Así que, no los temáis; porque nada hay encubierto, que no haya de ser manifestado; ni oculto, que no haya de saberse. Mateo 10:26
Saturday, May 28, 2011
Padre General ha mandado dos cartas a toda la Compañía para anunciar una reforma de la Curia
Vol. XV, no. 5 14 marzo 2011
Padre General
A toda la Compañía
Algunos cambios en el Gobierno Central de la Compañía
Queridos hermanos en Cristo:
Cuando fui elegido General, la Compañía de Jesús me ofreció como apoyo un equipo de personas que forman la que llamamos tradicionalmente la Curia General. No dejo de estimar y admirar la generosidad y eficacia de este equipo, y la importante ayuda que supone para mí en mi misión como Superior General.
Al mismo tiempo la Congregación General 35 me dio una serie de orientaciones para gobernar la Compañía, y me pidió que hiciera una "revisión integral del gobierno central" (Decreto 5, n.9). A lo largo de los últimos meses he tenido oportunidad de hablar con los superiores mayores y otros jesuitas pertenecientes a diversas conferencias, sobre las líneas generales de lo que estoy realizando como respuesta a este mandato de la CG 35. Con esta carta pretendo informar a la Compañía del estado actual de esta revisión.
Permítanme, antes de nada, dejar constancia de que los asuntos ordinarios de la Compañía (asuntos como, por ejemplo, nombramiento de superiores, admisión a últimos votos, dimisiones, erección de comunidades, informes sobre las visitas y la economía, etc.) seguirán recibiendo el excelente tratamiento fruto de casi 500 años de experiencia y sabiduría acumuladas por la Compañía. Los cambios que pretendemos realizar tienen que ver, sobre todo, con nuestra capacidad para gestionar asuntos relacionados con nuestra misión, con la flexibilidad, profundidad y creatividad que exigen este concreto momento histórico y la vida de la Iglesia.
Los principales cambios se pueden resumir en cuatro puntos:
1. Reestructuración de los secretariados de la Curia.
2. Constitución de una pequeña "Comisión para la Misión" dentro del Consejo General.
3. Creación de un "Grupo de Reflexión" en Roma, para mantener una reflexión permanente
4. Otras modificaciones.
1. Con ayuda de los consejeros generales, estamos procediendo a reestructurar los Secretariados. La estructura vigente hasta ahora estaba organizada sobre todo según sectores apostólicos. Así, por ejemplo, un Secretariado para la Justicia Social supervisaba los centros sociales, un Secretariado para la Espiritualidad tenía que ver con los centros de espiritualidad, y así sucesivamente. En adelante sin embargo, para servir mejor a nuestra misión, de acuerdo con el pensamiento y las palabras de la reciente Congregación General, he decidido reestructurar los secretariados de la siguiente manera:
A- Habrá tres Secretariados (provisionalmente hablaremos de "secretariados centrales") cuyo cometido y responsabilidades responderán a algunas dimensiones importantes de nuestra misión que debe tener presentes todo sector apostólico. De este modo habrá secretariados para (1) El Servicio de la Fe, (2) La Promoción de la Justicia, y (3) La Colaboración con Otros.
B- Algún apostolato concreto que afecta a gran parte de la misión de la Compañía, y que requiere animación y coordinación, tendrá asimismo un secretariado. Estoy pensando en Educación Secundaria y Básica, en Educación Superior, y en el Apostolado Intelectual. Estos secretarios sectoriales residirán en Roma o no, dependiendo de las necesidades y las posibilidades concretas.
C- Otros campos de misión (como por ejemplo Diálogo Inter-religioso, Comunicaciones, etc.) recibirán animación y supervisión a través de redes. Ya hemos puesto en funcionamiento una red que se ocupa del Diálogo Inter-religioso y Ecuménico.
2. Para centrar mejor nuestro interés por la misión y hacer que nuestro modo de tratar los asuntos apostólicos sea más receptivo, voy a formar una pequeña Comisión dentro del Consejo General para tratar, discernir y proponer temas que tengan que ver con nuestra misión común. Esta comisión estará constituida por los tres secretarios centrales, dos consejeros generales y el General mismo. Nos reuniremos semanalmente, y dedicaremos a ello tanto tiempo como requieran las materias que debamos considerar.
3. Para que me ayude mantener de manera regular una reflexión sobre las diferentes realidades que conciernen a nuestra misión y poder comprenderlas más profundamente, he constituido, con base en Roma, lo que podría llamarse el "Grupo de Reflexión de la Gregoriana" (nos reunimos en la Universidad Gregoriana). Desde enero de este año hemos venido teniendo una reunión mensual sobre temas de relieve que yo someto a la consideración del grupo. El grupo está formado por jesuitas de seis disciplinas diferentes y de seis distintas nacionalidades, que han aceptado generosamente este trabajo adicional para prestarme su ayuda. Los miembros que en este momento constituyen el grupo son el P. Giovanni Cucci (ITA - Cultura - de la Civiltà Cattolica), P. José Funes (ARU - Ciencia, Astronomía - Observatorio Astronómico Vaticano), P. Michael Paul Gallagher (HIB - Teología - Universidad Gregoriana), P. Daniel McDonald (WIS - Sociología - Universidad Gregoriana), P. Theoneste Nkeramihigo (RWB - Filosofía - Universidad Gregoriana) y P. Hans Zollner (GER - Psicología - Universidad Gregoriana).
