, ya que ambas naves eran absolutamente idénticas.
El Titanic estaba asegurado por diez millones de dólares, así que, con esta jugada maestra, la White Star habría cobrado el seguro del Titanic hundiendo al Olympic, con lo que costeó la finalización del verdadero Titanic que navegó hasta 1935 con el nombre de Olympic.
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