EZEQUIEL RAMÍREZ@cheke_lun 11 de febrero de 2013
“Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.”[1]
Impactante declaración de Su Santidad Benedicto XVI al momento de anunciar su renuncia, misma que será efectiva a partir del 28 de febrero de este año. Sin embargo, cuales son los motivos que originaron esta inesperada sorpresa.
Como antecedente de este hecho, en 2008 el Prepósito General de la Compañía de Jesús, Peter Hans Kolvenbach, al cumplir los 80 años de edad, anuncio su retiro voluntario como líder de esta orden, con el consentimiento del papa Benedicto XVI. Es sabido que la Orden Religiosa de los Jesuitas, es la más grande e influyente en el vaticano e inclusive su líder ha tenido apelativos como el de “Papa Negro” al equipararlo en poder político y por las sobrias vestimentas que caracterizan a esa orden.
Al igual que el cargo de Sumo Pontífice, no se frecuenta hacer uso de la dimisión del puesto. La renuncia del holandés Kolvenbach y la aceptación de la misma por parte del papa Ratzinger, son muestra de una clara conciencia de servicio por parte de los superiores de una institución secular como lo es la Iglesia Católica.
Es importante señalar que por declaraciones de Max Seckler, teólogo alemán y amigo del papa Benedicto XVI, se tuvo conocimiento de presiones internas dentro del vaticano que de forma adminicúlate ayudo a la toma de decisión de Su Santidad a dimitir del cargo.
Joseph Ratzinger, se caracterizó en su pontificado por las ideas de unión y comunión entre las naciones, de amor, de apoyo a experiencias positivas y rechazo de las negativas. Esas ideas teológicas y morales fueron fruto de su experiencia como un gran estudioso y uno de los líderes más influyentes de nuestra época.
Sin duda, la sombra de largo pontificado del papa Juan Pablo II y las demás crisis en las que se vio envuelta la iglesia católica durante el mandato del papa Ratzinger pesaron sobre la credibilidad y aprecio de este gran líder; sin embargo, eso no debe de denostar la gran capacidad y trayectoria del papa Benedicto XVI, debemos tomar su decisión como una muestra de madurez en la iglesia católica.
Ahora solo queda esperar si en el conclave de elección para suceder a Benedicto XVI deja a un lado a los Cardenales europeos al frente de la Iglesia Católica.
[1]http://www.excelsior.com.mx/global/2013/02/11/883674.
“Después de haber examinado ante Dios reiteradamente mi conciencia, he llegado a la certeza de que, por la edad avanzada, ya no tengo fuerzas para ejercer adecuadamente el ministerio petrino.”[1]
Impactante declaración de Su Santidad Benedicto XVI al momento de anunciar su renuncia, misma que será efectiva a partir del 28 de febrero de este año. Sin embargo, cuales son los motivos que originaron esta inesperada sorpresa.
Como antecedente de este hecho, en 2008 el Prepósito General de la Compañía de Jesús, Peter Hans Kolvenbach, al cumplir los 80 años de edad, anuncio su retiro voluntario como líder de esta orden, con el consentimiento del papa Benedicto XVI. Es sabido que la Orden Religiosa de los Jesuitas, es la más grande e influyente en el vaticano e inclusive su líder ha tenido apelativos como el de “Papa Negro” al equipararlo en poder político y por las sobrias vestimentas que caracterizan a esa orden.
Al igual que el cargo de Sumo Pontífice, no se frecuenta hacer uso de la dimisión del puesto. La renuncia del holandés Kolvenbach y la aceptación de la misma por parte del papa Ratzinger, son muestra de una clara conciencia de servicio por parte de los superiores de una institución secular como lo es la Iglesia Católica.
Es importante señalar que por declaraciones de Max Seckler, teólogo alemán y amigo del papa Benedicto XVI, se tuvo conocimiento de presiones internas dentro del vaticano que de forma adminicúlate ayudo a la toma de decisión de Su Santidad a dimitir del cargo.
Joseph Ratzinger, se caracterizó en su pontificado por las ideas de unión y comunión entre las naciones, de amor, de apoyo a experiencias positivas y rechazo de las negativas. Esas ideas teológicas y morales fueron fruto de su experiencia como un gran estudioso y uno de los líderes más influyentes de nuestra época.
Sin duda, la sombra de largo pontificado del papa Juan Pablo II y las demás crisis en las que se vio envuelta la iglesia católica durante el mandato del papa Ratzinger pesaron sobre la credibilidad y aprecio de este gran líder; sin embargo, eso no debe de denostar la gran capacidad y trayectoria del papa Benedicto XVI, debemos tomar su decisión como una muestra de madurez en la iglesia católica.
Ahora solo queda esperar si en el conclave de elección para suceder a Benedicto XVI deja a un lado a los Cardenales europeos al frente de la Iglesia Católica.
[1]http://www.excelsior.com.mx/global/2013/02/11/883674.
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