4. Finalmente, a la luz de los cambios que acabo de mencionar, y tras haberlo sometido a la consideración del Consejo General, he pensado que las colaboraciones que he venido solicitando a los dos consejeros no residentes (PP. Mark Rotsaert y Arturo Sosa) no eran ya necesarias. Quiero agradecer los PP. Rotsaert y Sosa el servicio tan valioso y generoso que han prestado como Consejeros Generales a lo largo de los últimos tres años. Confío en que, aunque ya no figuren como Consejeros Generales, podré contar con su ayuda y su consejo siempre que lo necesite.
Los cambios mencionados responden a la jamás olvidada invitación que nos hacen la Compañía y nuestra tradición a que no perdamos nunca de vista el objetivo de nuestra Compañía y a que busquemos los instrumentos más adecuados que nos ayuden a discernir la voluntad de Dios y a responder de modo generoso y eficaz a la llamada que Cristo nos hace a servirle en el mundo de hoy. El Santo Padre ha repetido una y otra vez que la Iglesia sigue contando con nosotros para la importante tarea de la evangelización, con aquella hondura en la reflexión y en la espiritualidad que la Compañía ha sabido siempre ofrecer. Ésta es nuestra misión: Supone una gran alegría el poder contribuir, aunque sea sólo en una mínima parte, en la obra redentora de Dios. Deseamos continuar siendo capaces de ser y hacer cada vez más como miembros de la misión de Cristo.
Permítanme concluir esta carta agradeciendo sinceramente a todos aquellos que me ayudan actualmente en el gobierno la Compañía. Me lleno de admiración cuando constato la competencia de su trabajo y la humilde generosidad de su dedicación. Sin ellos mi misión de gobernar la Compañía se vería grandemente disminuida. Ruego a todos, por tanto, que eleven su oración para que el Señor les bendiga a todos ellos abundantemente y llene sus días gozo y consolación.
Con todo agradecimiento en el Señor,
Adolfo Nicolás, S.I.
Superior General
Roma, 25 de febrero de 2011
Fuente
Saturday, May 21, 2011
La obra sutil de Satanás
Satanás está trabajando constantemente; pero pocos tienen idea alguna de su actividad y sutileza. El pueblo de Dios debe estar preparado para resistir al astuto enemigo. Esta resistencia es lo que Satanás teme. El conoce mejor que nosotros el límite de su poder, y cuán fácilmente puede ser vencido si le resistimos y le hacemos frente. Por la fuerza divina, el santo más débil puede más que él y todos sus ángeles, y si se le probase podría mostrar su poder superior. Por lo tanto los pasos de Satanás son silenciosos, sus movimientos furtivos, y sus baterías enmascaradas. El no se atreve a mostrarse abiertamente, no sea que despierte las energías dormidas del cristiano, y le impulse a ir a Dios en oración.
El enemigo se está preparando para su última campaña contra la iglesia. Está de tal manera oculto de la vista que para muchos es difícil creer que existe, y mucho menos pueden ser convencidos de su asombrosa actividad y poder. Han olvidado mayormente su pasado, y cuando da otro paso adelante, no le reconocen como su enemigo, la serpiente antigua, sino que le consideran como un amigo que está haciendo una buena obra. Jactándose de su independencia, bajo la influencia espaciosa y hechicera de Satanás, obedecen a los peores impulsos del corazón humano, y sin embargo creen que Dios los está conduciendo. Si sus ojos pudiesen abrirse para distinguir a su capitán, verían que no están sirviendo a Dios, sino al enemigo de toda justicia. Verían que la independencia de que se jactan únicamente por Cristo cómo es limitado el poder de Satanás. Esta es una verdad portentosa que todos debieran entender. Satanás está ocupado en todo momento, yendo de aquí para allá en la tierra, buscando a quien devorar. Pero la ferviente oración de fe frustrará sus esfuerzos más arduos. Embrazad, pues, hermanos, "el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno." (Efe. 6: 16.)
Los peores enemigos que tenemos son aquellos que están tratando de destruir la influencia de los atalayas que están sobre los muros de Sión. Satanás obra por medio de agentes. Está haciendo un esfuerzo ferviente aquí. Trabaja de acuerdo con un plan definido, y sus agentes obran de concierto. Una línea de incredulidad se extiende a través del continente, y está en comunicación con la iglesia de Dios. Su influencia tiende a minar la confianza en la obra del Espíritu de Dios. Este elemento está aquí, y obra silenciosamente. Tened cuidado, no sea que seáis hallados ayudando al enemigo de Dios y del hombre mediante la difusión de falsos informes, y por crítica y oposición decidida.
Por medios engañosos y conductos invisibles, Satanás está trabajando para fortalecer su autoridad y poner obstáculos en el camino del pueblo de Dios, a fin de que las almas no queden libres de su poder, y reunidas bajo el estandarte de Cristo. Por sus engaños, está tratando de seducir y apartar de Cristo a las almas, y aquellos que no estén establecidos en la verdad quedarán seguramente entrampados por él. A aquellos a quienes no pueda inducir a pecar, los perseguirá, como los judíos a Cristo.
El objeto de Satanás es deshonrar a Dios, y obra con todo elemento no santificado para lograr este designio. Los hombres a quienes usa como instrumentos para hacer esta obra, son cegados, y no ven lo que están haciendo hasta que están tan profundamente envueltos en la culpabilidad que piensan que ya sería inútil tratar de recobrarse y, arriesgándolo todo, continúan en la transgresión hasta el amargo fin.
Satanás espera envolver al pueblo remanente de Dios en la ruina general que está por sobrevenir a la tierra. A medida que la venida de Cristo se acerque, será más resuelto y decidido en sus esfuerzos para vencerlo. Se levantarán hombres y mujeres, profesando tener alguna nueva luz o alguna nueva revelación que tenderá a conmover la fe en los antiguos hitos. Sus doctrinas no soportarán la prueba de la Palabra de Dios, pero habrá almas que serán engañadas. Harán circular falsos informes, y algunos serán prendidos en esta trampa. Creerán estos rumores, y a su vez los repetirán, y así se formará un vínculo que los ligue con el gran engañador. Ese espíritu no se manifestará siempre desafiando abiertamente los mensajes que Dios envía; pero un decidido descreimiento se expresa de muchas maneras. Cada declaración falsa alimenta y fortalece ese descreimiento, y por este medio muchas almas serán inclinadas en la dirección errónea.
No podemos ejercer demasiado cuidado contra toda forma de error, porque Satanás está tratando constantemente de apartar a los hombres de la verdad.
Joyas de los Testimonios Tomo 2, Página 105-107.
El enemigo se está preparando para su última campaña contra la iglesia. Está de tal manera oculto de la vista que para muchos es difícil creer que existe, y mucho menos pueden ser convencidos de su asombrosa actividad y poder. Han olvidado mayormente su pasado, y cuando da otro paso adelante, no le reconocen como su enemigo, la serpiente antigua, sino que le consideran como un amigo que está haciendo una buena obra. Jactándose de su independencia, bajo la influencia espaciosa y hechicera de Satanás, obedecen a los peores impulsos del corazón humano, y sin embargo creen que Dios los está conduciendo. Si sus ojos pudiesen abrirse para distinguir a su capitán, verían que no están sirviendo a Dios, sino al enemigo de toda justicia. Verían que la independencia de que se jactan únicamente por Cristo cómo es limitado el poder de Satanás. Esta es una verdad portentosa que todos debieran entender. Satanás está ocupado en todo momento, yendo de aquí para allá en la tierra, buscando a quien devorar. Pero la ferviente oración de fe frustrará sus esfuerzos más arduos. Embrazad, pues, hermanos, "el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno." (Efe. 6: 16.)
Los peores enemigos que tenemos son aquellos que están tratando de destruir la influencia de los atalayas que están sobre los muros de Sión. Satanás obra por medio de agentes. Está haciendo un esfuerzo ferviente aquí. Trabaja de acuerdo con un plan definido, y sus agentes obran de concierto. Una línea de incredulidad se extiende a través del continente, y está en comunicación con la iglesia de Dios. Su influencia tiende a minar la confianza en la obra del Espíritu de Dios. Este elemento está aquí, y obra silenciosamente. Tened cuidado, no sea que seáis hallados ayudando al enemigo de Dios y del hombre mediante la difusión de falsos informes, y por crítica y oposición decidida.
Por medios engañosos y conductos invisibles, Satanás está trabajando para fortalecer su autoridad y poner obstáculos en el camino del pueblo de Dios, a fin de que las almas no queden libres de su poder, y reunidas bajo el estandarte de Cristo. Por sus engaños, está tratando de seducir y apartar de Cristo a las almas, y aquellos que no estén establecidos en la verdad quedarán seguramente entrampados por él. A aquellos a quienes no pueda inducir a pecar, los perseguirá, como los judíos a Cristo.
El objeto de Satanás es deshonrar a Dios, y obra con todo elemento no santificado para lograr este designio. Los hombres a quienes usa como instrumentos para hacer esta obra, son cegados, y no ven lo que están haciendo hasta que están tan profundamente envueltos en la culpabilidad que piensan que ya sería inútil tratar de recobrarse y, arriesgándolo todo, continúan en la transgresión hasta el amargo fin.
Satanás espera envolver al pueblo remanente de Dios en la ruina general que está por sobrevenir a la tierra. A medida que la venida de Cristo se acerque, será más resuelto y decidido en sus esfuerzos para vencerlo. Se levantarán hombres y mujeres, profesando tener alguna nueva luz o alguna nueva revelación que tenderá a conmover la fe en los antiguos hitos. Sus doctrinas no soportarán la prueba de la Palabra de Dios, pero habrá almas que serán engañadas. Harán circular falsos informes, y algunos serán prendidos en esta trampa. Creerán estos rumores, y a su vez los repetirán, y así se formará un vínculo que los ligue con el gran engañador. Ese espíritu no se manifestará siempre desafiando abiertamente los mensajes que Dios envía; pero un decidido descreimiento se expresa de muchas maneras. Cada declaración falsa alimenta y fortalece ese descreimiento, y por este medio muchas almas serán inclinadas en la dirección errónea.
No podemos ejercer demasiado cuidado contra toda forma de error, porque Satanás está tratando constantemente de apartar a los hombres de la verdad.
Joyas de los Testimonios Tomo 2, Página 105-107.
Friday, May 13, 2011
Los Sacerdotes Rojos (Espionaje sobre los Jesuitas)
Por: Jacinto Rodríguez Munguía
La policía política de México no dejó rincón ni pensamiento sin escudriñar. Entre sus blancos estaban los jesuitas que en los setenta se vincularon con estudiantes. Se les espió, se les acusó de ser “sacerdotes rojos” que propagaban la idea de que “Cristo era el primer comunista”. Sus nombres, sus historias quedaron en los archivos de la Dirección Federal de Seguridad.
A finales de los setenta, Miguel Nazar Haro, entonces cabeza de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), mandó elaborar un libro sobre Liga Comunista 23 de Septiembre, el grupo guerrillero que se convirtió en su eterna pesadilla. Uno de sus capítulos, el VI, se llama “Grupos manejados por sacerdotes jesuitas”. Y la siguiente leyenda: “Cristo, el primer comunista del mundo”.
Para la DFS, uno de los orígenes de la Liga estaba conectado con dos grupos que operaron en la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Instituto Tecnológico de Monterrey: la Obra Cultural Universitaria (OCU) y el Movimiento Estudiantil Profesional (MEP). Hasta ahí, esos datos formaban parte de las rutinas de cosecha de información; pero lo que llevaría a estos sabuesos a hacer un seguimiento puntual, fue la aparición de dos personajes clave: los jesuitas Javier D’Obeso y Orendáin y Manuel Salvador Rábago González.
En el libro se dice que, mientras en 1971 comenzaban los grupos guerrilleros a operar en la ciudad, a través de asaltos a bancos, en Monterrey los sacerdotes D’Obeso y Rábago controlaban la OCU y el MEP, con “la finalidad de que los estudiantes se formaran una mentalidad progresista dentro del ramo del cristianismo, haciendo destacar la personalidad de Cristo como el iniciador del reparto de los bienes entre los seres humanos y señalándolo como el ‘primer comunista del mundo”.
De estos grupos surgirían Ignacio Arturo Salas Obregón, Raúl Ramos Zavala, Estela Ramos Zavala, entre otros, a quienes los unificaría un criterio básico: “La personalidad de Cristo”. La historia seguiría y tres años después algunos de estos eran piezas fundamentales de la Liga Comunista 23 de Septiembre. En el resto del documento apenas se vuelve a mencionar a los sacerdotes.
¿Qué pasó? ¿Quiénes eran estos sacerdotes? ¿Qué más podría haber de ellos que los convirtió en sospechosos del sistema? Parte de estas respuestas están en las fichas de la Galería I del Archivo General de la Nación (AGN).
Cristo y la guerrilla
Las primeras fichas son de 1969 y desde la primera línea se establece el vínculo de la OCU con los sacerdotes. Ésta, se lee, está dirigida intelectualmente por los sacerdotes jesuitas Javier D’Obeso y Manuel Rábago. Lo que habría provocado que el olfato de la DFS volteara hacia los sacerdotes fue el apoyo que habían dado al congreso de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), al grado de prestar sus instalaciones para que se llevara a cabo el encuentro.
Anotaron lo agentes: “Se ha comprobado que el rancho citado es el de San Ignacio, a 36 kilómetros de Colombia, Nuevo León. Adorna la entrada una estatua de San Ignacio, patrón de los Jesuitas. Los delegados de la CNED se hospedaron en este rancho a bordo de tres camiones con aproximadamente 95 personas, los que traían consigo una orden del sacerdote Javier D’Obeso para que dieran albergue en uno de los dormitorios a 60 delegados”.
Descubierta la relación, la tarea siguiente fue rastrear los orígenes de la OCU y los fines con que fue creada. Entre sus hallazgos estaba la fecha de su creación, 1961. Entre las condiciones para formar parte de ésta: “ser joven católico”. Encontraron también que por ahí de 1964-65 habían ingresado como conferencistas los sacerdotes Rábago, D’Obeso y Luis L. Franco, quienes dictaban conferencias de tipo político y apostólico. “En lo político configuraban una liberalidad que aconsejaba muchas veces la simpatía hacia el gobierno federal, ya que los industriales de Monterrey, encabezados por Eugenio Garza Zaga (sic) tenía buenas relaciones con el Presidente”. El apellido correcto es Sada y eran los años de la presidencia de Díaz Ordaz, con quien a los empresarios no les iría mal.
Los agentes habían logrado documentar también que entre quienes financiaba a la OCU estaban Eugenio Garza Sada, Cementos Mexicanos y el Centro Bancario de Monterrey. “La OCU tuvo el respaldo absoluto del clero y del sector empresarial. Nombró a padres jesuitas jóvenes como guías para mantener la fe apostólica en los grupos estudiantiles de la universidad y el Tecnológico de Monterrey… este organismo balanceó por bastante tiempo las actividades de los grupos estudiantiles de extrema izquierda, apoderándose de la mayoría de las sociedades de alumnos… fue creada por los grupos clericales como defensa de la universidad y sus valores, que se veían agredidos por los grupos comunistas organizados… en un principio fue sostenida económicamente por la ‘Cruzada Regional Anticomunista’, que era subvencionada por los industriales”.
Esta línea se había mantenido por lo menos hasta el segundo informe de gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1966), cuando aparecen los primeros registros sobre las críticas que los sacerdotes fueron aplicando en sus conferencias contra el gobierno. La visión de los jesuitas, que según la DFS habían infiltrado y controlado la OCU y el MEP, no se detendría. “Ya en 1968, a pesar de los llamados de atención de empresarios y autoridades como Monseñor Jesús González Montemayor, los sacerdotes Rábago, D’Obeso y Franco, siguieron dando conferencias y guiando a los estudiantes contra el gobierno y el Ejército; luego de la agitación estudiantil siguieron politizando a los estudiantes”.
En esos días, según los informes, uno de los grupos que mantenía ya relación con la OCU y con los sacerdotes jesuitas, era el Estudiantil Socialista, con Ignacio Salas Obregón y Raúl Ramos Zavala a la cabeza. Unos años después, los dos formarían parte importante en la fundación de la Liga Comunista 23 de Septiembre y, precisamente, uno de los golpes más recordados que daría este grupo guerrillero fue el intento de secuestro (en septiembre de 1973) del empresario Eugenio Garza, quien fue abatido.
El viraje de la labor de la OCU provocaría algo más que una llamada de atención. Como castigo por prestar las instalaciones jesuitas a la CNED, Cementos Mexicanos y otros patrocinadores retiraron su apoyo económico y mantuvieron solamente el sueldo del vigilante, con la orden de no permitir la entrada de estudiantes “hasta que los miembros de la OCU no vuelvan al carril apostólico”.
Los jefes de la iglesia ajustaron a sus sacerdotes. En 1970 los agentes registraron que por disposición del arzobispo primado de México habían dejado de ser sacerdotes eclesiásticos los padres D’Obeso y Rábago, aunque amparados en el derecho canónigo de la orden de los jesuitas, apelaron ante el nuncio apostólico para que anulara el castigo. Pero serían relevados de toda relación con la OCU, por el momento. Luego sus nombres volverían a ser vinculados con el Movimiento Estudiantil Profesional.
Los agentes registraron algunas de sus ponencias: “Los jesuitas sostienen el criterio de que los cristianos no pueden estar desligados de la política, dado que el hacer política no significa necesariamente ocupar un puesto de elección popular; que los socialistas llevan en sí mismos un mensaje de igualdad y fraternidad…” Por esto terminarían en los archivos de la policía política.
Publicado en el No. 10-11 de Emeequis (10 de abril de 2006)
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Fuente
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La policía política de México no dejó rincón ni pensamiento sin escudriñar. Entre sus blancos estaban los jesuitas que en los setenta se vincularon con estudiantes. Se les espió, se les acusó de ser “sacerdotes rojos” que propagaban la idea de que “Cristo era el primer comunista”. Sus nombres, sus historias quedaron en los archivos de la Dirección Federal de Seguridad.
A finales de los setenta, Miguel Nazar Haro, entonces cabeza de la Dirección Federal de Seguridad (DFS), mandó elaborar un libro sobre Liga Comunista 23 de Septiembre, el grupo guerrillero que se convirtió en su eterna pesadilla. Uno de sus capítulos, el VI, se llama “Grupos manejados por sacerdotes jesuitas”. Y la siguiente leyenda: “Cristo, el primer comunista del mundo”.
Para la DFS, uno de los orígenes de la Liga estaba conectado con dos grupos que operaron en la Universidad Autónoma de Nuevo León y el Instituto Tecnológico de Monterrey: la Obra Cultural Universitaria (OCU) y el Movimiento Estudiantil Profesional (MEP). Hasta ahí, esos datos formaban parte de las rutinas de cosecha de información; pero lo que llevaría a estos sabuesos a hacer un seguimiento puntual, fue la aparición de dos personajes clave: los jesuitas Javier D’Obeso y Orendáin y Manuel Salvador Rábago González.
En el libro se dice que, mientras en 1971 comenzaban los grupos guerrilleros a operar en la ciudad, a través de asaltos a bancos, en Monterrey los sacerdotes D’Obeso y Rábago controlaban la OCU y el MEP, con “la finalidad de que los estudiantes se formaran una mentalidad progresista dentro del ramo del cristianismo, haciendo destacar la personalidad de Cristo como el iniciador del reparto de los bienes entre los seres humanos y señalándolo como el ‘primer comunista del mundo”.
De estos grupos surgirían Ignacio Arturo Salas Obregón, Raúl Ramos Zavala, Estela Ramos Zavala, entre otros, a quienes los unificaría un criterio básico: “La personalidad de Cristo”. La historia seguiría y tres años después algunos de estos eran piezas fundamentales de la Liga Comunista 23 de Septiembre. En el resto del documento apenas se vuelve a mencionar a los sacerdotes.
¿Qué pasó? ¿Quiénes eran estos sacerdotes? ¿Qué más podría haber de ellos que los convirtió en sospechosos del sistema? Parte de estas respuestas están en las fichas de la Galería I del Archivo General de la Nación (AGN).
Cristo y la guerrilla
Las primeras fichas son de 1969 y desde la primera línea se establece el vínculo de la OCU con los sacerdotes. Ésta, se lee, está dirigida intelectualmente por los sacerdotes jesuitas Javier D’Obeso y Manuel Rábago. Lo que habría provocado que el olfato de la DFS volteara hacia los sacerdotes fue el apoyo que habían dado al congreso de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Democráticos (CNED), al grado de prestar sus instalaciones para que se llevara a cabo el encuentro.
Anotaron lo agentes: “Se ha comprobado que el rancho citado es el de San Ignacio, a 36 kilómetros de Colombia, Nuevo León. Adorna la entrada una estatua de San Ignacio, patrón de los Jesuitas. Los delegados de la CNED se hospedaron en este rancho a bordo de tres camiones con aproximadamente 95 personas, los que traían consigo una orden del sacerdote Javier D’Obeso para que dieran albergue en uno de los dormitorios a 60 delegados”.
Descubierta la relación, la tarea siguiente fue rastrear los orígenes de la OCU y los fines con que fue creada. Entre sus hallazgos estaba la fecha de su creación, 1961. Entre las condiciones para formar parte de ésta: “ser joven católico”. Encontraron también que por ahí de 1964-65 habían ingresado como conferencistas los sacerdotes Rábago, D’Obeso y Luis L. Franco, quienes dictaban conferencias de tipo político y apostólico. “En lo político configuraban una liberalidad que aconsejaba muchas veces la simpatía hacia el gobierno federal, ya que los industriales de Monterrey, encabezados por Eugenio Garza Zaga (sic) tenía buenas relaciones con el Presidente”. El apellido correcto es Sada y eran los años de la presidencia de Díaz Ordaz, con quien a los empresarios no les iría mal.
Los agentes habían logrado documentar también que entre quienes financiaba a la OCU estaban Eugenio Garza Sada, Cementos Mexicanos y el Centro Bancario de Monterrey. “La OCU tuvo el respaldo absoluto del clero y del sector empresarial. Nombró a padres jesuitas jóvenes como guías para mantener la fe apostólica en los grupos estudiantiles de la universidad y el Tecnológico de Monterrey… este organismo balanceó por bastante tiempo las actividades de los grupos estudiantiles de extrema izquierda, apoderándose de la mayoría de las sociedades de alumnos… fue creada por los grupos clericales como defensa de la universidad y sus valores, que se veían agredidos por los grupos comunistas organizados… en un principio fue sostenida económicamente por la ‘Cruzada Regional Anticomunista’, que era subvencionada por los industriales”.
Esta línea se había mantenido por lo menos hasta el segundo informe de gobierno de Gustavo Díaz Ordaz (1966), cuando aparecen los primeros registros sobre las críticas que los sacerdotes fueron aplicando en sus conferencias contra el gobierno. La visión de los jesuitas, que según la DFS habían infiltrado y controlado la OCU y el MEP, no se detendría. “Ya en 1968, a pesar de los llamados de atención de empresarios y autoridades como Monseñor Jesús González Montemayor, los sacerdotes Rábago, D’Obeso y Franco, siguieron dando conferencias y guiando a los estudiantes contra el gobierno y el Ejército; luego de la agitación estudiantil siguieron politizando a los estudiantes”.
En esos días, según los informes, uno de los grupos que mantenía ya relación con la OCU y con los sacerdotes jesuitas, era el Estudiantil Socialista, con Ignacio Salas Obregón y Raúl Ramos Zavala a la cabeza. Unos años después, los dos formarían parte importante en la fundación de la Liga Comunista 23 de Septiembre y, precisamente, uno de los golpes más recordados que daría este grupo guerrillero fue el intento de secuestro (en septiembre de 1973) del empresario Eugenio Garza, quien fue abatido.
El viraje de la labor de la OCU provocaría algo más que una llamada de atención. Como castigo por prestar las instalaciones jesuitas a la CNED, Cementos Mexicanos y otros patrocinadores retiraron su apoyo económico y mantuvieron solamente el sueldo del vigilante, con la orden de no permitir la entrada de estudiantes “hasta que los miembros de la OCU no vuelvan al carril apostólico”.
Los jefes de la iglesia ajustaron a sus sacerdotes. En 1970 los agentes registraron que por disposición del arzobispo primado de México habían dejado de ser sacerdotes eclesiásticos los padres D’Obeso y Rábago, aunque amparados en el derecho canónigo de la orden de los jesuitas, apelaron ante el nuncio apostólico para que anulara el castigo. Pero serían relevados de toda relación con la OCU, por el momento. Luego sus nombres volverían a ser vinculados con el Movimiento Estudiantil Profesional.
Los agentes registraron algunas de sus ponencias: “Los jesuitas sostienen el criterio de que los cristianos no pueden estar desligados de la política, dado que el hacer política no significa necesariamente ocupar un puesto de elección popular; que los socialistas llevan en sí mismos un mensaje de igualdad y fraternidad…” Por esto terminarían en los archivos de la policía política.
Publicado en el No. 10-11 de Emeequis (10 de abril de 2006)
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Francisco Vázquez destaca el realismo con que 'El último jesuita...
Durante la presentación de la obra en Madrid
Francisco Vázquez destaca el realismo con que 'El último jesuita', de Miguel Lamet, relata persecución contra la orden
MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El exembajador del Reino de España en la Ciudad del Vaticano Francisco Vázquez Vázquez ha resaltado la "fidelidad total" con la que el libro 'El último jesuita' (La esfera de los libros), de Miguel Lamet, relata la "dramática" persecución contra la Compañía de Jesús en tiempos de Carlos III. En este sentido, ha destacado que se trata de la primera vez que se describe con "gran realismo el sufrimiento y maltrato de los jesuitas.
Además, ha asegurado que los hechos, lugares y personajes de la obra están "vinculados directamente" con su labor en Roma, ya que esos "antecedentes del pasado le ayudaron a solucionar problemas del presente", durante la presentación del libro este lunes en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) de Madrid.
El acto también ha contado con la presencia de la directora de La Esfera de los Libros, Ymelda Navajo, que ha subrayado la capacidad del autor de "crear situaciones" y "armar personajes". Asimismo, ha señalado su "desbordante entusiasmo para escribir historias y su calidad literaria y rigor documental". Igualmente, han intervenido el rector de la universidad, José Ramón Buste, y los historiadores Isidoro Pinedo e Inmaculada Fernández Arrillaga.
Por su parte, el autor de la obra ha indicado su deseo de "transmitir esta historia apasionante y desconocida para el lector de la calle" y de "limitarse" a los datos históricos para "no desprestigiar la novela histórica".
Finalmente, ha señalado el "trasnochado anticlericalismo que estamos viviendo actualmente" y ha puesto de ejemplo el caso de Francisco Vázquez con su partido. "No se debe identificar la religión con los partidos políticos", ha concluido.
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Francisco Vázquez destaca el realismo con que 'El último jesuita', de Miguel Lamet, relata persecución contra la orden
MADRID, 9 May. (EUROPA PRESS) -
El exembajador del Reino de España en la Ciudad del Vaticano Francisco Vázquez Vázquez ha resaltado la "fidelidad total" con la que el libro 'El último jesuita' (La esfera de los libros), de Miguel Lamet, relata la "dramática" persecución contra la Compañía de Jesús en tiempos de Carlos III. En este sentido, ha destacado que se trata de la primera vez que se describe con "gran realismo el sufrimiento y maltrato de los jesuitas.
Además, ha asegurado que los hechos, lugares y personajes de la obra están "vinculados directamente" con su labor en Roma, ya que esos "antecedentes del pasado le ayudaron a solucionar problemas del presente", durante la presentación del libro este lunes en la Universidad Pontificia Comillas (ICADE) de Madrid.
El acto también ha contado con la presencia de la directora de La Esfera de los Libros, Ymelda Navajo, que ha subrayado la capacidad del autor de "crear situaciones" y "armar personajes". Asimismo, ha señalado su "desbordante entusiasmo para escribir historias y su calidad literaria y rigor documental". Igualmente, han intervenido el rector de la universidad, José Ramón Buste, y los historiadores Isidoro Pinedo e Inmaculada Fernández Arrillaga.
Por su parte, el autor de la obra ha indicado su deseo de "transmitir esta historia apasionante y desconocida para el lector de la calle" y de "limitarse" a los datos históricos para "no desprestigiar la novela histórica".
Finalmente, ha señalado el "trasnochado anticlericalismo que estamos viviendo actualmente" y ha puesto de ejemplo el caso de Francisco Vázquez con su partido. "No se debe identificar la religión con los partidos políticos", ha concluido.
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Thursday, May 5, 2011
Peña Nieto se vale de los jesuitas para ascender al poder
13-01-2010
Dedicado a mi maestra Martha Silva Antonio, por dejarme la duda.
Enrique Peña Nieto tiene de su lado a los grupos religiosos más conservadores del país; así como en su momento la ex Primera Dama, Martha Sahagún tuvo cercanía con los Legionarios de Cristo, el gobernador mexiquense se vale ahora del ala más reaccionaria de los jesuitas para ganar adeptos y lograr contactos con el poder eclesiástico.
El primero de sus acercamientos ya surtió efecto en la anulación del matrimonio por la Iglesia de su ahora prometida Angélica Rivera.
El aspirante del Edomex tuvo una educación jesuita, aunque la educación de Peña Nieto contrasta por un lado con la del Opus Dei en la Universidad Panamericana, también tiene una vertiente de la Compañía de Jesús en sus estudios dentro del Tec de Monterrey.
Sus coqueteos con los jesuitas se han manifestado cuando el propio Peña a presidido eventos propagandísticos para estos religiosos; por ejemplo, en la página de comunicación social del gobierno del Estado de México, la Secretaría de Turismo de la entidad, invita a conocer una de las ofrendas de Día de Muertos, "que no es la tradicional, sino la que creaban los padres jesuitas que habitaron el Convento de Tepozotlán", tal como señaló María del Socorro Osornio Sánchez, directora de Promoción y Comercialización de esa dependencia el pasado noviembre de 2009. En esa misma región se han hecho labores gubernamentales para la restauración de pozos jesuitas en la búsqueda por realzar las aportaciones de esta orden religiosa.
Contacto en el VaticanoEn cuanto a la polémica visita al Vaticano de Enrique Peña Nieto, el éxito obtenido con la anulación del matrimonio religioso entre Angélica Rivera y Alberto (El Güero) Castro no se debió a las dádivas de la comitiva peñanietista, sino al contacto en el Vaticano.
Es fundamental señalar que ahora, el grupo religioso más cercano al Papa es el de los jesuitas.
Según información de distintas agencias, la prometida del mandatario mexiquense y una comitiva de 24 personas se presentó ante Benedicto XVI la mañana del miércoles al finalizar la audiencia general en el Aula Pablo VI, momento oficial de la donación del pesebre y los adornos.
Posteriormente, Peña Nieto se entrevistó con el llamado "número dos" del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.
Peña Nieto fue acompañado por el embajador de México en El Vaticano, Héctor Federico Ling Altamirano y personalidades de la Curia Romana.
Ling Altamirano es de origen panista, hizo su carrera al lado de Castillo Peraza, llegó a ser legislador blanquiazul por Durango y ahora acompañó a Peña Nieto en su visita papal.
El factor jesuitaHéctor Federico Ling Altamirano, podría ser el contacto jesuita de Peña Nieto en el Vaticano, ya que su puesto como embajador de México ante la Santa Sede le da una posición de ventaja.
Sin embargo, llama la atención la infaltable asistencia del cuerpo diplomático de la Santa Sede en México, pese a que Ling Altamirano --- con una formación jesuita que incluso se puede constatar en su paso por la Universidad Iberoamericana --- se desempeñaba como Asesor de la Presidencia de la República, trabajando muy cerca de Felipe Calderón Hinojosa.
Se trata de un panista jesuita infaltable en la comitiva que acompañó a Peña Nieto en el Vaticano.
Los jesuitas han ido ganando posiciones en el círculo más cercano al Papa, tras el juicio a los Legionarios de Cristo, tal parece que su Santidad ya tiene a sus nuevos consentidos, basta nombrar el caso de Jorge Rubén Lugones, a quien Benedicto XVI ha nombrad obispo de Lomas de Zamora, en Argentina.
El religioso es un jesuita de 56 años con amplia trayectoria.
Otro de los jesuitas que le hablan al oído al Papa es el Arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer, quien fue nombrado por el Papa consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Ladaria tiene 64 años y es el primer miembro de la Compañía de Jesús que ostenta un cargo de tan alta categoría en la institución heredera de la antigua Inquisición.
El cargo para el que el Papa ha designado al clérigo está considerado uno de los más relevantes del escalafón vaticano y ha sido ocupado por figuras de gran relevancia en la curia romana, como Tarciso Bertone, que actualmente funge como secretario de Estado de la Santa Sede.
Habrá que analizar si Peña Nieto se vale de los jesuitas para orquestar todo un plan de contactos con el poder, y si ésto le es suficiente para llegar a la presidencia.
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Fuente
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Dedicado a mi maestra Martha Silva Antonio, por dejarme la duda.
Enrique Peña Nieto tiene de su lado a los grupos religiosos más conservadores del país; así como en su momento la ex Primera Dama, Martha Sahagún tuvo cercanía con los Legionarios de Cristo, el gobernador mexiquense se vale ahora del ala más reaccionaria de los jesuitas para ganar adeptos y lograr contactos con el poder eclesiástico.
El primero de sus acercamientos ya surtió efecto en la anulación del matrimonio por la Iglesia de su ahora prometida Angélica Rivera.
El aspirante del Edomex tuvo una educación jesuita, aunque la educación de Peña Nieto contrasta por un lado con la del Opus Dei en la Universidad Panamericana, también tiene una vertiente de la Compañía de Jesús en sus estudios dentro del Tec de Monterrey.
Sus coqueteos con los jesuitas se han manifestado cuando el propio Peña a presidido eventos propagandísticos para estos religiosos; por ejemplo, en la página de comunicación social del gobierno del Estado de México, la Secretaría de Turismo de la entidad, invita a conocer una de las ofrendas de Día de Muertos, "que no es la tradicional, sino la que creaban los padres jesuitas que habitaron el Convento de Tepozotlán", tal como señaló María del Socorro Osornio Sánchez, directora de Promoción y Comercialización de esa dependencia el pasado noviembre de 2009. En esa misma región se han hecho labores gubernamentales para la restauración de pozos jesuitas en la búsqueda por realzar las aportaciones de esta orden religiosa.
Contacto en el VaticanoEn cuanto a la polémica visita al Vaticano de Enrique Peña Nieto, el éxito obtenido con la anulación del matrimonio religioso entre Angélica Rivera y Alberto (El Güero) Castro no se debió a las dádivas de la comitiva peñanietista, sino al contacto en el Vaticano.
Es fundamental señalar que ahora, el grupo religioso más cercano al Papa es el de los jesuitas.
Según información de distintas agencias, la prometida del mandatario mexiquense y una comitiva de 24 personas se presentó ante Benedicto XVI la mañana del miércoles al finalizar la audiencia general en el Aula Pablo VI, momento oficial de la donación del pesebre y los adornos.
Posteriormente, Peña Nieto se entrevistó con el llamado "número dos" del Vaticano, el cardenal Tarcisio Bertone.
Peña Nieto fue acompañado por el embajador de México en El Vaticano, Héctor Federico Ling Altamirano y personalidades de la Curia Romana.
Ling Altamirano es de origen panista, hizo su carrera al lado de Castillo Peraza, llegó a ser legislador blanquiazul por Durango y ahora acompañó a Peña Nieto en su visita papal.
El factor jesuitaHéctor Federico Ling Altamirano, podría ser el contacto jesuita de Peña Nieto en el Vaticano, ya que su puesto como embajador de México ante la Santa Sede le da una posición de ventaja.
Sin embargo, llama la atención la infaltable asistencia del cuerpo diplomático de la Santa Sede en México, pese a que Ling Altamirano --- con una formación jesuita que incluso se puede constatar en su paso por la Universidad Iberoamericana --- se desempeñaba como Asesor de la Presidencia de la República, trabajando muy cerca de Felipe Calderón Hinojosa.
Se trata de un panista jesuita infaltable en la comitiva que acompañó a Peña Nieto en el Vaticano.
Los jesuitas han ido ganando posiciones en el círculo más cercano al Papa, tras el juicio a los Legionarios de Cristo, tal parece que su Santidad ya tiene a sus nuevos consentidos, basta nombrar el caso de Jorge Rubén Lugones, a quien Benedicto XVI ha nombrad obispo de Lomas de Zamora, en Argentina.
El religioso es un jesuita de 56 años con amplia trayectoria.
Otro de los jesuitas que le hablan al oído al Papa es el Arzobispo Luis Francisco Ladaria Ferrer, quien fue nombrado por el Papa consultor del Pontificio Consejo para la Promoción de la Unidad de los Cristianos.
Ladaria tiene 64 años y es el primer miembro de la Compañía de Jesús que ostenta un cargo de tan alta categoría en la institución heredera de la antigua Inquisición.
El cargo para el que el Papa ha designado al clérigo está considerado uno de los más relevantes del escalafón vaticano y ha sido ocupado por figuras de gran relevancia en la curia romana, como Tarciso Bertone, que actualmente funge como secretario de Estado de la Santa Sede.
Habrá que analizar si Peña Nieto se vale de los jesuitas para orquestar todo un plan de contactos con el poder, y si ésto le es suficiente para llegar a la presidencia.
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